CAP 24: Los tres campeones

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–Vaya, al parecer, campeona –Sonrió el director de Drumstrang- es... ¡___ Stue! –Exclamó, y todos los alumnos de Hogwarts me animaron, excepto los jodidos Slytherins.

James me dedicó una gran sonrisa y Sirius me miró frunciendo el ceño. Sonreí, nerviosa y me levanté de la mesa, para caminar hacia el lugar al que habían ido los otros dos campeones. Era una campeona. No puedo creerlo.

–Muy bien, queridos –Sonrió una mujer de cabello rubio, caminando con una pluma voladora y una libreta.- Mi nombre es Zulema Skeeter, y les haremos unas preguntas por ser campeones. ¿Quién va primero? ¿La castaña? Perfecto. –Sonrió y me jaló hasta un despacho.

Estaba algo desorientada. Parpadeé un par de veces. Me encontraba en un despacho con la chica loca que escribe para el profeta. Suspiré. Terminemos con esta jodida entrevista.

–¿Nombre completo? –Preguntó Zulema.

–___  Stue Potter –Respondí, intentando no golpearla por su voz irritante.

–¿Edad?

–Dieciséis.

–¿Familia? 

–Vivo con mis tíos, Fleamont y Euphemia Potter, junto a mi primo James Potter y mi elfo doméstico, Rob.

–¿Padres? ¿Hermanos?

–Eso no le importa, señora –Gruñí, frunciendo el ceño.

–Oh, entiendo. –Asintió- Anota: huérfana. –Susurró a su pluma, que comenzó a anotar.- ¿Y, dime... por qué te interesó entrar al torneo?

–Porque quiero ganar –Rodé los ojos.

–Quiere ganar para honrar a su difunta familia y traerle honor a su apellido... -Comentó, y la pluma anotó.- Eso es todo, gracias.

Me levanté de la silla y salí hecha una fiera de la pequeña habitación. Caminé por los pasillos del instituto mientras me dirigía a algún lugar pacífico, para tratar de calmarme. Esa jodida reportera me ponía los nervios de punta. Puta Skeeter.

–¡Fiera! ¡Eres una campeona! –Llegó James, abrazándome. Sonreí y correspondí el abrazo.

–¿Tienes idea de cuál será la primera prueba? ¡Tenemos que prepararte! –Sirius llegó a su lado, y luego me abrazó también.

–Ni idea, tengo que averiguarlo, pero no creo que vaya a ser fácil. –Suspiré. 

–Bueno... ¿Qué tal si dejamos el legado de los merodeadores en Drumstrang? –Preguntó mi primo con una sonrisa. Estuve a punto de decir que sí, pero vi a Will a lo lejos, mirándome con una de esas miradas que te dicen "ven". Así que seguí a mis instintos.

–Ahora no, Cornamenta –Sonreí de lado.- Primero tengo que hacer otra cosa. Los veo luego. –Me despedí de ambos con la mano y caminé a prisa hacia donde se encontraba Will.- ¡Hola! –Sonreí cuando llegué a su lado.

–Hola –Me devolvió la sonrisa.- ¿Así que eres una campeona, eh?

–Y planeo ganar –Coloqué mis manos en ambos lados de mi cintura y lo miré arqueando una ceja, sin borrar mi sonrisa.

–Me parece genial, vas a necesitar apoyo, ¿No crees? –Me miró divertido, asentí sin dejar de sonreír.

–Bueno, la primera prueba es la menos difícil, según lo que he leído en la biblioteca... Y puedes entrar con tu varita a la arena. ¿En qué eres buena?

–Pues... Sigo mis instintos, soy cazadora en Quidditch y soy bastante ágil –Dije, pensando.

–De acuerdo, ser ágil y seguir tus instintos te servirá para todas las pruebas –Sonrió.- Pero debes tener mucho cuidado, ¿sí? –Asentí.- ¿Te gustaría conocer mejor el instituto? 

–Seguro –Sonreí.

–Ven conmigo.

Asentí y lo seguí. Comenzó a caminar y a girar en varias esquinas de los pasillos. Este instituto parece un laberinto. Como sea, caminamos por varios pasillos y subimos algunas escaleras. Llegamos hasta una gran puerta, que abrió con un "alohomora". Caminé y me encontré en una especie de terraza, de la cual se podía ver una gran pradera que rodeaba al instituto. A lo lejos, un gran campo de Quidditch y algunos búlgaros practicando.

–Este es mi lugar favorito –Sonrió Will, sentándose en el borde de la terraza.

Me senté a su lado, con algo de miedo por la gran caída que me esperaba si perdía el equilibrio. Observé todo el lugar con una sonrisa. Vaya lugar favorito. El mío era la torre de astronomía.

–Lindo lugar –Sonreí.

–En unas semanas nevará, se verá aún más hermoso todo cubierto de nieve –Comentó.

–Ya lo creo –Suspiré levemente.

–La primera prueba es el próximo viernes. Lo sabes, ¿No? 

–Si...

–¿No deberías estar estudiando?

–Debería...

–Tienes si quiera una estrategia, ¿o alguna idea? –Negué, bostezando levemente.

–Tengo una semana y media, creo que es tiempo suficiente. Además, tengo de compañera de habitación a una Ravenclaw. No va a ser muy difícil –Sonreí de lado.

–¿Tienes novio? –Preguntó, luego de unos momentos. Me sobresalté por tal pregunta y negué, suspirando.

–No, no lo tengo –Acomodé un mechón de cabello rebelde detrás de mí oreja.- ¿Tú tienes novia?

–Tampoco la tengo –Sonrió sin mostrar los dientes.- Aún no he encontrado a la dama indicada para entregarle mi corazón.

–Qué tierno. –Sonreí levemente al escuchar sus palabras cursis.




La prima de cornamenta (Sirius Black y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora