La prima de cornamenta (Sirius Black y tú)

CAP 12: San Valentín

¡MARATÓN! 2/3

Desperté gracias a Darkness, quien ululaba sobre mi cama. La vi y noté que tenía varias cartas en el pico. Vi mi reloj y noté que eran casi las dos de la tarde. Wow, dormí bastante. No había nadie más en mi habitación, así que tomé todas las cartas del pico de Darkness, comí dos o tres chocolates, me vestí y bajé a la sala común. 

Los merodeadores estaban ahí, con cartas en las manos. Me acerqué a ellos y los saludé con una sonrisa.

–Vaya siesta que tomaste –Rió Remus.

–Dormí mucho, fue más un coma que una siesta –Reí, sentándome al medio de él y Sirius.

–Cantas bien –Sonrió Peter. Miré a James.

–En serio tengo que controlarme para no lanzarte un crucio, Potter –Gruñí.

–Ehh... ¿Viste nuestras cartas? –Sonrió, fingiendo inocencia.- ¡Yo tengo veintidós! Siete con nombre y las demás anónimas! –Explicó, entusiasmado.

–Yo tengo seis –Sonrió Peter, con notoria emoción.- Anónimas...

–Yo tengo dos anónimas –Dijo Remus, algo ruborizado.

–Yo... –Comenté y comencé a contarlas- Quince...

–¿Y tú, Canuto? –Preguntó Remus.

–No sé –Sirius se encogió de hombros- Boté a la basura todas, no había ninguna anónima –Me miró. 

–Abre tus cartas, ___ –Sonrió Peter. Asentí y las abrí.

"Eres el sol que ilumina mis días" –Dominic Peverell de Ravenclaw

"Eres tan hermosa, y ese vestido te quedaba tan sexy!" –Louis Wayne de Hufflepuff

"Cásate conmigo:D" –Mark Johnson de Gryffindor

"Me gustaste desde el primer momento en que te vi" –Carl Stark de Hufflepuff

"Aunque me odies, sigues siendo una hermosa sangre pura" –Terence Nott de Slytherin

"Eres hermosa, ruda y con carácter, tal y como me gustan" –Steve Parkinson de Slytherin

Muchas estupideces con nombre, hasta que encontré una sola carta en anonimato, que leí sin mostrar.

"Me cautivaste desde el primer momento en que te vi. Cierto Gryffindor que vive contigo es el problema." –Anónimo.

¿Cierto Gryffindor con el que vivo? ¿Hablaba de James? ¿Hablaba de Sirius? ¿Quién me mandaría eso? ¿Un Gryffindor? O quizás un Hufflepuff, tienen ese palabrerío tierno.

–¿Y esa carta? –Preguntó Remus.

–Qué les importa, es anónima por algo –Gruñí, evitando que vean esa carta.

Subí las escaleras, guardé mis cartas y regresé con los merodeadores. Sonreí con sinceridad y luego levanté el mapa del merodeador con una sonrisita traviesa.

–¿A qué parejas embromaremos hoy? –Sonreí.

–Yo no podré –Dijo James.

–Tampoco yo... –Susurró Remus. Sirius y yo los miramos atónitos.

–Ni yo... –Comentó Peter.

–¿¡Y por qué no!? –Los miré con los ojos abiertos como platos.

–Lunático y yo saldremos con Lily y una de sus amigas a Hogsmade –Comentó. La ira desapareció de mi mente y me lancé a abrazarlo, dando un gritito de emoción.

–¡Qué bueno, primito! –Sonreí.

–¿Y qué harás tú, Colagusano? –Preguntó Sirius.

–Saldré con una chica de... Ravenclaw –Dijo. Asentí.

Cuando los tres se fueron de la sala común y se dirigieron a sus destinos, y yo me quedé con Sirius, en un silencio que me pareció eterno.

–Y bueno, somos tú y yo contra el mundo, Fiera –Sonrió mirándome.

–Eso parece, Canuto –Sonreí, mirándolo.- ¿Entonces?

–Entonces vamos a divertirnos –Sonrió.

Ambos corrimos por los pasillos, embromando a toda pareja que veíamos, y carcajeando al verlos mirarnos mal. Logramos hacer que una turba furiosa de alumnos de segundo y tercero nos persiguieran, así que escapamos a donde jamás nos encontrarían por miedo a seguirnos: El bosque prohibido. 

Nos escabullimos por el bosque hasta perder de vista a los niños furiosos. Ambos carcajeamos.

–¿Viste sus caras? ¡Eso estuvo genial! –Carcajeaba Sirius.

–¡Pero claro! ¿Olvidas que soy la reina de las bromas, Sirius? –Reí, mirándolo.

–En definitiva –Sonrió- Jamás creí que llegarías a...

Un sonido escalofriante hizo que nos paralizáramos. Volteamos a ver de dónde provenía, y vi que Centauros furiosos galopaban por todas partes. Ambos nos quedamos en silencio y observamos, algo atemorizados.

–Shh... –Me susurró- Si no hacemos ruido, no nos verán como una amenaza y estaremos bien, ¿Sí? –Lo miré y asentí, algo nerviosa. Estas criaturas me ponían los pelos de punta.- Tranquila, ___. No voy a dejar que nada malo te pase.

Como reflejo, coloqué mi mano sobre la de Sirius, y éste la tomó, entrelazando nuestros dedos. Me calmé y sonreí. Era increíble cómo me calmaba si él estaba conmigo, me sentía protegida. Creo que Lily y las demás tienen razón. 

Creo que me gusta Sirius.

No puede ser. 

Me gusta el mejor amigo de mi primo. 

Mierda.