CAP 19: ¡Regresó!

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Tardé minutos en reaccionar. Los merodeadores ya estaban en la puerta, riendo y celebrando, y yo estaba ahí. Sentada. Paralizada. A punto de llorar. Sonreí y me levanté. Corrí a toda velocidad hasta la puerta, y abracé al oji-gris que estaba confundido.

-¡Estás bien! -Sollocé, escondiendo mi cara en su cuello. Sentí sus brazos rodearme y oí a James decirle que había estado inconsciente por dos meses.- ¡Creí que no te iba a ver de nuevo!

-Estoy bien, pequeña... Tranquila -Me susurró, acariciando mi cabello. Lloré unos segundos más en su cuello, luego me separé y lo miré. Él me dedicó una sonrisita y se la devolví, a pesar de que lágrimas corrían por mis mejillas. Por un segundo, la ira se apoderó de mí y le golpeé la mejilla con la palma de mi mano, lo más fuerte que pude.- ¡Auch! -Se quejó, llevando su mano a su mejilla.

-¡Eso fue por idiota, por andar en el bosque prohibido solo y por hacer que me preocupe tanto, imbécil! -Le grité, frunciendo el ceño. Él me miró confundido, intentando esconder una sonrisita que solo yo podía notar. 

Sonreí, tomé su cuello con mis brazos, y, sin pensarlo dos veces, uní mis labios con los suyos. Sentí mil mariposas en el estómago cuando me correspondió. Nunca me había sentido tan feliz en mi puta vida. Me separé lentamente, sin romper el contacto visual. Amaba esos grises ojos.

-Y eso fue porque estás bien -Lo miré, con una pequeña sonrisa.- Los veo después en la sala común -Les dije a los merodeadores, antes de salir a toda prisa del comedor.

Corrí hasta la sala común, me encerré en mi cuarto, tomé una almohada, la puse en mi cara, y grité. Había besado a Sirius y me había correspondido. Pero James nos había visto y de seguro hemos muerto. Sirius está vivo y los merodeadores regresaremos. Y... vaya, muchas emociones juntas.

-¡___ Stue Potter! -Entró Cat, a toda velocidad- ¡LO HAS BESADO! -Chilló, emocionada.

-¡SI! -Chillé también, y ambas saltamos felices por toda nuestra habitación. Ella se había convertido en mi mejor amiga.

-¡Y TE HA CORRESPONDIDO! ¿Qué tal besa? ¿Cuándo tendré sobrinos? -Se emocionó, sonriéndome

-Hey, cálmate -Reí- Besa genial, fue mi primer beso -Sonreí, emocionada- Y no tendrás sobrinos por lo pronto -Carcajeé junto con ella.

Hablé con Cat sobre él por mucho tiempo, hasta que caí dormida. 

Desperté, nerviosa por lo de anoche. Me alisté y bajé las escaleras a toda velocidad, rogando no encontrarme con ningún merodeador. No estaba lista para enfrentar lo que había hecho la noche anterior. Desayuné con prisa y luego corrí a nuestra primera clase: DCAO. Hoy aprenderíamos a conjurar un patronus. Cuando todos ya estaban en clase, me aseguré de estar lo más lejos de Sirius como era posible.

-Muy bien, para conjurar un patronus, lo primero que deben hacer es pensar en un recuerdo muy feliz -Habló el profesor- El más feliz y poderoso que tengan. Vamos, piensen. Cuando lo tengan, hacen el conjuro.

Cerré mis ojos y traté de concentrarme en un recuerdo muy feliz. Lo único que pasaba por mi cabeza una y otra vez era el beso de Sirius. Sonreí.

-¡Expecto Patronum! -Exclamé, al parecer fui la primera en conjurarlo.

Una luz plateada salió de mi varita y se formó un... un perro muy grande, con las orejas hacia abajo y la cola peluda. Sonreí mientras mi patronus correteaba por todas partes.

-¡La señorita Stue lo ha conseguido! -Sonrió el profesor, felicitándome.

Luego de eso, noté que James lo consiguió. Su patronus era un ciervo con astas, igual a su forma de animago. 

El de Remus era un ave; el de Cat era un hermoso gatito; el de Lily, una cierva. Vaya, eso podría explicar por qué a James le atrae ella. Quizás sean almas gemelas, después de todo. El de Carly era un delfín; el de Peter, una rata; el de Daryl era un oso. 

Y el de Sirius... oh, vaya. Era un perro con las orejas paradas y cola no tan peluda, pero era un perro. ¿Será porque somos almas gemelas o simplemente son cosas de mi imaginación?

-Tengo que hablar contigo -Me susurró Remus. Me estremecí.

-De acuerdo -Asentí, tragando con dificultad.

Luego de clases, Remus fue conmigo a caminar, y suspiré, nerviosa y temiendo lo que fuera que vaya a decirme.

-Sirius cree que lo besaste simplemente porque no sabías de qué otra forma demostrarle que estabas feliz de que no hubiera muerto. -Dijo- James dijo eso también y Peter lo creyó también.

-Y así fue. -Dije, escondiendo todo lo que en realidad creía. Era una muy buena excusa para que las cosas entre Sirius y yo no cambiaran.

-Puedes engañar a los demás, pero yo sé que no fue así -Me miró. Suspiré y asentí.

-Él fue el recuerdo feliz que usé para invocar mi patronus -Bufé.

-Dale algo de tiempo, ya verás que terminarán estando juntos. -Me dijo sonriendo, asentí.

Luego, fuimos a la sala común, y los demás estaban ahí. Sonreí e hice como si nada hubiera pasado y me senté con ellos junto a Remus.

-Y pues bueno, ¿Qué me perdí estos dos meses? -Preguntó Sirius.

-Nada importante -Comenté.- Lo de siempre, clases aburridas, Quejicus celoso de James, Remus se hizo novio de Carly, eso. -Me encogí de hombros.

-Y mi prima no pudo haber estado más insoportable todo este tiempo -Carcajeó James. Sentí que mis mejillas comenzaban a arderme.

-¿Por qué? -Preguntó.

-Ha mandado a la mierda a todos. Estaba sola y no quería compañía, decía que no quería estar con nadie hasta que despertaras, o algo así -Dijo Peter. Sirius me miró y me dedicó una sonrisa.

-Bueno, estoy de vuelta. ¿Por qué no vamos a hacerles bromas a los demás? -Sonrió.

Todos asentimos y corrimos fuera de la sala común. Ese día perdimos más de cincuenta puntos para Gryffindor.


La prima de cornamenta (Sirius Black y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora