BUSCANDO LA FELICIDAD EN LUGARES ERRÓNEOS «Todo Depende De Ti»

10-BUSCANDO LA FELICIDAD EN LUGARES ERRÓNEOS

Capítulo 10

DENISSE:

El tono en que lo dice es muy seco. ¿Que le pasa? ¿Habrá ocurrido algo en mi ausencia? Tiene la mirada casi perdida.

—José ¿Que sucede?—Pregunto preocupada.

—No no es nada, solo que me acorde de algo que como que no me hace mucha gracia—Intenta fingir una sonrisa.

—Oh entiendo, no quise entrometerme.

—No, para nada, es solo que aun no termina la noche y quiero divertirme, ¿Quieres tomar algo?

—Claro.—Sonrío con la esperanza de que mi sonrisa sea contagiosa como la de él.

Y en efecto, funciona.

Él pide las mismas bebidas de
la noche en que nos vimos por primera vez, una margarita para mi y por supuesto vodka para él.

Nos pasamos la noche hablando de su carrera, fuera de ser él vocalista de Panda (Pxndx) Llevó la carrera de derecho y en sus tiempos libres es abogado, suena loco saliendo de su boca, pero las desventajas de ser su fan y a la vez amiga de el es que lo que me cuenta lo se, pero aumenta datos que no sabia, y es súper interesante como lo cuenta. Me echo a reír cuando me cuenta que una vez, una fan fingió ser acusada de asesinato solo para conseguir sus servicios.

—Así que... ¿Un abogado aburrido de día pero un Rockstar rebelde de noche? Suena interesante desde tu perspectiva. —Digo con una risa muy exagerada.

Voy por mi tercera tercer... No... Quinta margarita. Siento que el alcohol recorre mi cuerpo, la adrenalina sube. Mis mejillas están completamente rojas, y no porque este avergonzada, estoy ebria.
Siento las consecuencias al intentar pararme para ir por una margarita mas.

—Bueno, es interesante dependiendo de la situación, todo el mundo vive del dinero, y no me va mal como abogado, pero no te niego que prefiero estar parado rockeando con mis amigos en un súper escenario a estar sentado en una oficina haciendo papeleos.—Dice con toda sinceridad.

—¡Hey! Suficiente con las margaritas, estas ebria, sientate—Me advierte muy divertido.

—Solo una porfa—Digo juntando las manos a manera de suplica.
No sirve, tira de mi brazo y hace que me siente.

—Denisse, lamento decirte esto pero te quedarás en mi departamento—Dice tranquilo.

—¡¿Que?! No, ¿Porque?—Se me escapa una risa divertida al imaginarme rodando por las escaleras de su departamento.

—No puedo llevarte en ese estado a tu casa, ¿Que dirán tus padres? Llamalos y diles que te quedarás en casa de una amiga—Dice giñandome el ojo.

Bajo la cabeza y no pienso bien con claridad, solo me limito a asentir. Siento que en algún momento se enterará. Pero hoy no... El me dijo que tendríamos tiempo para hablar de nosotros. No de el «Nosotros» como ... ¿Que estoy diciendo? De nuestros problemas, o como sea.

—Denisse... ¿Dije algo malo? Disculpa.

El no esta ebrio, a pesar de que lleva cinco vasos. Supongo que los fines de semana le sirvieron de práctica.

—No disculpa, solo estaba pensando... En que excusa inventar—Le sonrío.

—Apuesto que debes de ser una experta.—Dice riéndose.

—Si claro...—Digo sarcásticamente.