La Música puede unir Corazones

Primer dia, una amiga y una zorra

Mi padre me dejó en la puerta del instituto y caminé hacia allí. Cuando entré no podía creer que estuviese allí, parecía que estuviese en una película, había gente cantando, tocando diferentes instrumentos, haciendo música con objetos y mas. Todo me encantó, era genial.

Sonó el timbre y la directora nos llevó a una sala para conocernos y demostrar nuestros talentos.
El primero fue un chico que tocaba el saxofón, era genial, lo tocaba con mucha facilidad mientras se movía al ritmo de la música.

Siguieron pasando y mas divertido se hacía. Mientras escuchaba a una chica que tocaba el violín sentí que alguien me observaba, miré por el rabillo del ojo y era un chico, me resultó conocido pero no podía mirarlo bien. Me di vuelta disimuladamente y lo ví. Era el. Matthew.

No podía creer que el tambien iba a estar en el mismo instituto que yo. Y no podía creer que era músico. Le sonreí y el me devolvió la sonrisa.

-Sr. Rain- dijo la directora.

-Aquí-dijo Matthew y se dirigió al frente, se colocó su guitarra y empezó a tocar.

Tocaba hermoso pero cuando empezó a cantar casi me desmayo. Cantaba hermoso, su voz era algo grave y aguda a la vez. Quedaba tan sexy con ese pelo alborotado, la guitarra y su hermosa voz.

Todos aplaudieron y yo tambien.

-Gracias-dijo bajando del escenario. Las chicas babiaban. Me miró y me guiñó un ojo tratando de seducirme. Idiota.

-Henman- dijo la directora buscandome con la mirada.

-Aqui- dije muy nerviosa y me dirigí al escenario.

Empecé a tocar el piano. Canté una canción mia, mi preferida. Sentía su mirada en mí, que me ponía aún mas nerviosa. Terminé y todos aplaudieron asombrados.

-Tienes una hermosa voz- me dijo la directora.

-Muchas gracias-dije sonriendo y bajando del escenario. Me sentía aliviada. Me senté en mi silla y escuché a los otros chicos.

-Cantas genial, y tambien tocas genial el piano- dijo una chica que estaba sentada a mi lado.

-Gracias, tu tocas genial el violín, me encantó-dije sonriendo.

-Gracias, ¿quieres ir a tomar algo después de clases? Para conocernos mejor- dijo.

-Me encantaría- sonreí.

Después de pasar todos al frente, la directora nos entregó los horarios y nos mostró cada rincón del instituto.

Sonó la campana y cada cual se dirigió a su clase. Me tocaba Canto. Me dirigí al salón de Canto y tomé asiento.

-Buenos dias, chicos. Soy la señorita Steffani- dijo la profesora. Tenía una voz chillona que daba cáncer de oído.

-Buenos días- respondimos todos juntos.

-Tendrán que ponerse de pie, vamos a trabajar con una canción llamada "Heal the World"- Dijo la profesora. Esa canción no estaba tan mal pero era algo vieja.

La anciana nos entregó la letra de la canción a cada uno y empezó a tocar el piano. Empezamos a cantar y sonó muy bien, todos tenían muy buena voz.

-Quiero a un chico que se anime a cantar las estrofas que no pertenezcan al estribillo- dijo la anciana dejandonos sin tímpano-Sr. Rain, ¿se anima?- dijo.

-Okey- dijo Matthew con pocas ganas.

-Y también necesito a una chica, que levante la mano- dijo, yo levanté la mano pero no fui la única, otra chica tambien lo hizo mirandome con mala cara. Me olía a zorra. Yo levanté la mano mas alto y ella hizo lo mismo y así cada vez más.

-Bueno, Señorita Henman, pase por favor- me dijo la profesora. La zorra me miraba con una ceja levantada y me sacaba el dedo del medio, yo le respondí con el mismo gesto y mirandola con asco. Puta.

Miré a Matthew el cual estaba distraido con sus amigos.

-Henman, Rain, ¿estan listos?- preguntó la anciana. Los dos asentimos- Ustedes harán una estrofa cada uno- dijo y empezó a tocar el piano.

Empezó cantando Matthew la primera estrófa, dejando como bobas a las chicas, las cuales se derretían por él. Luego seguí yo cantando las partes más agudas. Matthew me miraba asombrado mientras yo trataba de no mirar hacia el, yo era algo tímida con los chicos.

La canción terminó y todos aplaudieron, menos la zorra, que nos miraba de brazos cruzados y enojada.

Sonó el timbre y todos salimos pero alguien me agarró del brazo para que me detuviera. Era Matthew.

-Hola- me dijo- todavía no me dijiste tu nombre- dijo con una sonrisa.

-Hola, me llamo Bella-dije algo tímida.

-Oh, ahora que te veo, nunca pense que el Sr. Henman tuviese una hija tan sexy- dijo mirando mis pechos.

-¡Idiota!- le dije enojada y me fui.Yo sabía que era un idiota.

-Hola- dijo la chica del violín-Bella, ¿no?- preguntó.

-Si, ¿y tu?-le pregunté.

-Me llamo Sarah, ¿todavía quieres ir a tomar algo?- dijo sonriendo.

-Si claro, vamos- dije y nos dirigimos a un lugar donde venden batidos.

[...]

-Asi que eres de España- dijo Sarah, asentí- y viniste aquí a Hollywood con tu padre-dijo.

-Exacto- dije riendome por la reacción de Sarah.

-Ashí que hablash todo ashi- dijo tratando de imitar el español de España.

-Jajaja no eres buena imitando- dije riendome.

-La verdad que no- dijo con una sonrisita de niñita-Ahora regresemos que sino nos perderemos clases- dijo y nos dirigimos al instituto.

[...]

Estabamos en clase de Historia de la Música, que me había tocado con Sarah pero no con Matthew. Era mejor, porque tampoco quería ver a ese idiota.

-¿Qué saben del Barroco?- preguntó el profesor-¿Nada?- dijo al ver que nadie levantaba la mano-Bueno, el Barroco fue...- empezó a explicar pero me perdí en mis pensamientos.

Pensé en Matthew, de lo guapo que era, de su hermosa voz, de como tocaba su guitarra. Pero despues pensé en lo idiota que era, como la mayoría de los chicos guapos.
Pensé en mi familia, la extrañaba mucho, sobre todo a mi madre y a mi abuela, que fueron las que me ayudaron en todo.

-¡Sra. Henman!- el profesor me sacó de mis pensamientos.

-¿Si, profesor?- pregunté.

-¿Que piensa acerca de lo que dije?- me preguntó. Yo no sabía que responder. Pero una cosa hermosa llamada campana me salvó, quede aliviada.

-Seguimos la clase siguiente, no olviden traer la información- dijo el profesor.

Salí al pasillo con Sarah y me despedí de ella, era hora de salida. Mi padre me esperaba afuera con la música del auto prendida.

-¿¡Como te fue, Pitufa!?-gritó mi padre, le dí un beso y respondí.

-Me fue genial, me encanta- dije contenta.

-Me alegro mucho-dijo sonriendo-¿Que tal si vamos por un helado?-dijo entusiasmado.

-Me parece una idea genial- dije sonriendole.

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Foto de Emily en archivos multimedia.

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