¡A patear traseros!

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-No iré a visitarte sola...–dijo mi madre en el teléfono.

-No entiendo–dije confundida.

Se escuchó una risita del otro lado de la línea.

-Llevaré a dos personitas conmigo...

-¿Qué? ¿Quienes?

-Empiezan con A...

-¡Mamá, ya dime!–reímos.

-Está bien te diré...¡Tus amigos irán conmigo!

-¿A-Alice y D-Derek?–dije sin poder creerlo.

-¡Sííí!

-¡¿Qué?! ¡Aaaaaa!–grité contenta–¡¿De verdad?!

-¡Sí!

-¡AAAAAAAA! ¡TE AMO, MAMÁ!

Creo que en ese momento dejé sorda a mi madre. Ups...

[...]

-¡Faltan dos días!–le grité a Matthew pero no me escuchó porque tenía puestos sus auriculares–. ¡Matthew!

Me crucé de brazos frente a él mientras observaba como movía su cabeza al ritmo de la música y tocaba una guitarra imaginaria.

Le hice señas para que me viera. Estaba muy concentrado con su guitarra imaginaria.

-¡Ah! ¡HOLA!–gritó demasiado fuerte porque tenía puestos sus auriculares aún.

-¡Ah! ¡HOLA!–gritó demasiado fuerte porque tenía puestos sus auriculares aún

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Se los quitó y los guardó en su mochila.

-Casi me dejas sorda...

-Lo siento–rió–.¡Faltan dos días para conocer a mi suegra!

-¿Puedes dejar de gritar la palabra "suegra" por todo el instituto?–reí.

-¿Qué tiene de malo? ¡Es que mi suegra vendrá dentro de dos días!–volvió a gritar.

Me crucé de brazos y me hice la enojada.

-Aawww se enojó–Matthew hizo puchero divertido y se acercó para besarme pero aparté mi rostro–. Con que te haces la enojada, ¿ah?

Me dedicó una sonrisa pícara y yo lo miré asustada.

-No, no, no. Por favor, Matthew. No lo hagas.

-Mm...–se acercó a mí lentamente.

-Por favor, no te me acerques–lo aparté y arqueó sus cejas.

-Te haces la difícil–rió–. Ya verás.

Comenzó a hacerme cosquillas sin parar. MIERDA. Él sabía que ese era mi punto débil.

-¡No! ¡Para!–comencé a reir a carcajadas–¡Mattheeeew!

Estábamos solos en la sala de canto, por suerte, porque gritaba como una loca.

La Música puede unir CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora