009. Forbidden. 1/2

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—¡AHHHH! —el ojiazul soltó un fuerte grito y votó todas las cosas del tocador.

Se jaló del cabello con ambas manos, ¿qué mierda estaba pasando? No podía creer lo que había visto antes, sentía como si le golpeaban en la boca del estómago millones de veces, ardía y no quería que fuera así. ¿Por qué actuaba así?

Dea vino riéndose, pero su sonrisa se esfumó al ver a su castaño amigo al borde de la locura.

—Hey, Tommo, ¿estás--

—No, no lo estoy, estoy jodidamente mal. —la morocha se sobresaltó al escucharlo gritar así y observó todo el lugar.

Estaba todo destrozado.

—¿Qué ha pasado? —no hubo respuestas. —¿Qué. Ha. Pasado. Louis? —repitió con voz firme y Louis suspiró.

Dios, ¿cómo explicarlo si tan solo recordarlo le dan ganas de vomitar? Nunca iba a poder olvidarlo, creyó que todo iba a ser perfecto. Pero no, el estúpido universo se encargaba de cagarse encima de él y eso le ardía por dentro.

Dos horas antes.

—Preciosa, cálmate, todo saldrá bien. Me lo prometiste. —murmuró Louis acariciando el cabello de la ojimarrón.

Ella se apartó con una cara de pocos amigos.

—Hay un montón de personas, ya que se te ocurrió la magnífica idea de decirle a Niall de esto. Te odio. —gruñó y el ojiazul reprimió una carcajada. Dea lo fulminó con la mirada.

Louis no se pudo aguantar y soltó una carcajada. Ella le dio un manotazo en el hombro, así estuvieron hasta que Dea se dio por vencida, se cruzó de brazos e hizo un puchero mientras inflaba las mejillas.

—Vale, vale. Ya va siendo hora, ¿listos? —dijo Josh viniendo por atrás con una sonrisa e hizo un movimiento con sus manos, tocando una batería imaginaria.

Niall llegó detrás de él. Hicieron un largo contacto visual, el rubio fue el primero en apartar la mirada con un leve enrojecimiento. Miró a ambos con una sonrisa y suspiró.

—Bueno, hay un montón de gente ahí fuera, espero que lo hagan bien, chicos. —le deseó suerte y volvió a mirar a Josh para luego irse torpemente.

—Puede que soporte a Liam y a Zayn, pero esto... —Louis fingió tener escalofríos y Dea bufó.

—Yo tengo que soportarlos a ellos y a ti con Harry, así que...

Josh abrió los ojos sorprendido y Louis se dio un golpe mental.

—Espera, ¿Harry? ¿El de ojos verdes que es demasiado lindo? —Dea asintió con una sonrisa. —Pero si es una cosita linda, ¿cómo puede querer estar con un imbécil como el enano?

—Exacto, eso mismo digo.

—Por si no les interesa, sigo aquí —murmuró Louis levantando la mano, ambos lo miraron y se fueron a otro lado, dejando al ojiazul solo. —Idiotas.—susurró enojado.

En el estacionamiento del bar, Harry estacionó perfectamente. Bajó de su escarabajo rojo, le puso seguro a la puerta y empezó a caminar. Reconoció a Lily de inmediato, vio el capó y sonrió inconscientemente, recordando esa noche en el que Louis y él estaban fumando juntos.

Juntos.

¿Por qué esa palabra tan pequeña significaba algo tan grande?

Sintió una familiar sensación y siguió con su camino. El lugar estaba lleno, como de costumbre, fue directamente hacia la barra para encontrarse con Dea y ver la sorpresa que tenía para él, pero no estaba ella, sino otras personas. Cuando fue a preguntar por ella todas las luces se apagaron y se enfocaron en el escenario, revelando a un Louis con su micrófono en su mano.

OLX  »Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora