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026. Promise?

El celular de Harry empezó a sonar, mis pies se sentían helados, al igual que mi trasero y espalda. Abrí los ojos y me arrepentí al instante, los apreté y gruñí. El tono del celular se volvía cada vez más irritante.

-Mierda.

Hola, soy Harry. Lamento no poder contestarte pero deja tu mensaje.

-Puta madre, rizos, contesta. No sé dónde putas está Louis y tú eres mi última esperanza, ni Eleanor sabe donde está. Si está contigo, me avisas, sino también. O AUNQUE SE BÚSCALO -se escucharon sonidos secos, como si se cayeran algunos libros y varios gruñidos- Carajo.

-Digo lo mismo -me apoyo en un brazo y me sobo la cabeza mientras hago varias muecas -Diablos, prometo nunca tomar así en mi vida.

Un cuerpo tibio se movió en mi espalda y unas manos suaves se posaron en mi torso, unos gordos labios se posaron en algunos de mis lunares y eso hizo que la resaca disminuyera un poco siquiera. -Y yo haré que rompas esa promesa, porque sino no hubieras venido anoche y no hubiéramos tenido el mejor sexo de nuestras vidas.

Sonreí y volteé, él estaba totalmente envuelto en sábanas y yo estaba totalmente desnudo. 

-Pero que lenguaje pero para más vulgar, Styles, debería darte una nalgadas para que aprendas a hablar apropiadamente.

-No me quejaría en lo absoluto. -ambos sonreímos y juntamos nuestros labios.

Harry se posó encima mío a horcajadas sin dejar de besarme, lamí su labio inferior y me dio paso a su boca. Mi lengua se juntó con la suya y jadeó, mis manos fueron a su espalda baja y di un ligero golpecito, él gimió mientras mordía su labio inferior.

Su celular volvió a sonar y me separé de él un gruñido, se bajó de mí mientras arrugaba su naricita por su enojo. Tomé el aparato y visualicé el identificador de llamadas, era un número desconocido pero de todas maneras contesté con falsa amabilidad.

-Buenos días, celular de Harry. ¿Quién...

-¿Louis? -la voz de Eleanor entró a mi oído y la sonrisa se me esfumó -Amor, me alegra que estás bien, pero... ¿qué haces en la casa de Harry?

Me cago en toda mi puta existencia.

-Hey -mi voz sonó más aguda de lo normal y carraspeé -Hola, corazón. Bueno, yo... -empecé a balbucear hasta que sentí como Harry corrió hacia mí y me arrebató su celular.

-Buenos días, Eleanor... Sí, él está bien, solo que anoche tomó demasiado... No, él ya vino así... Eso era justo lo que iba a hacer... Claro, yo le hago saber... Adios -tiró el celular a un lado y se puso mi bóxer que estaba en los pies de la cama mientras sonreía -De nada, parecía que te iba a dar un infarto.

Suspiré y respiré tranquilamente. Todo seguía en orden.

-¿Qué te dijo? -murmuré mientras tomaba mis jeans negros y me los ponía.

-Bueno, primero insinuó que yo te había emborrachado y le expliqué que no. Después dijo que te diera una aspirina y mucho café para la resaca y que te dijera que vayas con ella de compras para un terno porque el cumpleaños de su abuela es en dos semanas, creo -hizo una mueca y se tiró en la alfombra mientras estiraba sus brazos encima de su cabeza.

Tan solo bastó con ver eso para provocarme una semi-erección.

Su sonrisa me hacía ver que él sabía lo que hacía, mis bóxers se veían tan bien en él. Me puse de rodillas en sus pies y como un león atajando a su presa empecé a ir lento. Atrapó con sus dientes su labio inferior, abrió ligeramente sus piernas y dejé un ligero beso en su rodilla. Gimió por inercia. Mi mano fría tomo su muslo tibio, eso hizo que se estremeciera y cerrara los ojos. Besé su muslo interior, dejando más marcas alrededor de este.