006. Fake brothers.

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El vasito humeante estaba en la mesa, el negro del café estaba brilloso y olía delicioso. Miraba pasar y pasar a familias, algunas sonreían al enterarse que su ser amado seguía aquí, en este mundo y que se iba a recuperar; otras lloraban porque su familiar estaba en un lugar mejor.

Ellos... ellos estaban con sus propios problemas, los resolvían o ya lo tenían resuelto. No es que pensaba que era injusto. No, claro que no. Es solo que tenía envidia de que ellos pudieran tomar la decisión y no afectar a nadie.

Pero, ¿por qué pensaba en eso si recién conocía a Louis? Era totalmente ilógico.

-Deberías tomar ese café, se te enfriará. -el rizado se sobresaltó al escuchar esa voz, volteó y se encontró con unos ojos azules.

-Seguro.

Harry tomó un trago de su café, Louis se sentó al frente suyo de la mesa de la cafetería del hospital. Liam y Zayn le había terminado de contar cómo había sucedido el problema y el porqué de que Liam estuviera internado.

El ojiazul lo miró con más precisión, sus rizos caían por sus hombros y alguno rebelde caía por su frente, sus ojos verdes miraban a la nada y lucían perdidos. Y luego llegó a sus labios, parte que Louis se moría por probar una y otra vez, y otra, y otra y así sucesivamente. Mierda, ¿y si Dea tenía razón? Puede que sea normal pero con él no había pasado, hasta ahora, que por un estúpido consolador lo conoció y se quedó fascinado por su belleza, su inocencia y su hermosa actitud.

-Toma una foto, he oído que dura más. -escuchó decir a Harry y el castaño salió de... donde hubiera estado.

-Lo siento, solo estaba--

-No importa -lo interrumpió el menor y se levantó de su asiento para ir a ver cómo iba la operación de su amigo. Sintió unos pasos detrás de él y se detuvo. -¿Puedes dejar de seguirme? Quiero estar un momento solo, por favor.

-¿Pasa algo? -preguntó Louis y eso hizo que Harry pierda el control.

-¿Sabes qué? Sí, si pasa algo, Louis: pasaste. -respondió, señalándolo con su dedo índice, se dio media vuelta y se hubiera ido si Louis no lo hubiera tomado del brazo y le hubiera dado vuelta para encararlo.

-¿Eso qué mierda significa, Harry? -susurró Louis ya que estaban tan cerca, pero tan cerca que si se estiraba un poco, cumpliría su fantasía anterior. -Parece que no lo notas, ¿uh? Ambos estamos iguales y puede que esté algo ebrio para decir esto, pero es que tengo tantas ganas de... -observó como Harry también miraba sus labios y reaccionó para luego soltarlo lentamente. -Olvídalo.

-¿Ganas de qué? ¿Golpearme, gritarme, em--

-Besarte.

Louis respondió y Harry se quedó paralizado. Se había quedado boquiabierto, no podía creer lo que acababa de decir, ¿era una alucinación suya? Al parecer no, porque seguía parado ahí como un idiota que empezaba a sonrojarse por algo como eso. Bueno, tampoco el chico que te gusta te dice eso todos los días.

-Tú...

-Sí, Harry, yo. Yo... no sé qué es lo que me pasa, te miro y... no lo sé. Yo nunca me había sentido así por un hombre, entonces vienes tú y me haces dudar de todo lo que yo conocía y sabía -confesó el ojiazul, pero Harry seguía ahí, sin hacer nada. -Por favor, dime algo o me volveré más loco de lo que ya estoy.

No podía quedarse ahí.

-Lo siento, tengo que ir al baño. -respondió y corrió hacia el lugar que había dicho.

Al entrar se aseguró que hubiera nadie, puso el pestillo y se recargó sobre la puerta para soltar todo el aire que no sabía que contenía. Cerró los ojos y empezó a tomar bocanadas de aire. Louis se quedó ahí, sin aceptar lo que había pasado. El rizado se levantó hacia el lavabo, lo abrió y se mojó el rostro.

OLX  »Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora