010. Forbidden 2/2

106 21 3
                                    

—Louis, respóndeme —dijo la morena al no obtener una respuesta de su amigo.

—Yo... yo... —a Louis parecía no entrar nada a sus pulmones.

La expresión molesta de Dea cambió radicalmente a una de preocupación. Corrió hacia él, con cuidado de no cortarse porque el ojiazul había botado todas las cosas y se había roto. Louis puso su mano en el pecho y se apoyó en el tocador. 

—Puta madre, te está dando un ataque de pánico —murmuró Dea y él asintió buscando aire. —Oye, oye, mírame. ¡Mírame, Louis! —lo tomó de las mejillas. —Vamos, pequeño idiota, respira conmigo, anda —su orden sonó como una súplica. Dea suspiraba, haciendo gestos para que el castaño la siguiera y lo empezó a hacer. —Eso, sigue, lo haces bien —murmuró y Louis pudo tranquilizarse. —Ahora sí. ¿Qué mierda ha pasado?

Louis se pasó las manos por su rostro y suspiró.

—¿Recuerdas cuando estábamos peleando y Harry nos gritó? —Dea asintió con el ceño fruncido. —Algo más pasó después.

De nuevo estaba ahí, la morena siendo aplastada por los cuatro. Se había cansado de eso y salió por debajo de la mesa sin que se dieran cuenta.

—Y... ¿te gustó cómo ha cantado mi guapísimo novio, Harry? —preguntó Eleanor, entrelazando sus dedos con los de Louis.

—Sí, lástima que no lo hayas visto desde el principio.

Se formó un silencio incómodo, muy incómodo. Taylor propuso bailar, todos estuvieron de acuerdo y se pusieron de pie. Los cuatro muchachos se metieron entre la gente que bailaba una canción electrónica muy energética. Se escuchaban risas, lenguas chocando, gemidos y chillidos. Empezaron a bailar al ritmo de las personas.

Hubo un momento en el que la morena se puso de puntitas hacia el oído del ojiazul.

—En un momento tengo que irme, no hay nadie quien se quede con la abuela. o siento mucho, es que... —Louis dejó de escucharla desde ese momento.

Si Eleanor no estaba, no tenía a nadie colgado del hombro y si no tenía a nadie colgado del hombro, podía hablar con Harry.

—Tranquila, amor. Lo entiendo, puedes ir. —Eleanor sonrió de oreja a oreja y besó su mandíbula.

—Gracias. Te amo, amor. —respondió ella y él no respondió.

Solo sonrió, besó su cabeza y siguieron moviéndose al ritmo de la música. Luego de eso, el castaño alzó la mirada en busca del ojiverde, frunció el ceño al no verlo con su rubia novia. 

A Louis le dieron ganas de vomitar. No le gustaba que las palabras 'Harry' y 'novia' estén en la misma oración. A menos que la última palabra esté en estado masculino. Sip, Louis era algo posesivo. Tenía su justificación, claro está, todo lo que quería lo conseguía. 

Y puede que empiece a querer a Harry.

Ya era hora de que la morena vaya a casa, ambos salieron del bar a tomar un taxi para dirigirla hasta su destino. Una vez que el taxi se fue junto con ella, Louis regresó al bar. Quería hablar con el ojiverde, decirle que se deshaga de su 'anémica' novia y poder hablar de... ellos.

Lo buscó, pero no lo encontró, menos a Taylor.

Se estaba dando por vencido hasta que pasó por el baño y escuchó unos ruidos.

Tenemos que retroceder unos minutos para esto. Harry y Taylor estaban bailando, uno muy cerca del otro, la rubia empezó a tocar las partes sensibles del rizado, haciendo que se estremeciera o jadeara. Ella sonreía al ver el efecto que causaba.

OLX  »Larry AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora