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019. "Fifty Shades of bullshit."

Louis abrió los ojos el día siguiente.

Estaba solo en la cama, frunció el ceño. Se sentó y observó el lugar, las cosas de Harry ya no estaban ahí, tal vez se haya ido temprano.

Se encogió de hombros y se levantó de la cama. Se puso un pantalón de algodón y salió del cuarto.

Arrastró sus pies hasta la cocina, Niall estaba sentado en la mesa con una taza de café en la mano y una caja de pizza enfrente suyo.

—Buenos días, dormilón. —lo saluda el rubio y Louis se sienta a su lado.

—Hey, hola —susurra y se pasa una mano por el cabello. —¿Y Harry? —preguntó.

Hace dos horas.

—Mierda. —gruñó el rizado al levantarse de la cama.

Repitió esa palabrota una y otra vez mientras se vestía. Esto no era nada bueno, estaba al lado de Louis que solo se encontraba en bóxer (porque él no sabía que había vomitado encima de él y se tuvo que sacar la ropa) y tenía un gran dolor en el culo (porque la noche anterior se había caído mientras cumplía el reto de las cervezas).

Esto era el final para él.

Se puso sus ropas rápidamente y salió de ahí, chocándose con Niall.

Corrió hasta la puerta sin siquiera despedirse. Su cabeza dolía fuertemente de la resaca, no recordaba nada de la noche anterior, quería ir a casa.

—Ah, él estaba tranquilo, se fue en la mañana. —murmuró Niall.

—Argh, ¿otra vez pizza, Ni? Harás que vomite. —se escuchó en sus espaldas.

Dea se sentó al lado del castaño, lo codeó y levantó una ceja mientras sonreía. Tomó la taza de Niall y bebió un poco de ella.

—¿Y? ¿Cómo pasaste la noche? —preguntó ella mientras tomaba una tajada de pizza de la caja.

Louis rodó los ojos.

—Vete a la mierda, preciosa. —Dea soltó una carcajada y la mañana pasó toda normal.

Harry's Pov.

Estoy traumado.

El trasero me duele y tengo miedo.

Una parte de mí espera que sean alucinaciones mías, que no haya tenido sexo con Louis. Pero la otra parte de mí odia no recordar lo que pasó anoche.

No, no puedo sacar conclusiones ahora, tengo que...

—¿En qué piensas, hermanito? —escucho decir a Gems y se sienta al lado mío del sofá.

"En si Louis, el chico que no deja de provocarme, me folló anoche o no", no es una opción, así que...

—No tiene importancia.

—Por tu rostro, parece que sí —suspira y empieza a jugar con mi cabello. —Es por Louis, ¿Verdad?

Mierda.

Tengo que sincerarme con alguien, pero no sé con quién. Necesito explicarle a alguien lo loco que me pone ese muchacho de ojos azules.

—No sé qué hacer, Gems —murmuré y resoplo. —Yo... me estoy volviendo loco, mierda. Él siempre viene con sus jueguecitos, sus besos, sus toques... sus sonrisa, hace que el mundo se detenga y mi corazón vaya con rapidez.

Gemma ríe por lo bajo.

—Tranquilo, eso siempre pasa. Sé que eres bisexual y eso, no debes tener miedo, Hazz. —dijo.