The Assistant [Yoongi] (En Re-edición)

011

NARRA SEON JIN

Estaba frente al tocador, finalmente el sol había aparecido hace algunas horas. Cepillaba mi cabello mientras escuchaba un poco de música clásica.

—Te vez realmente bien.— me animo frente al espejo

Lo cepillé en su totalidad, tomé mi toalla y fui directamente al baño a tomar una ducha. ¿Es mucho pedir un minuto de relajación?.

—Se hace tarde.— abro el grifo dejando que mi piel absorba el agua que se desliza por ella —Esa fue una larga noche.— suspiro denso

Mientras fregaba mi cuerpo con la esponja, coloqué mi mano en mis labios. ¿Por qué no solo fue un mal sueño?. Recordé al instante lo que había pasado.

Yoon Gi me había besado.

—Vaya tonta, no debí haber ido anoche. Nada de esto hubiese pasado.— reprocho y golpeo levemente la pared

¿Se acordará de ello?.

Salí de la ducha y me coloqué la ropa, tenía mucho miedo de ir a trabajar. Todo estaba previsto a que encontraría a Yoon Gi de una u otra forma.

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Al entrar en la oficina pude divisar a Bung Yeon quién ya hacía esperando mi llegada.

—¡Seon Jin!. Buenos días.— saluda con una pequeña y sofisticada sonrisa

—B-buenos días.— respondo un poco torpe

—¿Qué pasó?.— pregunta algo despistada —Ayer desapareciste de la fiesta.— arquea una ceja en manera interrogativa

—Sí sobre eso... surgió algo más importante que atender.— respondo con semblante nervioso

Sí, anoche nuestro jefe me besó. ¡Claro! Muy importante. Sarcasmo.

—¿Qué clase de asunto?.— pregunta desinteresada

—Por favor, sí me dices que me quede prometo hacerlo.

La escena viene a mis pensamientos y la desaparezco con un agitado movimiento de cabeza.

—Asuntos familiares.— esbozo una sonrisa totalmente fingida

Camino hasta llegar a su despacho. ¿Estará ahí dentro?. Tomo el picaporte, me sudan las manos de solo pensar que podría estar ahí.

¿Qué pasa si pregunta sobre anoche?. ¿Y sí se lo dice a alguien más?.

—¡Bien!. Solo actúa como si no hubiese pasado absolutamente nada.— me animo primero antes de tocar a su puerta

Golpeo levemente la puerta pero no obtengo una señal del otro lado. Me doy por vencida, dispuesta a enfrentar lo que sea, abro la puerta por méritos propios.

Y ahí esta él.

Admirando el ventanal, sus manos sobre sus caderas. Su vista parece perdida, se nota lo mucho que sus ojos se divierten admirando toda la ciudad.

Finjo toser para llamar su atención. —Buenos días señor Min.— saludo formalmente hacia él

Se gira levemente para verme directo al rostro, arquea su ceja notoriamente y luego regresa a su antigua postura.

Bien. Parece no recordar nada de anoche.

—Llegas temprano.— habla de repente

—¿Eh?. ¡Ah! sí, eso creo.— ¿Por qué me estoy comportando de esta forma?