The Assistant [Yoongi] (En Re-edición)

021

Mis dientes estaban contraídos entre sí. El nerviosismo en mi cuerpo había causado una especie de trance en el cual me encontraba.

Siento como las cálidas manos de Yoon Gi envuelven mi cintura dando paso a apoderarse de ella. Besa mi frente en motivo de una vergonzosa disculpa.

¿Por qué me has hecho eso?, ¿Por qué tú?.

—No volverá a suceder, perdóname... fuí un idiota.

Me sentía sucia, utilizada y sobre todo traicionada. No sabía que alguien como él llegaría a estos extremos.

—No es tu culpa, fuí yo la que habló de más.— le miró a los ojos —Anda, puedes irte.

—Sí.— suspira pesado levantándose de la cama para ir directo a la puerta

Antes de girar la perilla se acerca de nuevo hasta mi y toma mi rostro con una de sus manos.

—Hablaremos mañana, no quiero dejar esto así.— susurra un poco para luego retirarse de la habitación

—Nunca hubo un tema sobre "Nosotros".— agito mi cabeza para olvidar lo que acaba de ocurrir hace algunos momentos

Escucho sonar el teléfono de la sala, acomodo mi ropa y voy enseguida.

—¿Diga?.— veo el número en el identificador

—(¿Qué haces despierta a estas horas?).— una suave voz traspasa el otro lado de la línea

—Ah, Jungkook. Estaba esperando tu llamada.— sonrío un poco al saber que se trata de él

—(No te duermas hasta tarde, las princesas deben descansar para seguir siendo bellas).

¿Cómo es capaz de conseguir una sonrisa de mi rostro?.

—(¿Tienes planes mañana?, quiero tener una cita contigo).

¿Una cita?. ¿Conmigo?.

—Trabajaré mañana, pero creo que puedo arreglármelas para salir temprano.— mis labios nuevamente producen una curva para formar una sonrisa

—(¡Perfecto!, te llamaré para confirmar. Nos vemos hasta mañana).— escucho su suave risa al despedirse

Asentí para luego colgar la llamada. Levanté enseguida el teléfono y llamé al mismo número de costumbre.

—(¿Pasa algo?).— escuché decir a Yoon Gi con un tono de preocupación

—S-soy yo.

—(¿Seon Jin?).— su respiración era muy espesa

Pude escuchar la forma difícil en la que su saliva pasó por la garganta.

—(¿O-ocurre algo?).

—Necesito un favor.— contesto sin ninguna expresión

—(Sí claro, ¿Qué es?).

Suspiro pesado antes de continuar.

—¿Puedes darme el día de mañana?. Ya sabes, necesito... un tiempo a solas.— giro mi vista hasta la ventana que adorna la sala

Está en silencio.

—(De acuerdo, te veré hasta el martes).

—S-sí.

Un silencio perturbador reinó en ese instante, podía escuchar su respiración a través de la línea y creo que también el podía escuchar la mía.