The Assistant [Yoongi] (En Re-edición)

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NARRA YOON GI

¡Odio tanto sentirme de esta manera!, no puedo ni aunque quiera olvidarme de ella sé perfectamente que mi mente se resigna a tratar de olvidarla.

—Será mejor que despeje la mente o no podré dormir— tomé mi abrigo para luego salir de mi oficina sin rumbo alguno

Ella terminó siendo parte de mi agenda también y de mi vida cotidiana en la empresa.

Pero eso es inútil ahora ya que tomó su decisión y no podré hacer que cambie de opinión, es más creo que no la necesito ni a ella ni a su presencia.

NARRA SEON JIN

Iba a paso lento por la calle mientras que a la vez luchaba por desenredar cada uno de los nudos de ideas en mi cabeza, no puedo creer que el padre de Yoon Gi se haya dignado a seguirme de nuevo la pista solo para asegurar su reputación.

Definitivamente me queda claro lo patética que se ve la gente rica tratando de salvar su estatus.

Vi la señal verde de cruce y guardé las fichas del autobús en mi bolsillo, al mirar al frente noté una figura que me era familiar de alguna forma, entrecerré los ojos para ver mejor. Una sorpresiva expresión se dibujó en mi rostro al reconocer aquel hombre que iba a cruzarse de igual forma el otro extremo de la calle.

—E-es él — ¿Por qué de pronto me porto así? —Es Yoon Gi.

¿Cómo se supone que debo actuar ahora?, ¿Debería decir algo?

—De acuerdo, solo vas a ignorarlo Seon Jin, no te inquietes — me susurré a mí misma

Levantó la mirada encontrándose justo con la mía y sus ojos ligeramente abiertos delataban que estaba igual de sorprendido que yo pero esta se tornó a una más fría y terminar borrando cualquier rastro de lo anterior.

Estamos a unos escasos centímetros de enfrentarnos por completo.

—Veo que estás muy bien, me da gusto que hayas podi-

Él acaba de pasar de largo obviándome por completo.

Dejó que mi frase se volara en picada al suelo, me giré y ví que no se inmutó ni siquiera a devolverme la mirada; De alguna manera mis mejillas comenzaron a calentarse debido a la vergüenza de este momento.

Quisiera que la tierra me tragara justo ahora, fui una completa idiota y no debí haberle dirigido la palabra y solo logré quedar como una completa idiota frente a él, justo como en el comienzo.

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Llegué a la dirección que Jungkook me envió por email anoche, de hecho sé ahora la razón del por qué habla también de su empresa y a decir verdad no era para nada una broma que el edificio era llamativo para los inversionistas debido a la elegancia que deslumbraban los tonos grises y negros que se convertían en un deleite a la vista de todos.

En un extremo del ascensor salió Jungkook quién al verme esbozó una sonrisa mientras sus ojos de siervo se abrían de impresión al unísono — ¡Llegaste! — caminó hacia mi

— Bueno a decir verdad siento los nervios de punta — acomodé mi cabello mientras que miraba todo mi entorno tratando de descifrar en qué área me podría desempeñar aquí

—No tienes por qué estarlo, te acompañaré hasta que trates de tomar la rutina, ¿de acuerdo?

—Me parece bien — respiré un poco más confiada

— ¡Andando!

Me llevó hacia el salón de juntas de su compañía y mi presión comenzó a disminuir al ver tanta gente reunida en ese lugar, todas las personas reunidas comenzaron a murmurar cuando nos vieron entrar.