The Assistant [Yoongi] (En Re-edición)

093

NARRA SEON JIN

—Señorita, ¿Desea cenar o va a esperar la llamada del señor Hansol?. — habló Woo Rim

—Esperaré primero su llamada, no te preocupes te prometo que voy a cenar. — hablé hacia ella

Es casi mitad de semana, hoy será la primera llamada de Vernon. He estado comiendo justo como él lo pidió, no me he perdido ninguna de las comidas diarias.

Al parecer, Vernon ordenó a las sirvientas hacer mi menú favorito para toda la semana, claro no quiero perderme nada de eso.

—Señorita, el señor Hansol está justo ahora en el teléfono. — avisó Woo Rim

Me entregó el teléfono y escuché la respiración de Vernon a través de él.

—¿Vernon?. — pregunté

—¡Seon Jin! ¿Estás bien? ¿Has comido como te dije?. — preguntó

—¡Por supuesto!. — asentí —He comido todo y de todo. — sonreí

—¿Kyung Mi?. — preguntó

—Ha estado muy activo todos los días. — agarré mi vientre

—Bien, al parecer llegaré más temprano de lo que dije. Ya he terminado todos mis asuntos. — habló

—¡¿En verdad?!. — me sorprendí —¡Ven rápido! Me siento sola. — jugué con el cordel del teléfono

—¡Volveré! Es más llevaré un presente para ti, creéme te va a gustar. — habló

—De acuerdo. — reí

—Tengo que colgar cielo. — habló

—De acuerdo, gracias Vernon. — sonreí

La llamada terminó y le entregué el teléfono a Woo Rim.

—Señorita, la cena está servida. — sonrió

—De acuerdo. — hablé

—Woo Rim. — habló otras de las sirvientas —Hay alguien que quiere ver a la señorita Kim ¿Le dejo pasar?. — preguntó

—Iré a ver enseguida. — habló Woo Rim

Vernon dejó a Woo Rim a mi cargo, según sus reglas, Woo Rim tiene prohibido dejar que alguien me vea.

Estaba a punto de entrar a la cocina y cenar cuando escuché unos gritos en la puerta principal.

—¡Dije que no puede pasar!. — escuché gritar a Woo Rim

—¡Yo elijo a quién ver y quién no! ¡Apártate empleaducha!. — gritaron

Decidí ir hasta ahí. Y mis entrañas se revolvieron al ver a Amelia.

—¿Qué estás haciendo aquí?. — pregunté —Vernon te ha prohibido verme o tener contacto conmigo. — me crucé de brazos

—Vine a visitarte ¿Qué? ¿Hay algo mal con ello?. — habló

—¡Sí!. — grité

—Usted no puede pasar. — dijo Woo Rim

—¡Súeltame! ¡Mugrosa sirvienta!. — gritó Amelia

Se soltó del agarré de Woo Rim y la empujó. Por fortuna aterrizó en los brazos de las demás chicas.

—¡Estás en mi casa! ¡Te prohíbo hacerle daño a cualquiera de ellos!. — miré a las sirvientas