Capítulo 18: El gran obsequio

18 3 0
                                    


Cuando Stea despertó al siguiente día, ya un poco más temprano, Nollan la estaba esperando afuera de su cuarto porque quería saber con mucho detalle la charla que había tenido como Margott el día anterior y así saber cómo era que podría el conquistarla y enamorarla, ya que por fin tenía la última parte del rompecabezas, es decir, sabía lo que a Margott le gustaba.

Stea no compartía su mismo entusiasmo, ya que a pesar de haber dormido bien tenía todavía un poco de sueño, así que no le dirigió palabra hasta después de haber bajado a desayunar con sus padres, después de este suceso entonces ella sería tan amable de contarle todo lo que había sucedido; así que después del desayuno cuando Stea se levantó, rápidamente Nollan la tomó de la mano y salió con ella a la parte trasera de la casa, esto fue un poco descortés hacia sus padres pero sabían que en realidad los muchachos se estaban llevando muy bien y simplemente lo dejaron pasar. Hay que asegurar que Nollan estaba tan emocionado que no podía esperar más.

Al estar los dos solos Stea empezó a contarle todo lo que había sucedido en la casa de Margott, el día anterior, le había platicado acerca de sus lugares favoritos, de sus colores, pero mientras ella estaba aún hablando Nollan la interrumpió porque quería saber solo lo que le interesaba.

-Me alegro mucho saber que ustedes dos se llevaron muy bien, pero sinceramente desde hace mucho tiempo que he estado esperando preguntarte ¿Qué es lo que yo le puedo regalar a Margott para que por fin ella se enamore de mí? Preguntó Nollan tan entusiasmado que parecía que nunca había hablado con nadie.

-Si más lo recuerdo, creo que los peluches de animales le fascinan en especial los que tienen forma de perro. Dijo Stea.

- Si eso es correcto, ya sé qué es lo que le gusta. Iré a comprarlo ahora mismo. Dijo Nollan mientras se levantaba, y estaba a punto de correr cuando Stea lo interrumpió.

-Sé prudente, sé inteligentes y más que eso se paciente; su cumpleaños se acerca ya he contado los días, por qué no esperar a que pase esa ocasión tan especial para ella y así tú le podrías regalar el obsequio en la fiesta, así ella notaría que de todos los regalos que ha recibido el único más hermoso y el que más le gusta es el tuyo. Dijo Stea ante esa situación que Nollan no había pensado con claridad.

A Nollan le pareció una idea extraordinaria, así que decidió esperar; tenía que ser muy paciente ya que el cumpleaños de Margott, a pesar que se realizaría ese mismo mes, no era sino hasta dentro de dos semanas, así que en el pasar de los días tuvieron tiempo libre para relajarse unos días antes de comprar el obsequio de Margott. Este era un peluche grande con unos ojos de botones negros y un moño rosado, un regalo espléndido ya que si a Stea le había encantado no podía imaginar la expresión en el rostro de Margott cuando lo viera.

El día del cumpleaños de Margott pasaron toda la mañana y parte de la tarde arreglándose, especialmente Nollan que quería verse presentable, como todo un caballero ante su princesa, porque la celebración se realizaría en la noche; al ponerse el sol estuvieron listos para ir en camino a la casa de ella cuando, por alguna extraña y desconocida razón, encontraron una larga fila de personas hacia esa dirección, acaso todas las personas del pueblo se dirigían a la fiesta de ella. Si, pues lastimosamente tuvieron que formarse como todos los demás, al pasar unos minutos se veía a lo lejos la casa de Margott adornada y también iluminada por centenares de luces, pero seguían preguntándose por qué la fila.

Después de esperar mucho tiempo llegaron a la casa y se dieron cuenta que la fila era para dar los obsequios y entonces en ese momento Nollan le pidió a Stea que se apartara de la interminable fila y que es integrara en la fiesta mientras él esperaba a que terminara la fila, para que pudiera darle el regalo personalmente a Margott; ella muy amable aceptó, no estaba muy convencida, pero no quería discutir, así que en el momento en el que Nollan llegó delante de la reina de la fiesta, ella sólo observó el peluche con una enorme sonrisa que se le notó en su rostro, el gran obsesión que ella había estado esperando toda esa noche.

El regalo perfecto...

La historia del amor prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora