La historia del amor prohibido

Capítulo 24: La verdad sale a la luz

Stea siguió, y siguió hasta detenerse en el centro de una pequeña arboleda, no antes de dejar de escuchar la voz de Nollan. Entonces se quedó allí, pensando en lo sucedido. En las actitudes indebidas que había tomado, siguiendo sus sentimientos; pero esos sentimientos no eran propios, eran humanos: la frustración, la desconfianza, la duda, el odio, la anticipación. Ella no creía que podía llegar a adquirir tales sentimientos y cualidades.

En ese momento Stea entró en una desesperación inmensa, ya no sabía qué hacer, quería volver... volver aunque fuera unos segundos. Necesitaba alejarse de su parte HUMANA; la cual incluía la parte de ella que se había enamorado de Nollan. Aun así, tanto dolor sentía en ese momento que decidió que se tenía que alejar de esa parte también.

Mientras clamaba al consejo, escuchó una voz conocida, era la voz de Nollan acercándose. Al reconocer aquella voz que no cesaba de repetir su nombre, decidió seguir escapando hasta dejar de escucharla una vez más. Pero en el momento que ella vio al oeste, quedó cautivada con el atardecer que sucedía.

Al acercarse Nollan a la arboleda notó una silueta entre los arbustos que se encontraban alrededor. Al ver a Stea corrió con locura, con tanta determinación que al tropezar con una rama no se detuvo, continuó hasta tocar su mano izquierda. En ese instante el cielo se tornó oscuro, la noche había llegado sin despedirse del sol; y calló la primera lágrima de Stea.

Al principio ella no sabía dónde se encontraba lo único que podía afirmar era que no se encontraba en la tierra. Estaba un poco inconsciente ya que el viaje la había debilitado un poco. Era evidente que en el momento que la lágrima cayó ella había regresado al cielo. Un suceso fantástico y nunca repetido delante del consejo había experimentado ella, porque en casos muy especiales permitían que la estrella visitara su hogar una vez más; pero era evidente que estas visitas tenían otros propósitos.

Al estar perfectamente consciente logró ver al consejo delante de ella. Ellos no se habían percatado de la presencia de Stea al estar escuchando lo que discernían. Se encontraban nerviosos y asombrados, pero lo que más llamó la atención de ella fue el hecho de estar escuchando un lenguaje que nunca imaginó, evidentemente no lo entendía pero le fascinaba. La anciana del consejo vio a Stea levantada delante de ellos e inmediatamente ordenó a los otros miembros que pospusieran su discusión.

Sin dudarlo el caso de ella era muy especial en comparación con las otras misiones, porque el consejo estaba tan nervioso cuando ella escuchó. Después de eso, cuando todo calmó, el consejo hablo con ella, no los quería escuchar; pero no podía regresar y no podía cumplir su misión. Cumplir un deseo tampoco era un trabajo fácil, pero el consejo decidió que ella estaba lista, que todo lo que habían hecho para prepararla había sido para este momento, no lo habían estimado tan pronto, ni lo habían anticipado de esta manera; pero si sabían que pasaría. Y en su corazón les contento saber que había otra estrella que en realidad pedía más que sólo dinero, ver el mundo, hacerse humano; lo que quería era amor... sólo eso. Y este deseo del alma cautivó al consejo.

- ¡Ya es tiempo! Ha llegado la hora, tú más que nadie sabe que Nollan tiene su deseo preparado, tú conoces cuál es... sólo resta esperar a que él lo pida; y que tú bella Stea se lo concedas para que él cumpla con la parte del trato que anteriormente hizo contigo. Para que una vez más regreses con nosotros. Será un regocijo volverte a tener, otra de las hermanas, otra de las generaciones de millones de estrellas en su hogar... El anciano más antiguo hizo una pausa.

- Pero tenemos que advertirte sobre la otra posibilidad, si él no cumple con el trato tú tomarás su lugar y él será el nuevo guardián en tu lugar. Igualmente lo estaremos esperando, sabemos que su corazón es puro y sus intenciones buenas. No considero problema alguno para que nosotros hagamos nuestro trabajo y logremos convertirlo en guardián. Ahora ya sabes tú propósito... Tu misión te fue encomendada ya hace mucho tiempo ahora... La anciana líder de los guardianes jóvenes prosiguió a hablar.