A pesar de seguir buscando, buscando y buscando no había encontrado a Stea. En la fiesta preguntó describiendo su apariencia y su personalidad, pero nadie logró darle indicios acerca de su paradero. Lo que Nollan en ese momento desconocía era que ella se había retirado de la fiesta; por qué, será que se había cansado de esperarlo, tenía hambre, olvido algo en casa de él, no. No era nada de eso, lo que en realidad sucedió fue que en un momento, cuando él quería besar a Margott, ella había decidido ir a hablar con él porque se había cansado de esperar sentada, y por consecuencia los vio. Muy triste pensó que ya no necesitaba más su ayuda y que por fin había cumplido su deseo, aunque ella no sabía cómo. Ya no la necesitaba más y por eso no se sentía cómoda en la fiesta, ella estaba ahí para cuidarlo... y si había alguien más para cuidarlo; no tenía por qué estar ahí y por eso decidió irse.Por qué tomó ella esa actitud, cualquier otra persona estaría alegre porque lo que habían planeado resultó exitoso, pero para ella no era así, esto era peor porque sentía algo por Nollan, tal vez no se había dado cuenta de sus sentimientos hasta ese momento, cuando sintió envidia por aquella joven. No podía describir lo que sentía, pero no logró ocultarlo, sus ojos empezaron a derramar lágrimas y al no querer que nadie viera ese sentimiento de debilidad, decidió salir. Desconocían el lugar hacia donde se dirigiría, pero quería irse de todo eso que la abrumaba, todos esos sentimientos que a ella le impedían seguir. Cuando salió de la fiesta empezó una lluvia leve, pero constante, que terminó por empaparla cuando ella iba caminando; mientras caminaba en dirección a casa de los Listfeber, vio un pequeño arroyo junto al camino, que se había formado por la lluvia; no era algo extraño, por lo que una persona normal no se preocuparía, pero ella observó fijamente y vio en él el reflejo del cielo y las estrellas. Sus hermanas, sus hermanos, su hogar. Dirigió la cabeza en dirección a éste oscuro pero hermoso cielo, y entendió que seguía muy lejos de él; entendió que su hogar, por cada minuto más que pasaba, estaba más lejos, y se sintió... sola.
Después de lamentarse por no estar en su hogar, ella volvió a ver el pequeño arroyo, pero cuando bajó su rostro, empezaron a caer lágrimas de sus ojos, otra vez. Pero cuando la primera cayó en el arroyo, una luz hizo que ella dejara de llorar, eran luces que formaba el arroyo, formaban la figura de una estrella que bailaba y saltaba. Una estrella que estaba alegre, despojada de problemas y preocupaciones. Al ver esto en su corazón había una sensación, una voz que indicaba lo que ella deseaba en ese momento; olvidarlo todo y regresar a su hogar, ella esperaba que en ese momento fuera así... al no suceder siguió el arroyo en dirección hacia un bosque, el bosque del este al que nadie temía, porque decían que era el más encantador de los bosques.
Era evidente que mientras estos sucesos ocurrían, Nollan también estaba ocupado porque buscaba a Stea por todas partes. Al no encontrarla se rindió y decidió irse a su casa, pensando que todo esto había sido un mal entendido y que ella estaría ahí. Mientras caminaba no se percató que pasaba a la par de las huellas de Stea, ese rastro no le preocupó, porque este camino era muy transitado y no necesariamente tendrían que ser estás las huellas de ella, podrían ser las de cualquier persona. Al llegar al arroyo vio que esas huellas en particular se dirigían hacia el este, y supuso que Stea se dirigía hacia el bosque, aunque prefería estar equivocado por temor a que algo le sucediera. Su suposición era correcta, mientras seguía el arroyo vio un pañuelo rojo, parte del vestido de Stea, decidió relajarse y no pensar que ella había tomado este camino porque el viento pudo arrastrarlo hasta el, pero decidió seguirlo. A él, el pequeño arrollo, le pareció una simple acumulación de agua que no podía quedarse estancada y necesitaba moverse, era evidente que no veía con los mismos ojos que Stea, porque ella logró ver mucho más en ese pequeño arroyo y él no contempló su belleza. Pensaba que era algo inferior y que al no ser río, no tenía valor de ser llamado así, porque no se comparaba con las corrientes de un río hermoso que fluía por donde quería.
Al terminar el sendero de huellas, más profundo en el bosque de lo que él pensaba, Nollan vio a Stea debajo de un árbol despojado de sus hojas... estaba llorando. Logró captar algunos sonidos a pesar de la lluvia leve que no cesaba; ella estaba muy triste, repetía la misma frase con dificultad, pero por la distancia, él no logró escuchar con detalle, solo escucho noche, estrella y deseo. Empapada porque no tenía abrigo que la protegiera de la lluvia; Nollan decidió que, para evitar que se enfermara, tenían que irse a su casa lo antes posible, mientras él se acercaba pisó una rama, lo que alerto a Stea, pero ella lo reconoció en menos de 3 segundos. Mientras él buscaba la rama que lo había delatado con la cabeza hacia abajo, Stea corrió y lo estrecho entre sus brazos diciéndole, con lágrimas en sus ojos y con el rostro retraído, que no la dejara sola.
Nollan quedó sorprendido de las acciones de Stea, quería preguntarle acerca de lo que dijo y de sus indebidas acciones, pero sabía que en ese momento la situación que importaba era llevarla a casa lo antes posible. Con el abrigo que él llevaba la cubrió, sin importarle que se despojaría de su protección contra la lluvia, pero prefería que ella lo llevara; le aconsejó que se calmara, porque ella no paraba de llorar. Cuando Stea se sentía mejor juntos volvieron a la casa de Nollan.Al llegar, Stea ya estaba tranquila y esa escena no tenía nada de extraño, y al no mencionar ellos lo sucedido en el bosque, los habitantes de la casa especularon que la fiesta había terminado tarde y que los amigos simplemente regresaban de esta. Las sirvientas ofrecieron llevar a Stea hasta la habitación porque se veía un poco débil, además de empapada y Nollan simplemente decidió reposar en su viejo sillón. Cuando los dos estaban secos y limpios, cenaron con los padres de Nollan, pero esa noche ninguno de los dos comentó nada de lo sucedido, a pesar de que los padres insistían en saber todo acerca de la fiesta. Después de comer Stea se levantó de la mesa y se retiró a su cuarto, algo muy extraño por su parte, ya que siempre acostumbraba a decir buenas noches a cada integrante del hogar, incluso a las sirvientas. Y Nollan al ver esto, prosiguió a levantarse y retirarse, pero esta actitud en él era normal.
Pero cuando Nollan trató de conciliar el sueño, no lograba olvidar el cálido y repentino abrazo de Stea. Aunque ella estaba empapada y fría, sintió un calor dentro de él cuando ella se acercó y lo estrechó en sus brazos con tanto cariño, le pareció tan extraña esa actitud porque sus sentimientos los ocultaba y cuando quería estar sola, la mayor parte del tiempo, siempre estaba muy nerviosa, incluso varias veces parecía que ella quería contarle algunos de estos sentimientos a Nollan, pero luego simplemente se arrepentía y callaba. Se sentía abrumado por esos pensamientos, pero más aún por la reacción que él tuvo. Solo se preguntaba si ella había sentido el mismo calor, el mismo sentimiento confuso.
Luego se durmió.
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La historia del amor prohibido
RomanceEsta es la primera parte de "La historia del amor prohibido" titulada: EL INICIO DE UN BELLO TRAYECTO. Trata acerca de un muchacho llamado Nollan Listfeber que está enamorado de la chica más bella del reino; ella lo rechaza por ser de apariencia...