Cap. 7 ¿Mi Nuevo Hogar?

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Al ver sus caritas tristes me daban ganas de renunciar a la propuesta de la familia Leagan, ni siquiera los conozco y tarde o temprano estos niños sabrán que ya me adoptaron.

Ya es de noche y todos nos tenemos que ir a dormir; cuando ya estaba bien dormida soñé nuevamente con el Príncipe de la Colina, pero no se le veía la cara, era como si una sombra la cubriera toda la cara, esto me dio miedo y de repente se me venían flashbacks de mis otros sueños con el y cuando lo conocí en persona, y este se venía acercando mas y mas, yo temblaba mucho y también sudaba demasiado, estaba corriendo para alejarme de aquel Príncipe de la Colina falso, el estiraba sus brazos para agarrarme, pero el poco a poco se volvía deforme y como una sombra, hasta que su cuerpo se dividió en dos partes y obtuvieron la silueta de un niño y una niña, estas no se apreciaban muy bien solo podía ver su contorno y su color sumamente leve; la niña parecía tener un cabello pelirrojo y el niño tenía su cabello oscuro y parecía que me querían agarrar y golpearme hasta que se cansaran, estos cada vez se acercaban más y me decían -Prepárate para tu nuevo hogar. En eso trataba de despertar y era imposible, hasta que logré despertarme, en ese preciso momento me levanté corriendo para decirle a la señorita Mary que iba a rechazar esta oportunidad pero ya era demasiado, el chofer de la familia Leagan ya había llegado por mi, afortunadamente ninguno de los niños se dio cuenta de que me fui o al menos eso pienso yo.

Cuando subí al carro tenía mucho miedo por lo de mi sueño, me sentía con un dolor de estomago muy fuerte y me aguanté hasta que llegamos por fin a la casa de los Leagan, era una mansión de ensueño, con un jardín enorme y un precioso kiosco para pasar el rato y pensé ¿Mi nuevo hogar? no puede ser posible que esta sea mi nueva casa, no estoy acostumbrada a tanto lujo.

Unos minutos después, el mayordomo de nombre George me llevó a la entrada de la casa y tuve que tocar, justo arriba de la puerta había un valcón y ahí estaban los niños de mi sueño, estos parecían tener mi edad y no me quedó de otra más que saludarlos -Hola. Estos muy vulgarmente gritaron -¡Mamá, ya llegó la criada!. y se dieron la media vuelta riendo como idiotas, me pareció de mal gusto ya que es una familia de "dinero y educada"; unos segundos después me abrieron la puerta y era una señora que vestía ropa muy "fina" de cabello rojo con un peinado un cuanto tanto exagerado, ella me preguntó -¿Tu debes ser Candice?. Yo solo hice un gesto con mi cabeza diciendo que si; la señora sin pedir permiso me tomó el brazo y fue con sus hijo y los presentó -Muy bien Candice, ellos dos son mis hijos, Connie es la menor tiene 13 años y el es Daniel y tiene 14 años, son un amor de niños. Me pareció que esta señora no conoce a sus hijos y sarcásticamente respondí en voz muy baja -Si, claro, como no. Nadie al parecer me había escuchado por suerte; unos segundo después de un incomodo silencio la señora dijo -tu misión en esta casa es servirles a estos niños en especial a Eliza, y cuidado y me entero que robaste algo o hiciste algo indebido. Mi corazón empezó a latir muy fuerte de los nervios y de lo "especiales y cariñosos" (obviamente es sarcasmo) que eran conmigo.

Como soy nueva en este ambiente nadie parece tenerme confianza, solo me miran con desgracia e incomodidad, no es algo agradable, pero... la única que no me ve así y me está apreciando mucho es una de las mucamas que es Doroty, ella tiene 15 años y es casi igual que yo.

Un rato después Doroty me habló y me dijo -Ten mucho cuidado con este trío de gentes, es muy peligrosa, les gusta perjudicar mucho a la gente y en especial ese par de idiotas mal educados. Me empecé a reír en la forma que dijo idiotas, sonó muy gracioso y le contesté entre risas -Se ve desde 2 kilometros. Doroty me preguntó -¿De que te ríes? No creo que haya dicho algo gracioso ¿o si?. Respondí -Me dio mucha risa en la forma que dijiste idiotas. Las dos empezamos a reír hasta que la señora Leagan me dijo -Candice te llevaré a tu nuevo cuarto, sígueme. Me tomó de la muñeca y pasamos muchos pasillos y muchas puertas hasta que llegamos a un cuarto ni muy pequeño ni muy grande pero muy polvoriento, había mucho polvo en todos lados.

Cuando la señora se fue suspiré y pensé Solo con una limpiada y ya está y efectivamente eso hice y puse mis cosas en el pequeño armario que estaba a un lado de la cama, me dio curiosidad un retrato que había ahí, se veía muy llamativo por su marco, la curiosidad (como de costumbre) me tragaba hasta que vi de que era aquel retrato, para mi sorpresa era un retrato de mi príncipe o al menos eso creo, se parecía tanto que no lo podía dejar de mirarlo y a la vez no pude dejar de llorar ya que no puedo verlo ni sentirlo, aún peor... no puedo decirle lo que siento por el y tanto que e esperado su llegada.

Más tarde le pregunté a la señora Leagan de quien es aquel joven del retrato y ella contestó -Ese retrato es muy viejo más o menos es de 1914, aquel joven del retrato se llama William Albert Andrew, el se casó con una chica menor a el solo por unos cuantos años que llevaba por nombre Candy, y tuvieron muchos descendientes y uno de ellos es Jean Anthony Andrew que es el pretendiente de mi hija, muchos dicen que Anthony se parece mucho a William y es muy cierto. Al escuchar que era el "pretendiente de su hija" me dio mucha risa ya que nadie podía aguantar a alguien tan mala como ella.



Un Sueño Que Se Repite. #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora