Cap. 20 - La Terrible Crisis de Sebastian.

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A raíz de la declaración de Anthony, Sebastian ha sido muy cortante en sus mensajes después de que le dí mi nuevo teléfono, antes todo los días hablábamos a cerca de carreras a elegir para estudiar, o simplemente de tonterías (normalmente), pero  un día después de la declaración, Sebastian se había puesto muy celoso y entró en una crisis demasiado fuerte de depresión; pensaba que el me había olvidado por completo, pero recordé aquellas palabras que me había dicho antes de que me fuera con Anthony "En el pasado, presente y futuro enamorado de ti estaré", pero yo pensaba que lo decía por algo repentino, pero desgraciadamente no fue así. 

Cuando me enteré de la crisis de Sebastian, yo era la que  me sentía aún más culpable de todo esto, y al parecer Anthony también, pero... una persona no puede fingir amar a alguien, o tal vez si, pero todo alguna vez saldrá a la luz y será aún más dolor. De un momento a otro pensé en Connie <<¿Cómo estará? ¿Cómo se siente? ¿Qué pensará?>>  incluso me dieron ganas de hablar con ella, así que no esperé más y llamé a Ann para que me acompañara y ella aceptó. Cuando llegamos con Connie, ella parecía estar abrumada y consternada, incluso... abajo de sus ojos habían sido pintadas grandes ojeras de desvelo, su cara reseca y sucia de lágrimas, sus ojos estaban rojos y llenos de lágrimas y su cabello rojo ahora luce deslavado y sin brillo. 

Cuando nos vio, ella preguntó tristemente -¿Qué es lo que quieren?-. Ann contestó -Ella quiere hablar contigo, quiere saber como estás-. Connie contestó casi gritando -¿A caso no me están viendo? ¡No estoy bien!-. Agregó -Pero está bien... pasen, ahora mismo no esta mi mamá y mi hermano la acompañó, pasen-. Con tan solo ver su rostro, sentí pena y lástima, así que le pregunté  -Quiero que seas sincera... ¿Cómo te sientes?-. Connie agarró un pañuelo y limpió su nariz y luego dijo -Realmente, me sentí usada... pues el hombre que yo amaba solo me utilizó para olvidar al amor de su vida, al ver que ella quería a otra persona... creo... que me siento vacía, sola como una casa abandonada, sinceramente nunca pensé que iba a sufrir por un hombre-. Ann preguntó -¿Y que piensas hacer?-. Connie contesta fríamente -Cuando una persona es lastimada... no puede superar el dolor, solo... aprende a vivir con el y eso es precisamente lo que voy a hacer, no puedo hacer otra cosa-. Yo pregunto -¿Y... sabes donde está Sebastian?-. Connie contesta -Si... seguramente está  en su pequeño departamento-. Ann le agradeció y decidimos quedarnos un rato para consolar a Connie, ya que no estaba bien. 

Al salir de la casa de Connie, fuimos a buscar a Sebastian a su departamento y justo llegamos a la dirección correcto; toqué la puerta y en seguida Sebastian abrió y dijo con las manos en la cabeza -Sabia que regresarías-. En eso me abraza como si no me hubiera visto desde hace un largo tiempo; nos invitó a pasar y en una pequeña mesa de centro, estaba completamente inundado de antidepresivos y pastillas para el sueño, así que Ann agarró una de las pastillas antidepresivas y le dijo a Sebastian -Si tomas más de 3 pastillas al día  puedes morir-.  Sebastian contestó -Lo sé, pero... ¿De qué sirve vivir vacío y sin amor?-.  Ann contestó con coraje -¡Pero estás de acuerdo que ella no es la única persona a quien vas a amar! ¡Ya sabemos que ella es el amor de tu vida, sin embargo existen más personas que realmente te aman! ¡Y un  ejemplo más claro es Connie! ¡Ella te ama!-. Sebastian había quedado completamente mudo después de todo lo que Ann dijo y exclamó -¡Pero ella no significa nada para mi! ¡Pensaba que todo iba a ser como si estuviera con Candice y no fue así! ¡Yo claramente le dije a Candice que SIEMPRE iba a estar enamorado de ella! ¿Por qué no me quiso? ¿Qué es lo que yo no le puedo dar si fui aún más atento con ella? ¡Un simple mayordomo también SIENTE! ¡También SIENTE!-. Exclamé - ¡El hecho de que fuiste un mayordomo no tiene nada que ver! ¡Y de que sirve fingir que amas a alguien! ¡No sabes el daño que le hiciste a Connie!-. Sebastian exclama -¡Tu tampoco sabes el daño que me hiciste!-.Empezó a llorar -Al pensar... que tu ternura, al pensar... que me enamoré de las letras de tu nombre fue mi perdición, al pensar... que pensaba que iba a encontrar la paz y la calma con otra persona... al pensar de que estoy cayendo en una fuerte de crisis por alguien-. Se dejó caer en su sillón y sonrió levemente y dijo -Candice... se que me visitaste porque te preocupaste y... lo siento por todo esto, ya no te preocupes por mi estaré bien-. Unos segundos después cerró sus ojos y susurró -Ya estoy mejor... regresen a sus casas...-.

Un Sueño Que Se Repite. #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora