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Hola chicos!- nos saludó Jorge con entusiasmo.

-¡Hola Jorge! ¿Cómo estás?- lo salude de igual forma mientras Nancy lo saludaba con la mano y Leo con una inclinación de cabeza.

-Bien, bien, solo que Carla anda un poco irritada hoy, así que no se le acerquen mucho- comento Jorge llevándose una mano junto a la boca y bajando la voz.

-¡Oh! Ya te escuche, ¿es que acaso se lo dirás a todo el que venga esta noche?- Carla se acercaba con los brazos como jarra y echando humo por los oídos.

Estos dos siempre estaban discutiendo, pero no llegaban a los golpes y la mayoría de las veces era muy entretenido ver como todo terminaba en una carcajada o un beso. Siempre han sido una pareja muy alegre y yo les tengo mucho cariño.

-No querida, es solo que se me ocurrió que tal vez Megan nos pueda colaborar con uno...de los problemas- dijo el muy tranquilo y meditando en cualquiera que fuese ese problema.

-No lo había considerado,- ella ensancho una sonrisa y relajo los brazos.- pero Megan ha de estar muy atareada.

-Bueno, si me dicen en que les puedo ayudar...- dije con impaciencia.

-Tenemos un problema con los gemelos- se quejo mientras halaba una silla y la colocaba junto a mi.- en el colegio, son un desastre, nos han llamado dos veces esta semana. Lo último que hicieron fue esconder un sapo en el excusado de los profesores y de la directora.

Escuche a Leo reír por lo bajo y le di una patada por debajo de la mesa. Nancy en cambio, la observaba con horror, pensando seguramente que nunca tendría hijos. Jorge por su parte se encogía de hombros a modo de disculpa.

-Bueno, ¿y yo en que puedo ayudar?- pregunte. Estos niños necesitan un buen castigo o un reformatorio.

-Como van muy mal en las clases, los quieren expulsar del colegio. La pregunta es, ¿Crees que sera posible que les des unas tutorías después de clases? Pueden ser aqui o en la casa. Te pagaríamos bien.

Candidato al primer besoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora