#226 Sangre Paternal

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Al principio, Ina seguía pensando en todo lo que Kier había dicho. Pero después de un rato, todos sus pensamientos parecían hundirse en algún rincón de su mente y ella veía las llamas ausentemente. El silencio reinaba.

Detrás de ella, Kier besó su cabeza. Una, luego otra, otra, otra, y otra vez.

"Adoro tu cabello," dijo el Mago.

"No digas eso," contestó Ina.

Kier puso sus brazos alrededor de la cintura de Ina y la apretó contra sí. "Es hermoso."

"No digas eso." Ina apartó su cabeza del Mago. "No lo es."

"Podríamos preguntarle a otras personas, Druida. La mayoría de la gente dirá que tu cabello es hermoso."

"Ya, Kier."

"Habrá gente a la que no le gusta, claro. Pero verás que tu cabello apelará al sentido de estética de la mayoría porque es, en verdad, hermo-"

"Odio mi cabello." Ina se soltó del abrazo de Kier y salió de la cueva.

Kier hubiera esperado a que la tormenta de nieve trajera de regreso a cualquier otra persona. Y él lo sabía. Pensó en ello al salir de la cueva para seguir a Ina. La Druida estaba parada con sus brazos cruzados, temblando y jadeando al llorar.

El Mago puso su mano en el hombro de Ina. "Hay que entrar."

La Druida se quitó la mano de Kier.

"Nos vamos a congelar aquí afuera." Kier cargó a Ina y regresó a al cueva con la Druida en sus brazos. Ya adentro, la dejó junto al fuego y chasqueó sus dedos. Una de la piedras que sobró después de crear el cuarto de Irel se redujo en tamaño. Una camiseta voló a la mano de Kier, quien se la puso. Era igual a la que Gail había arruinado.

"¿Por qué odias tu cabello?"

"Es horrible." Ina quería arrancarse el cabello, como lo había intentado hace años. Pero controló el impulso.

"¿Por qué es horrible?"

Kier agarro las manos de Ina. Al parecer, lo que ella quería hacer era más aparente de lo que creía.

"Porque es sangre. Mi cabello es la sangre de mi padre, Kier."  


Palabras y Hierbas 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora