#218 Refugio

323 29 3
                                        

Aparecieron en una cueva del tamaño de la sala de Kier.

"¿Dónde estamos?" Ina alzó su voz debido al sonido del viento que aullaba afuera.

Kier levantó un dedo indicándole a Ina que esperase un momento. El Mago vio a la entrada de la caverna. Sus labios se movían, pero Ina no podía escuchar lo que decía. El sónido del viento despareció de repente.

"Algo tienes con las cuevas," dijo Menta antes de que Ina pudiera repetir su pregunta.

"Creo que es porque son solitarias," dijo Kier. "Me gusta estar solo. Pero sí, sí tengo algo con las cuevas."

"¿Dónde estamos?" dijo Ina.

"Estamos cerca del lugar dónde Aurua vivió con los Druidas hace mucho tiempo. Es el lugar que te dije estaba buscando, pero la tormenta afuera hace imposible encontrar cualquier cosa."

"Hace frío," dijo Irel.

"Vaya que sí." Kier frotaba uno de sus brazos al tocar una piedra grande que estaba en medio de la cueva. Cuatro Runas que estaban grabadas en ella brillaron de color naranja. Una onda de calor emanó de la piedra. Calentó la cueva casi inmediatamente.

"Gracias," dijo Irel. Se sentó en frente de la piedra, viendo las Runas brillantes. Menta se sentó junto a ella y Medes se posó sobre la cabeza de Menta.

Kier tuvo una idea. Chasqueó los dedos. Una flama salió de la piedra, luego otra, y otra. Lentamente, la piedra parecía estar envuelta en llamas, pero las flamas eran inofensivas, sin calor.

"Impresionante," dijo Ina.

"El fuego es un tanto hipnótico. Con suerte, la tormenta muere antes de que Irel se aburra del truco."

"No creo que la tormenta muera pronto. Dijiste que soplaba desde ayer, ¿no?"

"Podría usar magia para detenerla. Pero me cansará mucho."

"Hay que esperar," dijo Ina. Vio la luz nublada que venía desde afuera, y el incesante chocar de nieve contra la barrera que Kier había puesto en la entrada. "Quiero descansar más antes de que las historias empiecen de nuevo."


Palabras y Hierbas 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora