#233 Preparativos

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"¿Tenemos un plan?" preguntó Ina mientras caminaban por la nieve. Antes de salir de la cueva, Kier tocó la ropa de ambos para hacerla más gruesa y abrigadora con su magia.

"Esperar que pueda razonar y no tengamos que combatirlo." Kier chasqueó sus dedos. Una espada apareció en cada una de sus manos. Las ató diagonalmente por su pecho para que colgaran por su espalda.

Ina vio las espadas cruzadas. Reconoció la que Kier había dicho que Crisia le dio. "No te puedo imaginar peleando."

Kier sonrió. "Cómo le dije a tu prima, tengo un hermano abusivo. La gente por alguna razón cree que saber magia de alguna forma te impide saber pelear. Es como decir que no puedes dibujar porque escribes. Es estúpido."

"Y crees que tendrás que pelear esta vez."

Kier suspiró. "Aveces tienes que defenderte. Aveces no te dan otra opción."

Sin ver, Ina tomó un par de moras de su bolsa, las cuales le dio a Kier con hierbas molidas.

"¿Te podrías comer esto?"

Mientras Kier masticaba las moras, Ina mezcló una pizca de polvo de piedra en un frasco con agua y lo agitó.

"Y bebe esto."

Kier lo tomó de un solo trago. "¿Para qué es todo esto?"

Ina hizo un corte con su oz de oro en la mano de Kier. Hubo un golpeteo, y un breve chirrido. La mano del Mago estaba intacta, aunque el corte debió haber sido bastante profundo.

"¿Piel endurecida?" preguntó Kier.

"Y reducción de dolor. Si algo llega a cortarte, apenas lo sentirás."

"¿Te puedes proteger a ti misma?"

"No te preocupes." Ina se untó un aceite sobre la piel de su brazo, y luego lo frotó con algo de nieve. Su piel y cabello se tornaron completamente blancos. Hizo lo mismo con su ropa. "Seré muy difícil de ver."

Kier se detuvo para verla. Su silueta era muy fácil de perder con el fondo blanco y gris causado por la tormenta. Sus ojos eran lo único de ella que resaltaba.

"Encuentro esta apariencia extrañamente provocativa," dijo el Mago.

Otro aullido les lastimó los oídos. Tuvieron que cubrírselos.

Kier puso su mano en el hombro de Ina y la empujó hacia abajo gentilmente. La Druida de hincó. El Mago dio unos pasos hacia adelante para poner algo distancia entre él y ella. El sonido de sus hojas contra sus fundas mandó un cosquilleo conocido por sus brazos.


Palabras y Hierbas 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora