Ina terminó su hechizo. Le pidió más agua a Kier. El Mago salió de la cueva y regresó con un montón de nieve abrazada a su pecho aún desnudo. Dejó caer la nieve al suelo.
"Necesito una camiseta nueva," dijo Kier. Su piel estaba roja dónde había estado en contacto con la nieve.
"La necesitas," dijo la Druida. "Todos vamos a necesitar más ropa."
"Puedo teletransportarme a un pueblo y conseguir lo que necesitamos."
"Déjame ocultarte primero."
Ina uso la nieve para humedecer un tela grande.
"¿La podrías calentar?" le preguntó a Kier.
El Mago chasqueó los dedos. La tela se entibió. Ina espolvoreó la cabeza de Kier con sus componentes y exprimió el agua sobre la cabeza de Kier.
"Eso debería limpiarte de cualquier rastro que mi madre pueda usar para localizarte," dijo Ina. "Tendré que hacer esto con todos."
"Pero me bañé hace dos semanas," se quejo Menta.
"Yo me bañé ayer," dijo Irel
"No fue un baño, Menta. Estaba lloviendo y nos atrapó la lluvia," dijo Medes.
"Te voy a brincar encima," dijo Menta.
"Te puedo secar inmediatamente," dijo Kier riendo.
"Y es para que no nos encuentre mi madre, Menta," dijo Ina.
"Excusas. Excusas validas."
"Creo que enkiereciste un poco," dijo Ina.
"Todos enkierecimos un poco."
Eso sorprendió a todos. Hubo un momento de silencio en el que se dieron cuenta de que lo que Menta acababa de decir era verdad. Algo de Kier se les habia pegado.
"Qué es enkierecer?" preguntó Irel
"Amm..." Ina volteó a ver a Kier.
El mago señaló hacia atrás de él con el pulgar, sobre su hombro. "Yo voy a comprar ropa y comida. Tú deberías terminar de ocultar a los demás."
Kier chasqueó sus dedos y desapareció.
ESTÁS LEYENDO
Palabras y Hierbas 6
FantasíaAl concluir sus tratos con los Dragones, Kier e Ina regresan a su bosque, y la cuestión de qué hacer con Irel debe ser resuelta. Ninguno quiere apresurar el tema, pues Mago y Druida quieren cosas distintas. No obstante, la llegada de la madre de Ina...