Capítulo 6: Marianne Cove

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De repente todo se volvió negro, luego fue variando en una escala de grises hasta llegar a un tono que permitía ver algunas formas, no era mucho; sin embargo. Un par de sillas alineadas perfectamente al frente mío y nada más.

Claro que sabía que estaba inconsciente, y recordaba muy bien la voz de aquel hombre, ojalá lo hubiera visto, me sonaba tan familiar, tan...correcto.

El espacio gris al que me había acostumbrado se volvió a oscurecer.

Abrí los ojos monótona, mi cuerpo se tambaleaba al compás de la carrera y el suelo apenas era una mancha blanca...Un momento, ¿Se supone que el suelo se mueve?.

Observé a los lados, todo pasaba muy rápido, los árboles se fundían con las casas y el cielo, miré debajo, había alguien cargándome.

-Suéltame- comencé a golpearle la espalda hasta que el hombre se volteó, tenía el cabello muy oscuro y traía unos lentes McLaren Sport que me reflectaban, viéndome en el vidrio me di cuenta de que estaba hecha un asco, tenía el cabello enredado y sucio y ,por alguna razón, sangre seca en mi sien.

-¿Puedes caminar?- dijo el hombre.

-Ajá- él me soltó y aterricé de pie en el suelo, era árido pero todavía se lograban ver plantas -¿Quién eres?-

-Llámame Charlie, ella es Marianne Cove- señaló a una chica a su lado, traía el cabello castaño en una cola de caballo alta y decorada con una que otra trenza, los ojos color verde primavera, vestía una camiseta negra con un estampado de reloj y vaqueros grises.

-Un gusto- dijo Marianne mientras me dedicaba una cálida sonrisa.

-Igual...¿Dónde están April y Chloe?-

-Aquí- mis amigas salieron detrás de hombre, ambas se veían igual de destrozadas que yo y sonreían, lo que me confundió todavía más.

-Explíquense- fue lo único que pude decir.

-Bueno, para resumirlo, cuando te pusieron la anestesia Charlie entró seguido de Marianne y Chloe, pero llegaron tarde, así que se armó una mini guerra con los científicos, al final ganamos nosotros ya que Charlie y Marianne golpearon a todos, luego me buscaron a mí diciendo que encontraremos un lugar seguro, como estabas inconsciente, no nos quedó otra opción que cargarte y ahora estamos camino a New York para ir con la familia de Marianne- dijo April emocionada.

-¿Al menos los conoces?- dije.

-Para nada, pero cualquier cosa es mejor que vivir como una rata de laboratorio-

-Bien, pero ¿Cómo vamos a ir de Colombia a New York?-

-Marianne tiene dinero- dijo Chloe, la nombrada se ruborizó levemente.

-Ah-

Y así fue como viajé con dos personas que no conozco en absoluto y otras dos que apenas vi un par de veces, no me sentía segura, nunca lo hice, solo seguí adelante para vengar la muerte de mi madre y encontrar a mi familia.

El aeropuerto quedaba bastante cerca así que caminamos alrededor de 10 minutos, Marianne nos dijo que no importaba el equipaje porque nos compraría ropa, así que solo subimos al avión.

No tardé en dormirme, esta vez soñé con la noche en la que todo mi mundo se fue abajo, solo que ahora mi madre no moría, sino mi hermana. La misma persona que había apuñalado a Clare se posicionó sobre América, mi padre no se veía por ningún lado, solo estaba yo frente a la persona que más quería y la persona que más odiaba. Que irónico.

-¡Hey! Cobarde- gritó la Cristal del sueño- Apuesto a que no puedes asesinar a dos personas el mismo día ¿Por qué no empiezas conmigo?- la silueta volteó, no pude verle la cara...porque no la tenía, en vez de eso había piel lisa sobre el cráneo y, aunque no daba precisamente miedo, temblé.

-¿Ah, si? ¿Cuánto apuestas? ¿Tu vida?- esa cosa que no se podría llamar humano soltó una carcajada muda -Te reto a una pelea-

Miré a mis lados, el callejón era oscuro y húmedo, América estaba tirada en una esquina y se estremecía con cada palabra, así que decidí. Lo hice por ella.

-Acepto- la figura rio, se le estaban formando ojos, no tenían pupilas, parecían dos cuencas de puras cenizas.

-Toma un arma, no me vas a poder vencer solo con tu frágil cuerpo, un cuerpo hecho de cristal- apreté los dientes, me nombraron así porque era muy débil cuando nací, siempre fue objeto de burla.

-Estoy bien con mi "frágil cuerpo"- lo imité, no sé bien de donde salía tanto coraje, tal vez era la pasión por proteger a mi madre o el simple deseo de venganza.

-Como quieras- habló realmente, la boca y la nariz también se le formaron, pero mal, parecía como si hubiesen tomado todas las piezas de un rostro y las pegaran al azar.

Se acercó a mí, en la mano derecha sostenía un cuchillo y en la izquierda un bate. Apreté los puños, mi única arma eran ellos y la furia contenida. No moví un músculo, me quedé totalmente quieta hasta que la hojilla estuvo a centímetros de mi cara. Entonces lo golpeé.

Él se dobló de dolor y en ese segundo tomé ambas armas.

-¿!Quien eres¡?- grité, subió la cabeza mientras daba unas risitas tontas, algo que no entendí.

-Soy...-

Y desperté.


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Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, este capítulo va dedicado a @HijadeCimopolia 'porque el personaje de Marianne está inspirado en ella, espero que les haya gustado el capítulo, adiosss :3







Síndrome de AlexandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora