Capítulo 7: Hi, New York.

127 17 6
                                    

-Hemos llegado- abrí los ojos al escuchar esa voz, me sobresalté al ver sobre mí una cortina de cabello azul.

-Chloe...quítate- volví a cerrar mis ojos, como toda respuesta recibí un golpe en mi cara de ¿Qué es esto? ¿Audífonos? -¿De donde los sacaste?- dije irritada mientras me incorporaba.

-April tiene varios- dijo Marianne acercándose a mí, muchos pasajeros nos observaron porque, bueno, no era normal ver a cuatro jóvenes y un hombre discutir en pleno vuelo.

-Ya, ¿Cuánto queda?-

-Unos diez minutos, alístate- dijo Charlie.

-¿Qué me aliste? Si no tengo nada-

-Oh, cierto. Entonces solo péinate un poco- pasé las manos por mi cabello, la verdad es que se sentía bastante mal, nunca ha sido totalmente sano pero estos días estaba mucho peor, se podían percibir los nudos y lo reseco, retiré mi mano y la puse en mi regazo.

Mi asiento estaba al lado de la ventanilla, subí la pequeña cortina dejando pasar los rayos del naciente sol, apenas estaba amaneciendo, se lograba ver una hermosa combinación de colores en el cielo, no habían demasiadas nubes y ya estábamos casi en tierra firme.

Por los altavoces se escuchó a una mujer diciendo que nos colocáramos los cinturones y volviéramos a los asientos, la mayoría obedeció. Al frente mío estaban Chloe y April, en la fila del medio Marianne y Charlie, y a mi lado, bueno...a mi lado estaba un niño como de siete años de ojos y cabello café, estaba viendo "Nemo" en la pantalla del  asiento y gritó cuando apareció el tiburón.

-Los peces son amigos, no comida- le dije al niño, él rio por mi comentario y me tomó del brazo.

-Que lindos ojos tienes, pareces una hechicera - me dijo sonriendo. 

-Emm, gracias...creo-

-¿Te gusta Dragon Ball?- sus ojos tenían un brillo extraño así que decidí arriesarme.

-...si- él sonrió exageradamente, se agachó para buscar algo en su mochila de Avengers y sacó una tablet. ¡Que injusto, yo ni teléfono tengo.!

-Mi personaje favorito es Son Gohan, ¿y el tuyo?- dijo mientras me enseñaba unas fotos, volvió su mirada a mí.

-Yo...eh...- Nota mental: Ver Dragon Ball.

-!Cristal¡ !Vamos a aterrizar¡ !Deja de hablar y péinate de una maldita vez¡- gritó April desde adelante, se puede decir que el niño se veía bastante traumado.

-!Mira¡ !Doris¡- señalé la película en la pantalla, me bastó solo el segundo en el que él volteó, para saltar al asiento de al frente y caer sobre Chloe.

-¿¡Pero que rayos te pasa!? Quítate- la peli azul me empujó, llegamos a un punto en donde April estaba en el piso intentado que Chloe no me matara por derramarle Coca-Cola en los jeans y yo evitando sus manotazos.

-Niñas...- Charlie se había quitado los lentes dejando ver sus oscuros ojos, las tres nos detuvimos inmediatamente y lo observamos un momento.

-Lo siento- dije y bajé la cabeza, April hizo lo mismo y Chloe solo volteó los ojos.

-Ya vuelvo, voy a preguntar por que aún no aterrizamos- dijo Marianne, si no ocultara tan bien sus sentimientos podría jurar que estaba nerviosa, la vi alejándose y hablándole a una aeromoza, estaba muy lejos para escuchar pero era una conversación fuerte. Marianne volvió, sus ojos  verdes brillaban de rabia....¿o de miedo?.  

-¿Que pasó?- dijo Charlie desabrochándose el cinturón.

-Dice que hay algunos problemas con una filtración de ....-

Se escuchó un pitido muy fuerte y agudo todos nos colocamos las manos en los oídos, las pantallas se apagaron de repente. Chloe se acercó a April y a Marianne, Charlie se había caído en su asiento al igual que yo.

-¡Hechicera!- me di la vuelta para encontrarme con un niño muy preocupado, sujetaba su tablet con una mano y con la otra se restregaba los ojos, me tambaleé cuanto pude ya que las turbulencias dificultaban el paso,  y a en frente de él le toqué la cara verificando que estuviera bien, es increíble lo rápido que le agarré confianza, ni siquiera en seis años pude estar tan apegada a Lindsey como lo hago con este niño.

-¿Y tus padres? ¿Dónde están?- eso solo hizo que llorara más.

- Mamá fue al baño y no ha regresado, tengo miedo-

-Ya..ya- lo abracé, no le dije que todo mejoraría porque sabía cuales eran las posibilidades de que no fuera así- ¿Cuál es tu nombre?-

-M...Matias- enterró su pequeña cabeza en mi cuello, lo cargué con trabajo sobre mi hombro y miré desesperada a los lados, el ruido había cesado pero los gritos no, pude ver a una pequeña niña peli roja aun atada a su asiento, sosteniendo un mapache de felpa y llorando,  aun así el mayor problema estaba antes de nosotros, en el area de primera clase.

El avión giró bruscamente a la derecha tumbado muchos equipajes y bebidas, no percibí a tiempo el momento en el que me tomaron por la cintura haciendo que Matias cayera, se quejó un poco y me miró.

-Ve con la chica de audífonos y la de cabello azul- señalé con la cabeza a mis amigas que estaban luchando para mantenerse de pie, el niño asintió y corrió hacia ellas.

Hubo un leve forcejeo entre el atacante y yo hasta que sentí un dolor agudo en mi espalda baja, me dejé caer. Nunca pensé que salir del país sería así, entre el caos me di cuenta de que estábamos sobrevolando Nueva York. Hola, Nueva York.

Levanté la mirada, tantos documentales y libros ayudaron a saber lo que pasaba, no era el gobierno como creía, tampoco eran guardias.

Eran terroristas.











Síndrome de AlexandríaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora