DÉCIMA QUINTA HOJA

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Es más que eso.

Vieja de mierda.

Odiar a la profesora de historia es poco. ¡Me sacó de la clase por hacer ruido! Ni siquiera hice ruido a propósito. ¡Solo estornudé me cago en todo! Estúpida anciana ignorante, como si estornudar fuera voluntario. Igual antes de salir por la puerta del salón, ella se dio la vuelta y yo aproveché para levantarle el dedo de en medio haciendo a mis compañeros reír. Pequeña venganza.

En fin, no quiero gastar más papel hablando de ella. El único que puede ocupar mis hojas es el chico de ojos achinados. Él es el único por el que vale la pena escribir.

Madre mía, dos meses han pasado desde la primera vez que lo vi y ni un solo día desde entonces ha dejado de rondar en mis pensamientos.

Aquella danza del sábado pasado fue algo... alucinante, inimaginable. Siento hormiguitas en mi estómago cada vez que lo recuerdo. Su calor, la suavidad de sus movimientos, sus brazos alrededor de mi cuello. Uh. Fue todo tan perfecto. Como me gustaría que los recuerdos se pudieran proyectar en una pantalla, y revivir eso una y otra vez.

Guillermo es tan balanceado. No hay extremos en su personalidad. No es ni mucho ni poco en nada. No tiene carencias, no tiene defectos. O yo no le hallo defectos. Para mí es lo único que está bien en el mundo.

Es increíble como puede ser tímido y a la vez tan coqueto. O tan maduro y a la vez aniñado. No sé... No sé como lo hace. Pero me encanta.

El sábado cuando ya encontramos conveniente irnos a casa, él en el camino me comentó que si yo quería, podía pasarlo a buscar todas las mañanas para irnos juntos. Claramente después de decirme eso sus mejillas se tiñeron y bueno yo no pude negarme a su oferta. Así que toda esta semana he llegado con él a la escuela.

Tocaron el timbre, lo que indica que empieza el descanso. Pero estoy muy cómodo aquí así que no me moveré.

Veo a Guillermo salir con Alex, al parecer conversando de algo bastante divertido porque ambos se ríen a carcajada limpia.

Me encanta cuando desaparecen sus ojos al reírse, es tan bello y lindo y precioso y diablos, ¿por qué no existen más adjetivos para calificarlo? Compraré un diccionario de sinónimos.

Aún sigo con muchísimas dudas sobre el chico, que espero ir aclarando en el tiempo. De todos modos, tengo todo este año para conquistarlo. Y cuando lo haga, nunca lo dejaré ir.

Oh, ha mirado hacia acá y me ha guiñado el ojo. ¿Entendéis por qué me gusta tanto? Es tan inesperado y encantador. Me fascina.

Tantas ganas de comérmelo a besos. Tiene labios apetecibles ¿Ya lo había dicho no? Bueno, lo vuelvo a repetir. Y ese cuerpo... Ay santo Jesucristo perdona mis sucios pensamientos.

No me juzguéis, soy hombre y mis hormonas están disparadas.

Pero... sé que esto va más allá de la atracción física. Él es más que un cuerpo bonito y una cara bonita.

Es... todo. Su voz, su sonrisa, sus pequeños sonrojos, su dulzura... todo joder todo, que se me cansa la mano tío. Aunque si fuera por escribir sobre Guillermo... se me podrían romper los dedos, y no me detendría.

¡Santo cielo! ¡Viene para acá! Oh mierda, ¿en que puto momento se levantó Samuel Jr.? Maldición esto te pasa por ser un jodido pervetido De Luque. ¡Mierda y más mierda!

No importa como, pero esto es culpa de Luzu. No tiene sentido, pero es su culpa igual.

Lo siento libretita, pero algo debe cubrir a mi amigo de allí abajo.

Hojas de libreta [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora