Llegamos en un par de segundos a la comisaría pero no encontrabamos ningún aparcamiento disponible.
- Mario, ve ha decirselo, me quedaré para aparcar-. Dije mientras me desabrochaba el cinturón.
- Mejor, dejemos el coche aquí y nos vamos-. Propuso.
- ¿Cómo vamos a hacer eso?- Pregunté.
- Es una emergencia-. Contestó mientras ponía las luces de emergencia.
Salimos del coche a la vez y nos fuimos corriendo hacia la comisaría. Subimos corriendo la escalinata que había hasta llegar a la puerta, cuando entramos nuestras respiraciones estaban aceleradas y el puso subido, Mario propuso descansar antes de presentarnos de esa manera ante el inspector, accedí.
Cuando nos habíamos relajado nos fuimos hacia su despacho, la gran sorpresa era que no estaba.
- ¿Ahora qué hacemos?- Pregunté.
- ¿Sabes dónde vive?- Preguntó Mario.
- Para que voy a saber donde vive el inspector-. Dije con una voz coherente.
- No, me refería a Mark-. Dijo poniendo los ojos en blanco.
- No, pero sé dónde puedo encontrarlo.
Fuimos donde dejamos el coche, cuando llegamos había dos agentes de policía cogiendo la matricula del coche.
- Lo siento, ya lo quito-. Dijo Mario.
- Lo puede quitar pero de la multa no se libra-. Dijo el agente que estaba apuntando la matricula.
- No había aparcamiento y decidimos dejarlo aquí, sólo queremos recuperar a nuestra hija-. Musité mientras las lágrimas amenazaban con derramare.
- Está bien señora, soy se libran-. Dijo arrancando la hoja y tirándola a una papelera cercana, sonreí triunfante cuando los agentes desaparecieron.
Nos montamos en el coche y nos dirigimos al sitio que solía ir con Tanya dos años atrás.
Cuando llegamos lo primero que se me pasó por la cabeza era que no había cambiado nada desde la última vez que fui.
Me bajé del coche y me dirigí a Josh, ese chico sabría decirme donde estaría Mark.
- Josh, ¿te acuerdas de mí?- Pregunté.
Movió la cabeza de arriba a abajo en señal afirmativa, seguía siendo un chico de pocas palabras.
- ¿Sabrías decirme donde está Mark?- Pregunté educadamente.
- Con Tanya-. Contestó un poco convincente.
- Me refiero a lugar, no a persona-. Dije educadamente, tenía mucha paciencia.
- Está es su casa-. Dijo obvio.
- ¿Me podrías decir la dirección?- Pregunté sin dejar de lado la educación.
Señaló a una casa que estaba en frente del parque, se lo agradecí y me dirigí hacia aquella casa.
Cuando estabamos en la puerta no sabía si llamar o no, obviamente no estaba preparada para ir a casa de mi ex novio y decir "Mark, ¿tienes a mi hija?".
Viendo que yo no llamaba, Mario llamó por mí, estaba molesto, lo veía por su expresión, era muy expresivo.
Llamó otra vez y salió a abrirnos Tanya con ¡Carol!
Tanya nos cerró la puerta en nuestras narices pero Mario pudo poner el pie para que no lo cerrara del todo, pasamos y corrimos detrás de ella para poder alcanzar a Carol. Se dirigía hacia la cochera, me imaginé que querria huir.
Mario estaba por alcanzarla y yo me dispuse a correr con mucha agilidad dotada para bailar ballet y conseguí empujarla de tal modo que a Mario llegara a tiempo de coger a Carol.
Cuando tuvimos a Carol entre nuestros brazos nos fuimos pero algo en mí me decía que eso no quedaría así.
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Skater Boy
RandomÉl era un chico, y ella una chica. ¿No es tan obvio? Él era punk, ella bailaba ballet. ¿Tengo que decir algo más?