Skater Boy

Capítulo 28

Los días transcurrían y Mario no paraba de mimarme y hacer las cosas que hizo para enamorarme, su intención era buena pero no tenía ningún sentimiento especial por él, me sentía mal con esto.

- ¿Comemos en un restaurante?- Preguntó.

- ¿En cual?

- En el restaurante donde fuimos cuando cumplimos un mes de noviazgo-. Respondió.

- Mejor nos quedamos en casa.

- ¡Genial! Vemos la primera peli que vimos juntos.

- ¿Cuál?

- Los Juegos Del Hambre.

Así cada uno de los días que iban pasando, la verdad es que me agoviaba mucho.

Mario notó que me sentía incómoda y yo lo único que pude hacer fue irme a casas de mis padres, no quería que Mario pasara por este mal trago y lo pasase tan mal por no recordarlo.

En casa de mis padres pude leer mis diarios, leí que bailaba ballet, por lo visto me gustaba mucho.

Íbamos a cenar cuando de repente veo a mis padres hablando serios en la mesa del comedor, me escondía detrás de la puerta para poder escuchar lo que decían.

- ¿Qué vamos a hacer ahora?- Preguntó mi padre.

- No lo sé, pero con ella aquí nuestra relación sexual se terminarán-. Respondió mi madre.

- Lo sé, habrá que tener paciencia o cuando creamos que esté dormida pues poder...ya sabes-. Dijo mi padre con voz picantona.

Mi cara se transformó a un giño de asco, imaginé a mis padres haciéndolo, es lo más normal del mundo mi cara.

Aparecí en el comedor, cenamos y estuve toda la noche oyendo el colchón y a mis padres de gemir, no era nada agradable por lo que me puse los cascos y escuché la música que escuchaba antes de que mis recuerdos se eliminasen.

Casi todas las canciones eran de ballet, me apetecía bailarlo, encendí la lámpara de mi mesita de noche y comencé a bailar, mi sorpresa fue que me sabía todos los pasos y recordaba las lecciones de ¡Pierre!, mi profesor de ballet.

Al terminar caí en la cama rendida, estaba sudando con lo cual me di un baño en el baño de mi habitación, cuando terminé me puse en pensar en qué estaría haciendo Mario y me dormí con esa incógnita.