Me despierto en la cama. No recuerdo haber llegado hasta aquí así que probablemente me haya traído Nathan. Me levanto despacio para no hacerme daño y me calzo las zapatillas de andar por casa. Me levanto y voy hasta la habitación de mi madre al fondo del pasillo pero cuando llego veo que tiene la cama hecha y no hay rastro de ella. Bajo al piso de abajo y la busco en la cocina, en el salón e incluso bajo al sótano pero no está.
<<Que raro. A lo mejor se ha ido a trabajar>>- pienso mientras subo otra vez a mi habitación. Cojo el móvil y veo que tengo dos llamadas perdidas de mi madre y un mensaje de voz. Y si le ha pasado algo.
Anne cariño me he ido a trabajar temprano. Siento no poder estar allí contigo. Cuídate y no hagas esfuerzos. Si necesitas algo llama a Zoe. Te quiero.
Vaya, por lo menos está bien. Y ahora que hago yo, me voy a aburrir. Todavía no puedo hacer nada porque me tiran los puntos... ¿Dónde estará Baddy? Seguro que me ha echado de menos.
Bajo otra vez a la planta baja y lo llamo pero no tengo respuesta. Que tonta, si estuviera dentro de casa ya habría venido corriendo. Salgo al jardín trasero por la puerta de atrás de la cocina y lo llamo pero tampoco me hace caso. Hace mucho frio y se ha levantado mucho viento. Me acerco hasta la caseta que le compré pero está vacía. ¿Dónde estará?
Me aproximo a la puerta de casa para volver a entrar pero antes de agarrar el pomo oigo el ladrido característico de Baddy. Me giro pero no lo veo.
- ¡Anne!
Miro por encima de la verja y los setos del jardín en dirección a la voz.
-¿Nathan?- pregunto porque me pareció que era su voz pero con el viento que hace no estoy muy segura. Por fin lo veo. Lleva una sudadera granate con unos vaqueros oscuros y un gorro de lana gris. Baddy viene corriendo y saltando a su lado.
- ¡Espera, ahora vamos!
Rodean el jardín y yo también para esperarlos por la entrada principal. Me cruzo de brazos y me estiro las mangas de la chaqueta. Hace mucho frío.
- ¿Qué tal estas? ¿Has dormido bien?- me pregunta mientras se acerca a mí.
- Si... Gracias por llevarme hasta mi cuarto. No hacía falta, me podía haber quedado en el sofá. - digo mientras me agacho para acariciar a Baddy.
- No pasa nada, seguro que estuviste más cómoda.
- Si...- La situación se ha puesto un poco incómoda. No sé qué decir así que me limito a hablar con mi perro.- ¿Cómo esta mi chico? ¿Me has echado de menos? -Baddy no para de menear la cola y chuparme las manos.
- Creo que si te ha echado de menos. - dice Nathan.
Me pongo de pie y cuando levanto la mirada veo que me está observando.
- ¿Quieres pasar? Aquí fuera hace mucho frío. - digo mientras abro la puerta de casa. Él asiente.
Entramos en el salón y le hago un gesto para que se siente si quiere.
- Has pensado qué vas a hacer con tu padre.
Vaya, la pregunta me ha pillado por sorpresa. La verdad ayer todo pasó muy rápido y hoy, cuando me he despertado, no me acordaba de ello.
- Pues no, la verdad es que no. Pero... - me quedo pensando un rato con la mirada perdida y recordando lo de ayer.- aunque me abandono, bueno nos abandonó a mi madre y a mi... quiero conocerlo. Quiero saber por qué lo hizo y cómo es ahora y... quiero preguntarle muchas cosas. ¿Tú qué opinas?
- Bueno... yo... no sé. Haz lo que quieras pero si mi padre me hubiera abandonado y un día, por casualidad me lo encuentro y me quiere conocer,... yo no querría conocerlo a él.
- ¿Por qué?-pregunto sentándome en el mismo sofá que él.
- Porque no se ha preocupado por mi durante todos estos años. Y solo por verme ya quiere ponerse en contacto conmigo y hacer como que no ha pasado nada.
- Ya, pero... quizá deba darle una segunda oportunidad, ¿no?
- ¿Una segunda oportunidad? ... Las segundas oportunidades se le dan a las personas que quieres de verdad y no a unos desconocidos.
Su mirada es muy sería, creo que nunca lo había visto así. Me mira diferente, no tiene esa mirada dulce de siempre.
- No es un desconocido, es mi padre.
- Un padre es una persona que te cuida desde que naces, no hace falta que sea solo de sangre. "Tú padre"- y marca las comillas con los dedos- es como si no lo fuera porque no lo conoces y no te ha cuidado nunca.
Se ha puesto un poco borde y me molesta. Hoy estoy viendo a un Nathan completamente diferente a como lo recordaba. Muy diferente a cuando estábamos juntos.
- ¿Estás molesto por algo?- le pregunto y su cara ahora es de sorpresa.
- ¿Yo? No que va ¿por?
- Porque te has puesto en plan borde.
- Es que me molesta.
- ¿Qué te molesta?
- Que quieras darle a tu padre una segunda oportunidad y...
- ¿Y?
- Nada...- y mira para otro lado.
- Es que, ahora que me he recuperado, veo la vida de manera diferente... no me gustaría arrepentirme por no haberle dado una oportunidad.
- Haz lo que quieras.- y resopla.
¿Pero qué le pasa?- pienso.
- ¡¿Qué?!- me estoy enfadando yo también por su actitud.
- Pues que no se lo merece.
- Oye, no me hables así.- me levanto del sofá y me dirijo hacia la cocina.
- Perdona...- lo oigo que me está siguiendo.- ... ¿Y tu madre que dice?- pregunta un poco más calmado.
- Pues hoy no la he visto pero ayer tampoco quería que me acercara a él.
- Ves, ella piensa igual que yo. - me giro y le hecho una mirada asesina.
- Vale, vale,- me dice levantando las manos.- haz lo que quieras pero... creo que hay otras personas a las que deberías darle una segunda oportunidad antes que a tu padre. - dice bajando la voz.
- ¿Qué?
- Me tengo que ir ya. Nos vemos. - y se va.
- Esper...- pero cierra la puerta de la calle antes de que termine de hablar.
¿Qué acaba de decir? Por qué no quieren que vuelva a hablar con mi padre. Yo quiero saber su historia, ya se la de mi madre, pero quiero conocer su versión y ver el lado de las dos cosas. El haber estado casi a punto de morir me ha hecho pensar en muchas cosas y quiero aprovechar al máximo mi nueva vida. Quiero conocer a mi padre, tan difícil es de comprender. Hiciera lo que hiciese, todos se me merecen una segunda oportunidad. Todos...- y a mi mente llega la imagen de Nathan y sus últimas palabras.- ¿Tal vez el quiera volver a empezar conmigo?
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Más allá de las estrellas
RomanceAnne es una chica de 18 años que vive en Long Island con su madre. Ella padece una enfermedad terminal que le impide llevar una vida normal de adolescente pero con la llegada de su nuevo vecino Nathan todo cambiará. Portada: @tbeatlesread