Han pasado ya ocho años desde que estoy tremendamente enamorada del hombre que dentro de unas horas va a ser mi futuro marido.
Al año siguiente de la operación conseguí entrar en la Universidad y estudié Arquitectura. Nathan también entró en la Universidad y, para mi sorpresa, estudió lo mismo que yo. De que nos graduamos estuvimos trabajando para otras compañías pero acabamos de montar la nuestra propia y nos está yendo bastante bien. De momento no nos podemos quejar.
Mi madre se caso hace cuatro años con Christian y son muy felices juntos. De mi padre, no volví a saber nada. No volvió a preguntar por mí a pesar de saber donde vivía. Con el tiempo lo he llegado a perdonar, si alguna vez lo vuelvo a ver sé lo diré.
La familia de Nathan consiguió salir adelante. Julian consiguió trabajo en una agencia inmobiliaria y se le da muy bien vender pisos. Zoe sigue trabajando en el hospital y Maddy se convirtió en una famosa bailarina de ballet. Al final, tanto esfuerzo tuvo su recompensa.
- ¿Estás lista cariño?- me pregunta mi madre entrando a la habitación. Yo estoy sentada con mí vestido de novia blanco en una silla enfrente del espejo recordando estos últimos ocho años y viendo como ha cambiado mi vida.
- Si – digo sonriente y me levanto.
La música comienza a sonar y las puertas de la Iglesia se abren. Los invitados se giran para verme y yo les sonrío. Comienzo a caminar y mi vista se clava en el chico más guapo, amable, atento, sexy y cariñoso del mundo. Allí está esperándome como siempre, con esa sonrisa que nunca me ha dejado de hipnotizar y esos ojos azules que siempre están ahí para mirarme.
Cuando llego al altar sus manos rodean las mías. Se le ve feliz, nervioso pero muy feliz y yo también lo estoy.
Nos miramos a los ojos para darnos el sí quiero pero el interrumpe al cura porque ha preparado unos votos sorpresa para mí. La gente se empieza a reír pero enseguida se hace el silencio y su mirada azul se intensifica para pronunciar las palabras más bonitas del mundo.
- Desde el primer día que te vi supe que eras alguien especial, supe que tenía que luchar por ti y por tu amor. Mientras me hablabas y yo te miraba, se detenía el tiempo haciendo que me enamorara más y más de ti. Este gran amor que siento por ti no es casualidad, es fruto de nuestra amistad, de las ganas de vivir, de querer compartirlo todo juntos. Anne, ahora que estamos aquí, quiero ante Dios comprometerme a ser tu compañero fiel, tu amigo incondicional, y tu amante para toda la vida, atrévete a construir nuestro destino, porque sé que tanto tú como yo, estamos convencidos que juntos somos mejor que separados.
Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos pero consigo articular un simple "si quiero". Es simple, si, pero para él son las palabras más grandes y más maravillosas del mundo.
Los años pasaron y conseguimos formar una familia. Tuvimos dos hijos, un chico y una chica, Sam y Abby. Crecieron saludables y también encontraron a alguien especial con quien compartir sus vidas como lo hice yo.
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Más allá de las estrellas
Roman d'amourAnne es una chica de 18 años que vive en Long Island con su madre. Ella padece una enfermedad terminal que le impide llevar una vida normal de adolescente pero con la llegada de su nuevo vecino Nathan todo cambiará. Portada: @tbeatlesread