~Katy~
Ahora que por fin estábamos juntos no pienso soltarlo. O no.
Despierto en mi habitación junto a él
¿porque no? Pienso cuando se me pasa por la cabeza la idea pervertida mañanera.
Me meto bajo las sabanas y hago que se gire sobre sí mismo hasta colocarse boca arriba y así llegar a donde yo quiero.
No puedo evitar soltar un pequeño gemido al ver el tamaño de su pene, realmente estoy caliente desde muy temprano por la mañana y eso está bien.
Acaricio sus muslos y le lamo su parte sexual olvidando toda clase de delicadeza, en el momento siento que se despierta de golpe colocando sus manos en mi cabeza, al parecer confusa.
No puedo evitar reír, el me suelta para levantar las sabanas y descubrir que estoy haciendo.
--Me habías asustado-- dice quejica -- pero es el mejor susto que me habían dado trabiesa...- dice con una sonrisa picara y seductora, aun sigo muy cerca de su aparato sexual.- pero tengo que ir a trabajar y...-- no le dejo terminar vuelvo a lamerlo y a jugar, haciendo que él se rinda totalmente a mi. De vez en cuando tiembla de placer y susurra mi nombre excitado, lo cual me excita a mí.
--O yaya ya! o no podre evitarlo-- dice y esa es la señal para que lo termine con mis manos. Grita mi nombre por última vez y al lebantar las sabanas puedo ver que pone los ojos en blanco de placer. Gateo por encima de el asta llegar hasta su cara, tiene la frente un poco brillante, pero aun eso no es nada tengo pensado hacerle muchas más cosas sucias.
Me mira y se lanza feroz a mi boca provocando que yo acabe debajo de él, río divertida, como decirlo estoy...muy excitada ya que se lo que el hará ahora conmigo.
--Ahora me toca a mí,--dice mirándome pícaro- ahora eres mía--dice besando mi boca- solo mía-- y besa mi mejilla- y no te dejare escapar- besa mi cuello - y si hace falta les hare saber a todos-y aspirando un momento en mi cuello, creo que dejándome una marca, seguido me lame hasta llegar a mis pechos-- ¿eres mía verdad?-- yo con cada acción tiemblo de placer, pero hago el gran esfuerzo para asentir. Sube de nuevo hasta mi cara--dilo--me ordena.
--Soy tuya, todo tuya-- digo rindiéndome por completo, el se siente satisfecho y sigue con lo que estaba, besa mis pechos y se para en los pezones provocando que me retuerza de placer. Para de golpe y yo abro los ojos como platos atónita.
¿¡Que cojones pasa!? Me pregunto.
--Debemos ir a trabajar-- repite y yo pongo los ojos en blanco y vuelvo a virar para ponerme encima de el.
--Igual que yo soy tuya, tú eres mío ¡no-lo-olvides-jamás!-Y con esas lo devoro. Voy rápidamente a la mesilla y agarro un preservativo Tom me agarra por la cintura y tira de mi para acabar sobre él.
Coge el condón de mis manos y se lo coloca para engancharme en el colchón y hacémelo.
--No quiero follarte-dice acariciándome la mejilla-quiero hacerte el amor-dice. Y antes de que ocurra nada me doy cuenta de que aun que no creía en el destino, solo este a podido juntarnos por fin después de todo lo que ha pasado.
--Te quiero-- le susurro y realmente hacemos el amor. El entra en mi sin olvidar mis labios en ningún momento.
Entra y sale despacio y empiezan los primeros gemidos por mi parte pronto llegan pos suyos y me pongo más caliente.
Le abrazo para que entre más duro y rápido en mi, el me entiende y me sigue, siento muchísimo placer, se que estoy apunto del orgasmo, ESTE HOMBRE ES DIOS, pienso y lo digo en los gemidos.
Llega el orgasmo y siento un increíble placer en todo mi cuerpo provocando que yo arquee la espalda y grite empapada de sudor y corriéndome, el tarda un poco mas pero alcanza el éxtasis.
--Vale, necesito comer o me mataras-digo con la voz agitada, escuchando nuestras respiraciones totalmente descontroladas.
Me levanto y agarro sus bóxers tirándoselo a la cara.
--Ey-se queja.
--Va, por lo menos ponte eso para bajar a la cocina ¿sí?-yo agarro su camisa que también esta bastante cerca. Bajamos a la cocina y en la nevera hay una nota.
/Prima tus gemidos son ensordecedores, nos has cortado todo el royo iré a casa de Roberto a pasar la noche, ya sabes protección y mucha diversión viciosillos.
By:Iggy/
Los dos nos reímos al leer la nota, pero no nos distraemos, preparamos algo rico para comer y no lo pensamos ni un momento, nos lo llevamos a la cama.