~Los chocos~
-¿No nos hemos pasado?- dice Scott.
-Tío, si descubre que es Tom puede que ya sabes... el Doctor os recomendó que fuerais poco a poco haciéndola: recordar ¿verdad?-Will.
-Sí pero...nos va a matar- dice Víctor como que un poco asustado.
-Prefiero que nos mate a nosotros antes que la mate a ella esta situación - dice Sebastián más serio que nunca obviamente preocupado por Katy.
-Pero ella hará preguntas sobre Tom... ¿qué vamos a decirle?- dice Demián.
-Que es un amigo nuestro y que eso de que saliera corriendo que... que lo solucione con el...-Will.
-No no y no, me niego, ese idiota se lo contará todo.-
-No lo creo, salió corriendo no queriendo huir sino queriendo alejarse a sí mismo de ella.-Comenta Sebastián.
-A ver repasemos los acontecimientos, estamos todos en el salón de nuestro apartamento y básicamente tenemos a una inconsciente Katy en el dormitorio de Scott.-
-Yo creo que solo hay una solución... y puede que a Katy no le guste pero me da igual. Llamemos al único que nos puede ayudar.-dice muy serio Sebastián.
-Menos mal que Tom se ha ido pronto por la mañana porque si no Joseph al llegar le habría roto la nariz.- dice Marcus el cual ha estado callado todo el rato.
-Yep- respondemos todos los demás.
*Tres meses después*
~Tom~
La suerte llego a mí, después de irme del apartamento de los chicos me encontré literalmente en la calle cogí el autobús y cruce la ciudad hasta la última parada baje y me encontré una cafetería a la vuelta de la esquina entre y me tome el café que crea que sería el último en mi vida pero la vida me sonríe, y me encontré a Valery a una preciosa e idéntica Valery a la cual conocí cuando estábamos en la universidad. Hablamos durante horas y ella... tan amable dejó quedarme en su casa y se ofreció para ayudarme a encontrar trabajo.
Llevo tres mese trabajando con una empresa en contabilidad y marketing y estoy realmente emocionado con el buen jefe que me ha tocado y el buen sueldo que me da. Dios bendiga todos mis años de carrera. Y como todo esto ha sido gracias a Valery hoy la invito a ir a un restaurante que acaban de abrir en el centro de la ciudad, es un restaurante un tanto raro pero, yo solo quiero hacer feliz a mi ángel de la guarda *si ahora la llamo así pero ella prefiere que solo la llame ángel*.
El este lugar debes de servirte la comida tu solo lo único que me alegra de verdad es que la comida me recuerda a mi madre porque es casera y recién hecha.
-Voy al baño ahora vuelvo- me dice Valery.
-Ángel... es la tercera vez- me quejo.
-Joliin Tomi, tengo una vejiga pequeña...-
Una chica delante de nosotros nos mira y suspira creyendo que somos pareja. La verdad es que lo parecemos pero que va, mi Ángel para mi es mi hermana pequeña, por eso la miro le doy un beso en la frente y le agitó el pelo para hacerla rabiar.
Decide ir al baño y parece que va a tardar. Por fin llega nuestro turno me dan dos bandejas y voy a por la comida grasienta. Es el cielo hay toda clase de carne voy coger una alita de pollo que se ven buenísima y cuando la engancho con las pinzas que me han dado alguien también lo hace. Miro a quien tengo delante que hasta ahora no me había dado cuenta de que estaba y para mi desgracia es ella.
Como en la universidad tres meses de sufrimiento y nos volvemos a ver.
-¿Tenias que tú? Desapareces durante meses... tres para ser exactos-*wow ella tambien los conto*- ¿y ahora regresas para robarme mi alita de pollo?- dice al parecer molesta.
Pero yo no puedo evitar reírme, se ve tan bonita. Es curioso en la universidad también jugó a ocultar su nombre conmigo...y todo eso.
Me entristezco al recordar el final trágico que tuvo aquello.
Suelto la alita y me giro sobre mí mismo para alejarme de ella.
-Oh no, tú no te vas a ninguna parte- me ordena- ¿de qué huyes?- No me permito mirarle directo a los ojos y por fin hablo pero para despedirme.
Miro al suelo y me decido a responder.
-De ti, Kate, solo intento apartarme a mi mismo de ti.- esta vez si la miro pero ella tiene la mirada perdida.
-Se-se que te conozco, la forma en la que pronuncias mi nombre me resulta tan familiar, na-nadie más me llama así— tartamudea y mi corazón se para al igual que mi respiración.
*Tom corre.* pienso y estoy de acuerdo con mis pensamientos, me giro y Oh oh...
- ¿Otra vez tu?- dice un Joseph muy maltratado. No es más alto que yo y pero si más delgado, su cara malhumorada y con grandes ojeras me aun impone respeto.
-Tranquilo ya me iba- digo quitando mi mirada de él.
-O no amigo, aun no- dice mirándome con rabia y levantando su puño.
Creía que me iba a pega, de verdad que pensaba que ese puño iba a estallar en mi cara y de alguna manera más importante atravesar mi alma, de verdad lo creía y no me iba a apartar, pero una pequeña sombra pasó delante de mí agarrando la muñeca de Joseph. No veía su rostro ya que miraba hacia abajo y estaba totalmente oscura tapada por un par de mechones de pelo rebeldes.
Vuelvo a fijarme en esa pequeña mano que sujeta un arma de destrucción para mi, miro más allá y veo la parte baja de su muñeca y me encuentro lo peor que podía encontrarme algo aún más mortal para mí que el puño de Joseph.
Autolesiones.
Katy se cortaba.
Intentaba cortarse las venas.
Kate se asesinaba poco a poco.
-Ni lo intentes- dice ella sin levantar la mirada de donde se supone que está mirando.
- L-lo siento- digo y salgo de ahí rápido. Veo en un alto a Valery y rápido voy a donde ella para proponerle posponer urgentemente la comida que le debía. Me acerco a ella y al parecer la pesadilla que estoy viviendo no puede parar aquí. Valery está con los chico en la mesa de estos, hay que joderse. Y como no, todos me miran con mala cara al llegar.
-Tom- dice Sebastián realmente serio levantándose de su asiento.
-Lo sé Seba, lo sé, no soy bienvenido aquí, me he encontrado con Joseph y casi con su puño, por eso vengo a decirle a Val que me voy y que se quede aquí con vosotros si quiere. Adiós chico, os prometo que no volveré a molestaros- Asiento con la cabeza conforme con lo que acabo de decir y me giro sobre mí mismo para regreso a casa de Valery.
-Tom- escucho detrás de mí, creo que me llama Scott.
-¿Scott?- dice un confuso Víctor.
-No chicos, se merece una explicación, y Katy también-
-Estoy de acuerdo - dice Katy a mi derecha con un cansado Joseph.
