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Resaca, resaca, ¡resacaaaaaaa! me cago en ella y en mi orgullo.

*(Recuerdos borrosos)

—Katy no es capaz de beber más chupitos que yo— me pico Will.

—Ni se te ocurra Will, sabes que Katy es muy orgullosa, no la tientes— le aconsejo Scot.

— ¿Qué apostamos?— le pregunte a Will sin hacer caso a Scot.

—Quien pierda tendrá que hacer lo que el otro quiera—

—Hecho— dije.

— ¡Katy¡— se quejó Scott.

—Tranquilo sabes que voy a ganar.—

Después de quince o veinte chupitos de tequila bien cargados.

—Bien, jijiji, Will vas a tener que desnudarte dar cinco vueltas al bar y además te vamos a grabar. — dije muy, pero que muy borracha.

—Bien, una apuesta es una apuesta. — dijo él, le costó mucho deshacerse de su ropa por la gran cantidad de alcohol que tenía en la sangre. *

Después de eso ya no me acordaba de nada más. Cogí mi móvil y vi el vídeo que habíamos grabado la noche anterior, me reí de lo gracioso que estaba Will y de cómo gritaban la chicas que había en el bar al verlo desnudo. En el vídeo vi que nos echaron del bar a patadas, eso también me hizo gracia. Aquella noche nos pasamos de la raya y la mañana siguiente "el karma" me lo cobró con un horrible dolor de cabeza.*

— ¿Ya estas despierta borrachuza?- me dijo Rachael. Yo intenté reírme pero me dolía todo el cuerpo.- ¿te acuerdas de algo?—

—Sí, me acuerdo de lo que pasó en el bar- reí un poco-pero no recuerdo nada después de que nos echarán del bar. —

— ¿Enserio no te acuerdas? pues eso fue lo mejor de la noche. —dijo con una cara de pilla.

—O, no. ¿Qué ocurrió?—

—Llegasteis hasta aquí no sé cómo y en la puerta de la universidad tú te caíste desmayada y como yo no puedo contigo... tuve que llamarle...— dijo tímida.

—Rachel, ¿a quién llamaste?— dije preocupada.

—... a Tom...— respondió.

—Dios Rachel, eso no, habría preferido que me dejaras ahí o que me arrastraras tirándome por los pelos. —

— ¡No te quejes!, fue realmente amable. Te trajo hasta aquí, te metió en la cara y además se quedó toda la noche para ver si estabas bien- me senté en la cama y mire a mi alrededor buscándolo desesperadamente - Tranquila se fue, tenía algo que hacer. Ah y le dije que sí, que ibas a ir a la cita de hoy—dijo.

—¡¡Rachael!!— me queje.

La verdad se le debía de dar las gracias, pero... ¡DIOS SOY DEMASIADO ORGULLOSA! no puedo hacerlo, además seguro que él se iba a reír de mí y con ese dolor de cabeza era lo último que necesitaba, pensar en eso.

No sabía qué hacer, por tanto me tumbe en mi cama cogí mis sábanas y con ellas me cubrí hasta la cabeza, estaba intentando escapar del mundo y de mi dolor de cabeza (algo imposible).

Llegaron las siete después de tomarme una gran pastilla, ya no me dolía la cabeza. Pero Rachael ya me estaba molestando para que me arreglara para la cita. Mi estilo hipster o mejor dicho "único", no le gustaba, por eso me eligió ella mi ropa yo me la puse murmurando demasiadas cosas. Me puse una falda muy larga y vaporosa negro, por arriba un top muy bonito del mismo color. Me agarre el pelo con una goma formando un moño desenfadado pero que me quedaba muy bien. Rachael me prestó un bolso de mano negro con tachuelas que yo le llevaba pidiendo desde hace meses. Iba un tanto a mi estilo pero arreglada para una ocasión como aquella. Por supuesto el color negro me encanta.

Abrí la puerta de mi dormitorio, Tom tenía el puño cerrado y apoyado en la puerta como si fuera a llamar.

— Suerte en la cita y ni se te ocurra matarlo, que te conozco. — dijo Rachael desde su cama.

— ¿Serias capaz?— me pregunto él.

—Tu tiéntame y veras de lo que soy capaz— dije con una sonrisa arrogante.


Amor A MomentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora