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Nos quedamos en esa preciosa y para nada incómoda posición. Sentía su pecho apoyado en mi espalda, este era otro punto a su favor (estaba muy bueno).

Algo en mi me aconsejaba que me apartara de este chico, algo en mi me decía que esto no iba a salir bien, el problema era que no podía hacer caso a esa sensación, me resultaba imposible en ese momento.

Gire mi cabeza para mirar a Tom, el me miraba y nuestros ojos se unieron, nuestras pequeñas sonrisas se esfumaron, el abrió sus labios sutilmente y recordé que yo era ¡una chica difícil!, por eso, en el momento en el que cerró sus ojos mientras que se acercaba yo gire un poco mi cabeza, para que me besara la mejilla y no los labios.

—No me hagas esto— susurro con un tono desesperado —necesito besar tus labios— siguió.

— Esto... esto no es así y creo que te lo dije...— dije tímida.

Yo también tenía unas ganas increíbles de besarle pero, ¿quién era él?, ¿quien se supone que es Tom Mccarthy? ¡No lo conozco!

Por fin me aparté de él, y me di la vuelta para ver el puerto, vi como un gato miraba el agua, salí medio corriendo hasta quedar a unos pasos de aquel precioso y elegante gato.

—Hola gatito — le dije.

El gato se volvió a mí y se enredó entre mis piernas, así acariciándolas con su suave pelaje. Me agache a acariciarlo cuando de pronto el gato salió corriendo hacia una pareja de ancianos. Me levante, Tom llegó y puso su brazo en mi cintura. La pareja de ancianos se acercó a nosotros.

— Eres una chica especial, Pupi no suele ser tan cariñoso. — dijo el señor.

Otro gato se acerco a Tom y le acarició una de sus piernas. Tom se puso tenso sin saber qué hacer.

—Esa es Mimi— dijo la señora.

Yo me reí de Tom, ¿acaso tenía miedo?

—Tranquilo hombre, los gatos no muerden— dijo el señor, eso provocó una carcajada en mi.

—Katy no te rías, después de ver a los gatos de la película " La dama y el vagabundo" les tengo pánico. — dijo un tanto avergonzado y tierno.

Yo le mire a los ojos, mientras que sujetaba la mano que tenía alrededor de mi cintura y lo pegaba más a mí con ternura.

—Míralos Jerry, que pareja más bonita hacen, así éramos nosotros—

—Si, así éramos—dijo él.

Tom y yo nos miramos con los ojos como platos, aparte su mano de mi cintura y di un paso a la izquierda, no había suelo "oh, oh..." pensé y estuve a punto de caerme al agua cuando Tom me volvió a coger y me acerco a él, acabamos abrazados y muy pegados, yo por el susto me agarre muy fuerte a él.

—Tranquila listilla, aunque seas muy torpe yo te cojo—

Esas palabras tan excesivamente cursis me hicieron reaccionar, me aparté con cuidado.

—Perdonen, pero no somos pareja— dije.

—Uyy pues que no se te escape este chico, porque parece encantador — dijo la señora.

Tom sacó una sonrisa de lado realmente estúpida, se la quise quitar de cuajo.

— Ya bueno, también tiene defectos— dije picada.

—Vaa, lo de los gatos lo supera enseguida —

—No señor...— intente decir entre risas mientras que notaba que Tom me sujetaba con fuerza para quejarse, me interrumpieron.

Amor A MomentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora