Capitulo 8 Parte 1

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Después del asunto con la pintura de F. Cayley, tomo inventario de todo en la casa. Podríamos estar perdiéndonos algo. Desearía tener una lapicera, algo de papel, pero nuestra Bic se quedó sin tinta hace mucho... así que debo usar mi vieja y confiable memoria esta vez.

Hay sesenta y tres libros distribuidos por la casa. He recogido cada uno, mirado entre las páginas, tocados los números en las esquinas superiores derechas. Comencé a leer dos de ellos -ambos clásicos que ya había leído- pero no logro que mi mente se enfoque. Tengo treinta y tres ligeros y coloridos suéteres, seis pares de jeans, seis pares de sudaderas, seis pares de medias, dieciocho remeras, doce pares de pantalones de yoga. Un par de botas para lluvia, del número de Isaac. Hay seis piezas de arte adicionales en las paredes, aparte de la de F. Cayley; cada una de las otras del ilusionista ucraniano, Oleg Shuplyak. En el living está "Sparrows" una de sus piezas más humildes. Pero desparramadas por el resto de la casa están caras borrosas de las figuras históricas más famosas, mezcladas de forma casi indescifrable con paisajes. La del ático es la que más me perturba. He tratado de quitarla de la pared con un cuchillo, pero está fijada tan firmemente que no puedo moverla. Muestra un hombre encapuchado, sus brazos extendidos sosteniendo dos picos. Su boca cuelga y sus ojos son dos agujeros vacíos y oscuros. Al principio todo lo que vez es la tenebrosa soledad, la violencia latente. Pero luego tus ojos se ajustan y la calavera salta a la vista, los agujeros de los ojos entre los picos, los dientes, que segundos anteriores eran simplemente un patrón de adorno. Mi secuestrador colgó la muerte en mi habitación.

-LA PINTURA (1) ESTA EN EL ENCABEZADO-

Me enferma. El resto de los impresos en la casa incluyen: Hitler y el dragón, Freud y el lago, Darwin bajo el puente con la misteriosa figura cloacal. Mi menos favorito es "Invierno", en el que un hombre monta un yak sobre una villa cubierta en nueve, mientras dos ojos me mirar con frialdad. Ese se siente como un mensaje.

-LA PINTURA (2) ESTA EN LA OTRA PARTE PORQUE AQUÍ NO ME DEJÓ -

Cuando he contado todo en mi armario y el de Isaac, empiezo a contar las cosas de la cocina. Noto los colores de los muebles y las paredes. No sé qué estoy buscando, pero necesito hacer algo con mi celebro. Cuando se me acaban las cosas para contar, hablo con Isaac. Nos hace café como solía hacerlo, y nos sentamos en la mesa.

-¿Por qué querías alejarte volando en tu bicicleta roja?

Eleva sus cejas. No está acostumbrado a que yo le haga preguntas.

-No sé nada sobre ti, le digo.

-Nunca pareció que quisieras saberlo.

Eso duele, No es completamente mentira. Tengo todo el asunto de mantente alejado de mí siempre.

-No quería.

Cuento los gabinetes en la cocina. Los había olvidado.

-¿Por qué no? -gira si taza de café en círculos, y la eleva a su boca. Antes de poder tomar un sorbo, la baja de nuevo.

Tomo un momento para pensar en eso.

-Es sólo quien soy.



Mud VeinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora