Los Reales [Disney Descendientes] precuela De LPDA

Capitulo 4. "Una princesa ignorada"

Los dos chicos miraban la isla de los perdidos detenidamente. Habían estado allí desde hacia un buen rato. La princesa había acompañado al joven que necesitaba un nuevo dibujo para su portafolio y había decidido dibujar la isla a base de grafito, pero ya tenían rato y el chico parecía no encontrar la forma de comenar a dibujar el lugar. 

─Siempre puedes dibujar el juego de té de tu madre... ¿Sabes? ─dijo la princesa con media sonrisa.

─Ja, ja, que linda. ─dijo el rubio sin dejar se mirar su  cuaderno.

─Tú no podrías vivir sin mi Chip. ─Astrid puso una mano  en el pelo del chico y la frotó.

Él sacudió la cabeza.

─Por favor ─bromeó él─. Si murieras, yo sólo iría a tu funeral si hubiesen galletas.

─¿Las de tu madre? ─preguntó la chica.

─Exacto. ─dijo Chip.

Ambos chicos rieron. De pronto la chica pensó en como sus padres y Ben estaban en una gran reunión con otros líderes del reino. Ellos habían estado esperando a Ben para ir ansiosos, pues ya que su preciado primogenito estaba etudiando para su coronción ya lo incluían en sus reuniones de vez en cuando, y de ella sólo le abrazaron y se fueron.

Astrid intentó que aquello no le afectara, y se dijo a sí misma que prefería quedarse en el castillo y ver a Chip dibujar el paisaje, era divertido escucharlo mientras dibujaba.

La princesa abrazó sus piernas y miro de nuevo a la isla.

-¿No te has preguntado acerca de cómo seria vivir en la isla?.-dijo Astrid y Chip dejó de dibujar para volverse a ella.

-No lo creo correcto As, tenemos suerte en el vivir aquí en Auradon. Imagínate vivir con un montón de villanos.-dijo el rubio.

-No lo digo por mi...-dijo Astrid-me refiero a los hijos de ellos.

-Si... Ellos no tienen la culpa de lo que sus padres hicieron... Imaginate convirvir con ellos también, con sus padres, me refiero. Imagínate ser descendiente de no sé... De Cruella De Vil. Esa vieja estaba loca.-Dijo Chip riendo.-me apiado de su hijo o hija, claro, si es que alguna vez tuvo uno, no sabemos quienes tienen o no.

Astrid sonrió. Sintiendo pena y empatía por quien sea hijo o hija de Cruella De Vil. Y de todos los hijos de villanos.

Astrid miró de reojo a Chip, el había estado cuando toda la historia de sus padres había ocurrido, y lo recordaba todo con perfección a pesar de haber sido un niño, por lo que de vez en cuándo el decía  ella y Ben tuvieron suerte de no conocerlo.

─¿Por qué te interesa tanto la isla de todas formas? ─preguntó el chico sin apartar la vista de su cuaderno, de nuevo.

Astrid suspiró.

─No lo sé, es que a veces pienso que hay algo allí que se siente cómo si no estuviera en su lugar ─respondió  ella─ ¿Entiendes lo que digo?

Chip pareció considerarlo un momento, para responderle por una última vez

─Todo en esa isla está fuera de lugar Astrid ─Dijo Chip─, incluso los chicos que viven allí.

La princesa no respondió, volvió a darle una mirada ea la isla, todavía sintiendo eso fuera de lugar que ella no podía descifrar

***

La princesa y el rubio caminaban por los pasillos riendo y hablando. Astrid recordaba cómo más de una persona decía que ellos podrían ser pareja en un futuro, pero Astrid sabía que no era cierto, eran más cómo hermanos que cualquier otra cosa.

-Haber... Entonces Liam dejó su sombrero en la mesa del té y la liebre lo escondió.-dijo la chica recapitulando.

-Si... Desventajas de ser el hijo del sombrero loco.-dijo Chip

La princesa quiso seguir hablando de los locos amigos de Chip, sin embargo vio en su reloj que ya casi eran las 5:30 y sus padres estaría a punto de regresar.

Ambos se despidieron puesto a que Chip tenía trabajo en la cocina con su madre.

La princesa lo perdió en el pasillo y cuándo no lo vio más salió corriendo directamente a su habitación.

La chica se acercaba a su puerta cuándo su mirada captó la puerta al lado de la suya. El cuarto de Ben. Astrid tragó saliva y reprimió el impulso de entrar y ver que había allí.

Recordó cuando empezó a alejarse de Ben. Todo había sido un poco antes de que empezará en Auradon Prep,  Ben solía  invitar a sus amigos al castillo a jugar, sin embargo el antes se lo prometía a ella, iban a jugar juntos. Pero cuándo veía, él ya estaba jugando o haciendo cosas con sus amigos, y cuándo ella se quería unir él sacaba excusas cómo a que nada de eso lo podria hacer ella. ¿Es que acaso Ben no la conocía?, él sabía exactamente que a Astrid le encantaban los retos. Sin embargo ella terminaba dejando a su hermano y sus amigos solos.

Al final se había acostumbrado ya que no iría a ser la primera vez.

Después que Ben entrara a Auradon Prep era menos el tiempo que estos pasaban juntos y cuándo lo hacían era solo en las comidas y cuando había algún tiempo libre o Ben se la pasaba con sus amigos del Tourney o estaba saliendo con Audrey. Aunque no fuesen novios en ese momento si había algo.  Y la dejaba a un lado.

Era poco el tiempo en que hablaban que se hacia mas costumbre estar sola o con Chip.

Para cuándo ella había entrado en Auradon Prep ya ellos no se hablaban. Habían estado tan separados que Astrid había dejado que su hermano siguiera su camino sólo y ella fuese por el suyo.
 
Y para cuándo la chica se había dado cuenta ni siquiera era cómodo mirarse el uno al otro. Y ni siquiera él había buscado  hablarle en todo ese tiempo.

Si, que linda historia.

Claro que son olvidar el hecho de que sus padres estaban más pendientes de su hermano que de ella. Pero eso en parte lo comprendía, después de todo, Ben sería coronado rey en un año y medio.

Y ahí estaba ella. Entrando en su habitación que estaba justo al lado de la de alguien con la que ni se hablaba.

-Menudo asunto.-dijo ella frunciendo el ceño.

La chica entró a su habitación y suspiró, preparándose para fingir estar enferma por sí a su madre se le ocurría ir a verla.

Se quitó el conjunto de leggins pastel y su blusa de flores, tipo de atuendo que adoraba usar todo el tienpo, sin embargo en la escuela no era apropiado,  y se colocó su pijama.

Mientras recogía su cabello en una cola de caballo su vista se dirigió a la ventana y vio parte del bosque, y más allá, la isla. Volvía a sentir esa presión en el pecho cuando la veía. ¿Por que sentía que había algo en esa isla que no debía estar allí?, o tal vez no era esa la expresión que debía usar, a lo mejor no era algo, sino un alguien, ya que en esa isla no había más que la basura que en Auradon desechaban. Se preguntó, sí a lo mejor alguien en esa isla tenía el mismo sentimiento de extrañeza cuándo miraba hacía el reino que ella cuándo miraba hacía la isla.

Pero repentinamente sacudió la cabeza y lo negó.

-Estoy pensando en tonterías.-dijo ella volviéndose de nuevo a la isla.-De todas formas, ellos están atrapados, de la misma manera que yo estoy atrapada aquí.

La princesa tomó su ejemplar de Orgullo y Prejuicio  y se acostó en su cama deseando poder despejar su mente.

Lo que no sabía la princesa era que del otro lado del mar, en aquella isla. En un pequeño rincón llamado Hell Hall se encontraba un chico de su edad, con el cabello negro en la raíz y en el resto de color blanco mirando el reino de Auradon con el ceño fruncido y un extraño sentimiento en el pecho pensando que algo estaba fuera de lugar a su alrededor, sin embargo no pudo captar lo que era, así que sólo se limitó sacudir la cabeza y a volverse  para trabajar en su invento de nuevo.

-¡Carlos!.-el chico escuchó el grito chillón de una mujer a cuatro habitaciones lejos de él.-¡Mi bebé necesita un baño!

Él se tensó y soltó todo para ir donde la mujer lo llamaba con una mezcla de miedo y envidia sabiendo que no se refería a él, pero sobretodo miedo.-¡Y-Ya voy mamá!.