Capítulo 38. "Cuidado con el clan De Vil"

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Carlos sonrió aliviado, ya por fin había conseguido la primera pieza para su nuevo proyecto. 

Ahora sólo faltaba el resto. 

Se sentía más animado que los días anteriores y eso era usualmente raro, pero debía estarlo, se le había ocurrido una grandiosa idea, que sabía, podría cambiarlo todo.

Había ideado algo magnífico, algo que sabía, podía ser revolucionario para toda la isla de los perdidos (si funcionaba obviamente), y él sólo pensaba en la idea de ser reconocido por tal vez el proyecto que diera algún avance para todos en aquel oscuro lugar.

Pues estaba seguro que sería el primero en descubrir la forma de tener televisión abierta en la isla de los perdidos. 

Se las había arreglado para conseguir un radio antiguo intercambiando un par de pantalones a una bruja (¿para que los quería?, él prefirió no preguntar), el radio le serviría de base para el primer prototipo de su antena, sabía que entraría en una fase de ensayo y error con aquel proyecto, pero él era listo, sabía que encontraría la forma de hacer que funcionara. 

—¡Hey De Vil! —gritó alguien desde una tienda—. Linda chatarra lo que tienes ahí, ¿vas a usarla de almohada?

Carlos miró a Clay Clayton, acompañado de Zevon y Reza frente a un puesto de dulces rancios  mientras se reían de él.

Siguió caminando mientras rodaba los ojos intentando ignorar por completo a esos tres, ya estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones, así que mientras no llegara a agresión física, estaba todo bien. 

Mientras caminaba por una de las calles, tuvo que detenerse, puesto a que unos niños se interpusieron en su camino mientras corrían a esconderse en unos callejones al ser perseguidos por otro grupo de chicos para golpearlo. 

Fue cuando escuchó.

—En últimas noticias—se podía escuchar a un presentador de un noticiero— Auradon puede respirar tranquilo, puesto ya nos avisan que el príncipe Benjamín y la princesa Astrid ya han vuelto al castillo junto a toda la tropa de búsqueda. Estaremos informando sobre cualquier otro acontecimiento ocurrido en el próximo par de días, estén atentos Auradon. 

Unos murmullos provenientes del grupo reunido en frente de la tv donde estaba el canal de noticias Auradoniano.

—Se hubiesen caído por un barranco mientras estaban perdidos —gruño una mujer—. Estúpidos príncipes y princesas. 

—¿¡Es ese el futuro rey de Auradon!? —dijo un hombre con una botella de licor en la mano— Se ve tan patético. Podría molerle a golpes en menos de un minuto. 

Pero Carlos estaba muy ocupado para ver a primeras que era lo que ocurría en la tv fuera de la tienda del Claude Frollo. Pero podía escuchar a la perfección lo que decían en las noticias, y eso lo sorprendió.  

¿Alguien se había desaparecido en Auradon? 

Él no era fanático de Auradon, en lo absoluto, y trataba de saber lo menos posible de aquel lugar, no había nada allí que le gustara, y además, su madre le había contado que allí habían perros viviendo salvajemente por todo el lugar. Cosa que quitaba por completo su interés de saber algo del reino. 

Con decir que ni siquiera sabía cómo se veía el chico que iba a ser el siguiente rey, y no le importaba tampoco. 

No era como que si eso fuese a cambiar su vida o la de alguien en algo.

Pero incluso para alguien desinteresado como él, aquello era lo suficiente para captar su atención. 

Y antes de que pudiese ver en la tv lo que estaban pasando, una voz le interrumpió: 

Los Reales [Disney Descendientes] precuela De LPDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora