Capítulo 42. "La prueba de la princesa"

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Astrid abrió la puerta del salón del trono de par en par encontrándose con los héroes dentro de la habitación. 

Ella había convocado otra reunión a través de Lumiere justo después de hablar con Ben y Chip. Y el consejero de su padre no pudo negarse a esa petición. 

—He venido a hablar de la prueba —dijo ella seriamente a los presentes una vez que estuvo en medio del salón. y todos la miraban

Unos metros justo detrás suyo entraban a la sala Ben, Chip, Melody, Doug y Lonnie de manera apresurada.

Habían estado preocupados que Astrid realmente reaccionara  (o mejor dicho explotara) mal e hiciera algo que no quisiera hacer. 

Pero Astrid no había hecho nada de eso por los momentos, y solo mantenía una expresión seria. 

Mientras los adultos, los héroes, se habían vuelto a reunir en el salón por aquello, porque er

Bella y Bestia estaban en sus tronos nuevamente, y fue cuando se miraron el uno al otro con nerviosismo. 

La reina había dado vueltas en su hogar buscando a donde había ido su esposo y lo encontró en su despacho privado en el ala oeste, donde habían entregado la rosa y la mantenían en resguardo hasta que fuera trasladada hasta el Museo de Auradon de nuevo. Y el rey la miraba con melancolía.

Y ver aquello por unos momentos había hecho que los reyes volvieran a un poco más de veinte años en el pasado. Cuando Bestia todavía era una bestia y Bella sólo quería huir de ese castillo y regresar con su padre. 

Y antes de recibir el mensaje de parte de Lumiere ambos se habían abrazados y había discutido de lo que habían hecho mal con sus hijos. 

Sabían que no eran perfectos, pero habían hecho cosas que aún los hacían sentir mal, y haber metido a sus hijos en eso, incluso después de la imagen que habían visto en el espejo (el cual todavía los tenía sin palabras), eso era algo que no podían soportar.

—Podemos solucionarlo, de alguna manera— había dicho Adam. 

—¿Cómo? —preguntó su esposa con nerviosismo. 

—No lo sé, pero lo haremos —dijo el hombre que alguna vez estuvo convertido en una bestia. 

Pero ahora era momento de enfrentar todo, asumir su responsabilidad y su fallo en esa tarea, y no importaba si Astrid explotaba y se enojaba, ellos tratarían de arreglarlo a cualquier costo. 

Pero ahora debían hablar, hablar frente a todos y decir su opinión sincera

Y Astrid los miró seriamente, para suspirar. 

El hada madrina, que estaba junto a ellos, dio un paso hacia la hija de los reyes. 

—Princesa...

—¿¡Están dementes!? —gritó ella de pronto. 

Sólo unos pocos presentes se sobresaltaron por ello, incluyendo a la madre de Jane.

—Princesa Astrid. —trató de plantar la calma en la chica.

—No —dijo ella de manera firme—. Primero hablo yo, Hada Madrina. 

La mujer miró a los reyes en busca de una respuesta, quienes seguían con expresión calmada ante la situación. 

Bella y Adam asintieron, dándole la completa palabra a su hija. 

—No sé a quien se le ocurrió que esta brillante idea podría ser algo bueno —continuó  ella— Porque créanme, arreglar un compromiso falso, es la peor broma o estrategia del mundo para un plan. ¿¡Y para que era eso de todas formas, eh!?, ¡porque sinceramente no entiendo que tiene toda esa movida de querer probarme por alguna razón!, además, ¿la rosa de Auradon para qué? No tiene sentido que hicieran algo así y quiero saber la razón...

Los Reales [Disney Descendientes] precuela De LPDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora