Capítulo 23."Consejo de una estrella"

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Astrid miraba las estrellas con mucha atención, veía las constelaciones, todas las estrellas se veían tan hermosas, ella recordaba las historias que había aprendido acerca de las constelaciones, toda historias griegas que ella adoraba y solía leer en el castillo.

Su Castillo.

Astrid soltó un suspiro deseando que algo le facilitara todo, cómo sí puedesen darle algo que le indicara que hacer.

Y suspiró, ella sólo quería una solución. Y no era un problema de matemáticas lo que necesitaba resolver, era algo más grande que ella lo que estaba viviendo.

Ahí fue cuándo pasó.

Un brillo apareció cerca de Astrid, cada vez haciendose mayor, u la princesa no tardó en notarlo.

Entonces la chica se sentó bruscamente al sentir el brillo chocar contra su cara. Se volvió a una roca trepando que había allí cerca y notó que la luz se hacía más presente allí, entonces fue cuando la luz cambió a algo que la chica no se esperaba, tomaba forma humana y de la nada vio un rostro y cuerpo dándole a entender que se había convertido en una persona, la chica alzó las cejas, pero pronto comprendió de quien se trataba.

Era una mujer rubia, de ojos azules y vestido del mismo color con detalles rosas, ella sonreía dulcemente a la chica, Astrid se levantó del césped rápidamente y se puso recta ante la presencia de la mujer.

-Su Alteza.-dijo la mujer con voz dulce e inclinando la cabeza.

-Hada azul...-dijo Astrid antes de dar una reverencia a la hada.

La mujer rió suavemente.-No hace falta su alteza...-dijo.-Con mi hermana no hay tal formalidad, ¿Por que ha de haberla conmigo?.

Entonces la chica lo pensó, era cierto, El hada azul y el hada madrina eran hermanas, la madre de Jane era mayor que la que ahora estaba en su presencia.

-En todo caso debería ser yo quien  haga la reverencia.-dijo el hada.

-No por favor... lo menos que quiero es pensar en formalidades...-pidió la castaña.

-Entiendo.-afirmó la mujer.

-¿Que hace usted aquí?.-preguntó Astrid.-¿Va a llevarme de vuelta al castillo?.

-Oh no, vine por que escuché el deseo de un corazón solitario y desamparado...-dijo la mujer con tanta calma que Astrid se llevó su mano derecha a su pecho.-Además, esa decisión la debe tomar usted... yo más bien vine a ayudarle y darle un consejo para aclarar sus respuesta.

-¿Ah si?-preguntó a princesa.

La mujer asintió y entonces ella se levantó con suavidad y se acercó a la princesa tomando su brazo herido.

-¿Me permites?.-preguntó el hada unos chica asintió.

Entonces la mujer acercó su varita al brazo de la chica y colocó la punta  en la herida, la princesa vio un segundo después que su herida había dando completamente.

-Gracias.-dijo ella de forma sincera a la mujer rubia.

-De nada.-respondió el hada.-Es un honor para mi. ¿Y dime querida estrellita, que es lo que te inquieta?.

-Yo...-dijo Astrid.-No, no lo sé.

-¿Estás segura?.-preguntó la mujer.-Yo creo princesa... que lo que ocurre, es que tal vez sea vuestro orgullo o tal vez, temor, no esta dejando que su mente piense claramente acerca del tema.

Astrid se sorprendió al escuchar aquello, miedo y orgullo, dos palabras muy fuertes para ella, tal vez el orgullo que ella sentía acerca de ser  independiente de su familia, y el miedo de sentirse sola, o juzgada, o castigada era algo que estaba muy presente en sus pensamientos.

Astrid suspiró y se dejó caer en el césped.

-Yo... no creo que lo del matrimonio sea conveniente... ¡Es que no es justo!.-exclamó la chica.-Nadie puede obligar a nadie a casarse de esa manera. Y mis padres, nunca espere algo de ellos, y Ben... él... bueno, no me sorprende...

-¿Estás segura princesa?.-preguntó El hada azul.

La chica bufó.-Debiste verlo, alegando a lo que su absurda novia decía... ¡Se cree la princesa que tiene el derecho de sobre todos los demás a su alrededor sólo por que es la novia de mi hermano y se cree la futura reina!.

-Pero no es la culpa de la princesa Audrey...-dijo la mujer.

-Lo sé, pero de igual manera Hada azul.-dijo la princesa.-Él... él no me apoyó.

-¿Pero hablaste de la manera adecuada con él?.-preguntó.

-No...-dijo Astrid bajando la cabeza.-Sólo le grité... y huí.

La mujer asintió.-Tu hermano ve para el reino lo que cree que es necesario...-dijo el hada.-Sin embargo él tanto como tú debe aprender que a veces es importante no sólo el reino, sino las personas cercanas que te rodean son algo primordial.

La chica se detuvo un momento a pensar, Su madre, su padre, Melody, Doug, Chip, todos ellos a quienes ella había abandonado en el castillo, ella no les había dicho nada de nada a ninguno más que a Chip, a quien había convertido en una taza de té de nuevo.

-Dígame Su Alteza, ¿Que es lo que opina del compromiso?. Es importante que sea honesta consigo misma... puede empezar por allí.

Astrid suspiró.-Yo, no creo que es la manera... Terrence no es mal chico, pero sin embargo, no pudiera, ni en mil años estar con él.

-Así que... ¿Lo que quiere decirme usted es que de alguna manera es mejor encontrar el amor a la manera de cada quien?.-preguntó la mujer.

-Yo... tal vez si... el amor es algo  tan impredecible que puede llegar en el momento que menos lo esperamos.

La mujer sonrió-¿Y usted cree que encontrará el amor algún día?.

Astrid se sobresaltó al escuchar aquello y de la nada empezaba a sentir calor en sus mejillas al pensar en eso.

-Eso podría respondermelo algún día...-dijo la mujer con suavidad.-Bien, es hora de irme.

Esas palabras hicieron sobresaltar a la chica, la compañía del hada era agradable. Y lo pensó, se quedaría sola otra vez sí ella se iba.

-Tan pronto...-dijo Astrid.

-Mi tareas está terminada aquí...-dijo el hada.

-Pero, no he escuchado su consejo, dijo que tenia algo que decirme.-replicó Astrid.

-Si que lo hice Su Alteza... sea honesta consigo misma, acerca de sus sentimientos y le prometo, que cuando pueda hacerlo por completo... todas sus dudas y problemas internos en su corazón, se resolverán. Y tal vez, cuando pida un deseo a una estrella, ésta y todas las estrellas se vuelvan a escuchar vuestro deseo.

La chica frunció el ceño, quiso comentar acerca de eso. ¿Ser honesta consigo misma por completo?, ¿A que se refería?, pero en ese momento el hada desapareció casi cómo la luz en la que llego apareció. Dejando a la princesa confundida.

Los Reales [Disney Descendientes] precuela De LPDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora