Capítulo 7 : Odio los ascensores - Parte 2.

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Todas mis neuronas me abandonaron al sentir los labios de Simon sobre los míos. Mi corazón empezó a latir más desbocado que antes - si es que eso era posible - y un deseo de seguir besándole se apoderó de mí.

Simon me mordió el labio inferior y me acercó más a su cuerpo. Todo eran labios húmedos juntos y latidos desenfrenados, todo seguía su curso sin contar lo que pensaba, simplemente me dejaba llevar por los sentimientos.

Pero, cuando sentí que Simon se alejaba, me sentí agradecida y disgustada a la vez.

- Si-Si-Simon - tartamudeé queriéndolo de vuelta.

Él sonrió y me acarició los labios con los pulgares impidiendo que mis corazón normalizara sus pulsaciones.

- Creo que voy a tener que hacer ésto cada vez que me llames señor Rönngren - advirtió mirándome a los ojos -. ¿Vale?

Asentí incapaz de hablar y en ese momento sentí como me volvía a rodear con sus brazos a la vez que se abrían más puertas del ascensor. Mis mejillas se tornaron rojas cuando varios compañeros aparecieron al otro lado y, para colmo, Simon besó mi nariz y me agarró la mano para después pasar entre todos. Mientras andábamos sentí como el pulgar de mi jefe me acariciaba la palma de la mano y no pude evitar mirarlo con una media sonrisa en los labios. Llegamos a su despacho pero, cuando estábamos a punto de abrir la puerta, el señor Charles Rönngren apareció al otro lado y nos miró a ambos sin perderse la unión de nuestras manos.

- Pasad, tenemos que hablar.

Miré a Simon y él me tranquilizó apretándome la mano a la vez que me regalaba una sonrisa conciliadora. Entramos y nos quedamos de pie en medio del despacho mientras Charles alternaba entre mirarme y mirar a su hijo.

- Señor Rönngren - dije -, creo que lo mejor es que de siente, no puede fatigarse.

Charles sonrió mirándome e hizo lo que le había pedido.

- Veo que sigues preocupándote por mí, Hannah - dijo mirándome -. Creía que trabajar para Simon te cambiaría pero parece que no.

- Creo que Simon...el señor Rönngren no...

- No hace falta que lo defiendas, muchacha, sé que ambos se defenderían al otro porque, según he oído, están enamorados, ¿no?

Miré a Simon y asentí cuando él lo hizo haciendo que Charles se quedara pensativo sin dejar de mirarnos en ningún momento.

- Os voy a decir la verdad...- dijo-...No me lo creo. Es imposible que os hayaís enamorado en una semana y media, que es lo que Hannah lleva trabajando para ti, Simon. Y hay dos opciones para poder entender esta situación. O bien me estáis mintiendo porque a Simon le interesa mentir o os conocíais de antes.

Miré a Simon y noté como él me apretaba la mano como si eso fuera una señal.

- Nos conocíamos de antes, señor Rönngren - dije armándome de valor -. No quise decírselo porque pensé que interferiría en mi trabajo.

Charles pareció perforarme con la mirada como si intentara descubrir si estaba mintiendo o si estaba diciendo la verdad. Mis nervios me traicionaron pero dejé de pensar cuando sentí como Simon me giraba para besarme en los labios. Cerré los ojos por instinto y dejé que mis labios se fundieran con los de él sin importar si estaba el señor Rönngren mirando.

Me alejé de Simon cuando sentí la necesidad de respirar y quedé atrapada en la mirada de mi prometido.

- No pienso alejarme de ella, padre, de eso estoy seguro.

Miré a Charles y pude sentir la tensión entre ellos. Parecía que existía una razón por la que Simon se estaba forzando a casarse, parecía que huía de algo que no quería contarme de qué se trataba. Y eso me ponía más nerviosa.

- Parece que, después de todo, os gustáis - dijo Charles - pero, Simon, si me estas mintiendo debes saber que...

- No te estoy mintiendo, padre.

Charles asintió con la cabeza y se acercó para agarrarme la mano.

- Parece que nos vamos a ver mucho, Hannah.

Me despedí de él y miré a Simon cuando sentí que Charles ya había salido del despacho.

-"Det kanske låter konstigt men jag börjar känslan av att jag vill ha dig nära mig, alltid".

Asentí a sus palabras a la vez que hacía como si no entendía ni sabía sueco. Salí del despacho sin dejar que él volviera a hablar.
Me apoyé en la puerta y casi pude oír más palabras de Simon en mi cabeza.

- "Puede sonar raro pero empiezo a sentir que te quiero cerca de mí, siempre".

Debía de haberlo hecho para gastarme una broma pero, si Simon creía que yo no sabía sueco...¿Por qué querría hacerme una broma en sueco? No lo entendía. La posibilidad de que sus palabras fueran sinceras estaba totalmente descartada así que, ¿cuál podía ser la verdadera razón de aquello?

Me quedé parada sintiendo mi corazón todavía latiendo rápido e intenté tranquilizarme.

- Ey, Hannah - dijo Ashley mirándome con una amplia sonrisa.

Levanté la cabeza e intenté sonreír lo mejor que pude. Ella me agarró del brazo y ambas empezamos a andar por pasillo en silencio.

- Creo que toda la oficina ha visto tu beso con el señor Rönngren.

Asentí sin querer hablar de eso y ella respetó mi silencio y me acompañó hasta mi despacho hablándome de su nuevo novio para cambiar de tema. Resulta que se llamaba Chris y era muy amable y cariñoso con todo el mundo. Mi cerebro hizo una suposición pero se calló no queriendo fastidiar la preciosa cara de enamorada que tenía Ashley cada vez que hablaba de su pareja.

A la hora del almuerzo subí a la azotea queriendo estar sola. Sabía que si iba a la cafetería, la gente empezaría a hablar sobre mí beso y no me apetecía escuchar esos molestos murmullos. Me senté en un pequeño banco que había y saque mis Pepparkakor, que había hecho mi hermano, y me concentré en sentir como el viento me acariciaba el pelo mientras disfrutaba de cada mordisco de aquellas perfectas galletas.

Oí un ruido a mi espalda y me asusté tanto que salté del banco y me tapé la cara en un acto reflejo. Sentí a a alguien cerca de mí y me obligué a mirar para llevarme una sorpresa al ver a Clark Fare parado frente a mí.

- ¿La he asustado, señorita Lundberg?

Asentí aún sintiendo mi corazón desbocado y agaché la cabeza. Sentí como Clark se acercaba y me levantaba el mentón para después acariciar mi mejilla. Sus manos eran tan dulces al acariciarme y su mirada era clara, se arrepentía de haberme asustado.

- No tiene por qué tener miedo, señorita Lundberg, yo estaré aquí para usted.

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Espero que esté interesante :-*

¿Qué pasará con el falso matrimonio de Simon y Hannah?

¿Qué ha querido decir Clark?

Votos, please.

XOXOXOXO

kat♥♥♥



El Hijo De Mi Jefe [SL1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora