- ¡Hannah! - me llamó Simon pero yo no paré de andar hasta que él me agarró del brazo y me paró, se colocó frente a mí y se quitó su abrigo para colocarlo sobre mis hombros -. ¿Podemos, por favor, hablar? Llevo más de dos meses buscándote, déjame abrazarte.
Lo miré a punto de dejar que mis lágrimas salieran y sentí como sus brazos me rodeaban. Se sentía el cielo cada vez que Simon besaba mi pelo, había soñado tanto con volver a sentir sus besos que me parecía un poco irreal.
- ¿Vas a tener un hijo mío?
Él me miró a los ojos y todo lo que pude hacer fue asentir y sentir como mis labios se derretían al sentir los suyos sobre los míos.
El hombre al que amaba y el padre de mi hijo había regresado a mi vida.
- Dime, ¿por qué no me lo habías dicho?
Lo miré a los ojos y solo pude quedarme como un pasmarote mientras él me sostenía entre sus brazos. Hacía poco que lo había sentido cerca de mí pero en verdad parecía que todo aquello era un sueño. Llevé mi mano a su mejilla y la acaricié deleitándome con su tacto.
- ¿Eres de verdad?
Él apoyó la cara sobre mi mano y me regaló la más bella de sus sonrisas. Mi corazón dejó de latir para dar la vuelta e inquietarme, tenía que relajarme sino quería tener un ataque.
- Yo me fui porque creí que era lo mejor para ti, Sebastian no hacía más que molestarte y sabía que era mi culpa...
- No es eso...
- ...así que, aunque me dolía, me alejé. Además descubrí que estaba embarazada y no quería que tuvieras más preocupaciones cuando ya estás lleno de ellas.
- Shhh - dijo poniendo un dedo sobre mis labios.
Lo miré y parecía que el ambiente había cambiado de repente porque él ya no tenía la misma cara que antes.
- No vuelvas a alejarte de mí, ¿está bien? - dijo mientras enmarcaba mi cara entre sus manos -. ¿Sabes cuanto me ha dolido el corazón porque no estabas a mi lado? ¿Sabes cuanto te he echado de menos? Creo que no tienes ni idea de la falta que me haces, Hannah, eres todo para mí. Antes solo tenía el trabajo pero, desde que te conocí, solo he pensado en ti, vives en mi cabeza y en mi corazón. Te amo y no quiero alejarme de ti, nunca.
Agaché la cabeza cuando sentí que la primera lágrima caía y empecé a sollozar como una tonta.
- ¿A caso he dicho algo malo? Si es así perdona...
- No, no has dicho nada malo, es solo que esas palabras han sido preciosas. Nadie me ha dicho algo igual y siento que todo esto es un sueño, me parece que tú solo eres una creación de mi mente y que te has convertido en realidad a partir de mis sueños.
Él me agarró de la cadera y me levantó hasta que mis piernas tuvieron que rodear su cadera para no perder el equilibrio. Rodeé con su cuello con mis brazos haciendo que mi cara quedara a pocos centímetros de la suya, nuestras narices se rozaban. Simon se acercó poco a poco hasta que sus labios rozaron los míos, con dulzura, sin prisa. Mi corazón volvió a latir y mis manos empezaron a acariciar su pelo y a empujar su cabeza para profundizar el beso. A pesar del frío que hacía fuera, Simon parecía irradiar calor que llegaba hasta mi cuerpo y me alteraba más.
- ¿Ahora crees que soy de verdad?
Avisé a mis tíos de que volvería a Londres pero antes de irnos Simon tuvo que soportar un interrogatorio por parte de mi tío Bengt quien no dejó de intentar encontrarle algo malo. Al final se rindió, dijo que Simon parecía una creación perfecta.
Parecía que le había caído bien, después de todo.
Fue raro volver a Londres después de haberme acostumbrado al clima de Suecia, pero fue agradable enterarme de que mi hermano se iba a convertir en el director de la Orquesta de Londres. No lo haría porque las influencias de Simon lo hubieran ayudado sino porque el antiguo director había caído enfermo y había recomendado personalmente a Michael. Al bajar del avión, la prensa nos estaba esperando y un montón de paparazzi empezaron a hacernos fotos mientras intentaban que respondiéramos a sus preguntas.
- Presidente Rönngren, ¿quién es la mujer que va con usted?
Iba a responder yo pero Simon se me adelantó y miró al reportero que había preguntado. Enseñó nuestras manos entrelazadas y me miró dándome ánimos.
- Ella es mi futura esposa.
Dicho eso, todos se quedaron de piedras y Simon aprovechó para sacarnos de allí. Yo solo podía mirarle sin poder dejar de hacerlo. Llegamos hasta el coche y Simon me ayudó a entrar con delicadeza. Vi a Clark y a Christopher en los asientos de adelante y los saludé con una sonrisa, los había echado de menos.
- Siento por lo que he dicho antes, sé que no te he pedido que te cases conmigo de verdad.
Me giré hacia a Simon y lo vi tan intranquilo y nervioso que me acerqué hasta él y mis labios tocaron los suyos. De un momento a otro sus manos me rodearon y me encontré sentada sobre sus piernas. Su cabeza reposó sobre mi hombro y me abrazó con delicadeza.
- Prométeme que no te vas a volver a ir.
- Lo prometo, señor Rönngren, ¿quién sería su secretaria si no, eh?
Nos reímos y vi como los mellizos intentaban aguantar la risa. El móvil de Christopher sonó y su cara cambió por completo, se giró hacia nosotros pero solo miró a Simon.
- Es algo importante, señor.
Simon me miró y asintió. El coche se detuvo y mi prometido salió no sin antes ponerse de cuclillas frente a mí.
- Te llevarán a mi casa, mi amor, allí estarás bien. Volveré pronto.
- Pero, ¿a dónde...? - intenté preguntar pero él ya se había ido acompañado de Christopher.
Miré a Clark pero su mirada me dejó muy claro que no me iba a decir nada.
¿A caso Simon estaba en peligro?
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Tachán, tachán.
¿Qué pasará? ¿De que iba la llamada? ¿Qué es lo que no dicen a Hannah?
Nos leemos.
XOXOXOXOXO
KAT <3
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El Hijo De Mi Jefe [SL1]
RomanceHannah Lundgren era la típica chica tímida. No era nada especial ni destacaba en ninguna situación. Siempre era la última para todos y en todo, pero sólo en apariencia. Ella en verdad podía destacar. Simplemente le gustaba estar en la sombra y no se...