Simon agarró mi mano y me levantó para después abrazarme. Sus brazos me arropaban con delicadeza, parecía que estaba rodeada de almohadas, mi corazón se sentía volar.
- Hannah, quédate a mi lado esta noche - susurró.
Asentí y me agarré de su brazo para entrar otra vez a la fiesta. La otra mano de Simon que estaba sobre mi espalda me guiaba y evitaba que intentara huir, que era lo que quería hacer al ver a Sebastian mirándonos con una sonrisa burlona.
- Perdonádnos - dijo Simon mientras me colocaba la silla para que me sentara -, Hannah ha estado costipada y se ha sentido un poco mal.
- ¿Es eso verdad? - preguntó el señor Rönngren -. ¿Estás mejor? No sabía que estabas enferma, tendrías que haberte quedado en casa.
- No se preocupe - susurré mientras sentía como Simon entrelazaba su mano con la mía y las dejaba encima de la mesa, a la vista de todos -. Ha sido un mareo repentino y ahora me siento bien. Además, no quería dejar que Simon viniera solo, hay muchas mujeres aquí, ¿no es así? - bromeé intentando relajar el ambiente.
Todos rieron menos Sebastian que no dejaba de mirarme y mirar mi mano entrelazada a la de Simon y el brazo de este rodear mis hombros. Me acerqué más a Simon y él besó mi mejilla, sabía que estaba a mi lado y eso hacía que enfrentarme a la fría y calculadora mirada de Sebastian fuera más fácil.
- ¿Cómo os conocísteis? - preguntó Åsa.
Miré a Simon y él me sonrió con dulzura, mejor que hablara él sino quería que nos metiéramos en problemas. No sabía lo que podía o no podía decir delante de sus padres y a lo mejor metía la pata por decir una sola palabra.
- En verdad yo fui el que la vi antes de saber que era la secretaria de papá. La vi en la calle y juro que casi pierdo el aire. Ya sabéis que no soy mucho de esas cosas pero con ella me sentí diferente nada más verla.
Lo miré a los ojos y él me besó en los labios castamente ya que estábamos delante de toda su familia. Aún así, me puse roja como un tomate y lo miré muerta de la vergüenza.
- ¡Simon! - protesté haciendo que los demás se rieran.
- Veo que en verdad estáis enamorados - comentó Åsa mirándonos con una bondadosa sonrisa.
- No lo dudes, mamá - dijo Josefine uniéndose a la conversación -. Tenías que haber visto la mirada de Simon cuando Hannah salió del vestidor. Parecía que se le iba a caer la baba, fue gracioso de ver - Simon la miró serio y ella rió despreocupada -. No pongas esa cara de perro mojado, Dvärg.
- ¿Dvärg? - reí -. ¿Por qué le llamas enano?
- Porque de pequeño era tan...
- Ya basta, Jos - dijo Simon con el ceño fruncido -. No es necesario que Hannah sepa...
- Si, si lo es - lo interrumpí riéndome -. Siéntete libre de decirme cualquier cosa sobre la infancia de Simon, Josefine, me encantará saber cada detalle.
Simon me miró con una sonrisa burlona pero se vio interrumpido cuando la música comenzó a sonar, las parejas empezaron a salir a la pista y la mano de mi prometido tiró de mí para levantarme. Lo miré sorprendida pero, cuando vi que nos conducía hasta la pista de baile, intenté escapar pero sus brazos me rodearon y su olor me confundió, ahora no quería irme.
- No bailo bien - le advertí mientras veía como colocaba mi mano sobre la suya y sobre su hombro -. Puede que acabes llevándote a casa unos cuantos pisotones.
Él posó su mano sobre mi cintura y me acercó hasta que nuestros cuerpos se tocaron. Mi corazón saltó en llamas y parecía que me iba a desmayar en cualquier momento. Simon acercó sus labios a mi oreja y me besó en el lóbulo antes de hablar.
- Me llevaría un montón de pisotones con tal de tenerte entre mis brazos, Hannah - susurró.
Lo miré a los ojos con una pequeña sonrisa en mis labios e intenté seguir el ritmo al que Simon me llevaba. Tuve cuidado de no tropezarme pero, cuando la canción terminó, me resbale y acabé cayendo sobre los brazos de Simon. Él sonrió ladeadamente y abrazó con dulzura para después besarme en los labios con delicadeza. Me perdí en el roce de sus labios hasta que alguien nos separó.
Miré hacia arriba y vi a Sebastian mirándome con su sonrisa lobuna. Intenté alejarme de sus brazos pero él me clavó sus dedos, tiró de mí y me llevó hasta el oscuro jardín. Miré intentando encontrar a Simon pero él había desaparecido.
Estaba sola con mi peor pesadilla.
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El Hijo De Mi Jefe [SL1]
RomanceHannah Lundgren era la típica chica tímida. No era nada especial ni destacaba en ninguna situación. Siempre era la última para todos y en todo, pero sólo en apariencia. Ella en verdad podía destacar. Simplemente le gustaba estar en la sombra y no se...