Y ahora, ¿qué tenía que hacer!
Quizás lo mejor era olvidarle, pasar página y volverme otra persona completamente diferente. Quizás lo más sensato era avisarle del bebé. Quizás lo más sensato era amarle desde la distancia.
Había pensado en ello hasta que me dio da sensación de que mi cerebro iba a explotar, todos los días, horas, minutos y segundos de los tres meses que había pasado alejada de él. Prometo que cada vez que salía una noticia sobre él en la televisión, mi corazón se paraba y tenía que alejarme de la imagen de su cara, de sus ojos, de su cuerpo.
Pero en verdad parecía que había menos saboteamiento. La prensa solía hablar sobre la bajada de apoyos a Simon pero ahora la noticia era la crecida de apoyos y la búsqueda de nuevas inversiones.
Trataba de despistarme pero no siempre lo conseguía y me encontraba a mí misma pensando en si el bebé se parecería a mí o a Simon.
Llamaron a la puerta y como ni la tía Birgitta ni el tío Bengt estaban en casa, bajé corriendo desde mi habitación en el piso superior. Cuando abrí, en seguida reconocí a mi amigo de toda la vida. Ulrik había sido muy importante para mí e incluso había llegado a amarlo pero algo me había vuelto tonta cuando Sebastian había llamado mi atención. A veces me había preguntado que era lo que me había hecho enamorarme de él pero no encontraba la respuesta, simplemente había sido alguien que al principio parecía todo un amor pero que cuando obtuvo lo que quería por primera vez, pensó que era más efectivo obtenerlo por la fuerza.
- ¿Patata? - preguntó él con una sonrisa deslumbrante -. Cuando tu tía se lo contó a mi hermano, no me lo creí. David y yo hicimos una puesta de si era verdad y gracias a ti he ganado dinero. Gracias.
- Un placer, Ulrik. Pareces una copia de cuando íbamos juntos al instituto, no has cambiado.
- La que no ha cambiado eres tú, me parece estar ocho años atrás. ¿A caso te sigue gustando el actor que hace de Harry Potter?
- ¡No! - exclamé riéndome.
Él sonrió y lo invité a pasar. Pasamos toda la mañana hablando y comimos juntos y por la tarde fuimos a dar un paseo. Sabía que mi amigo ya conocía que estaba embarazada porque no hacía más que mirar mi vientre y preguntarme si estaba bien. En cierto modo sentía que él me apoyaba aunque no habláramos de ello, juntos habíamos pasado por cosas más duras y nuestra amistad siempre había permanecido intacta. En algún momento de la noche, cuando nos encontrábamos en el salón de su casa, ya que habíamos venido de andar, mis ojos se cerraron y caí sobre el pecho de Ulrik.
Fue la noche en la que dormí sin tener ninguna pesadilla.
Al día siguiente, cuando me desperté, el timbre empezó a sonar. Me sentía desorientada porque hacía mucho tiempo desde que había estado en la casa de mi amigo por última vez. Me arrastré medio dormida hasta la puerta y abrí.
¡¿Pero qué mierda...?!
Un Simon con un jersey y vaqueros estaba al otro lado y su rostro parecía que iba a estallar. Tampoco arregló a que su genio mejorara el hecho de que Ulrik apareció detrás de mí sin camiseta y con el pelo desordenado. Posó su mano en mi hombro y me dio un beso en la mejilla.
Vi como Simon se movió en un sólo segundo y se tiró sobre Ulrik. Ahí empezaron a devolverse los puñetazos y no pararon hasta que grité. Los dos me miraron y dejaron de pelear.
- ¡Ulrik Lindmark! - protesté y él me miró con una cara de disculpa -. No deberías haber seguido la pelea.
- Ah, ¿sí? - preguntó Simon con ironía -. ¿Crees que había parado si él no hubiera seguido?
- ¿A caso me crees estúpida? No entiendo por qué le has pegado pero no tienes derecho a hacerlo porque...
- ¿Por qué lo amas a él? ¿Me has engañado con él?
- ¡¿ERES RETRASADO?! - gritó Ulrik acercándose a Simon y agarrándolo del jersey -. VA A TENER UN HIJO TUYO, ¡¿AÚN PIENSAS QUE TE HA ENGAÑADO, PUTO ESTÚPIDO?
Simon me miró pero yo cogí mi bolso y salí de la casa. Que hubiera insinuado que yo lo había engañado era algo que de verdad no me había esperado. Me había alejado de él para no hacerle daño y me venía diciendo eso. Podía estar enfadado pero no buscar razones estúpidas, yo le había dicho que lo amaba, ¿a caso no me había creído cuando lo había dicho?
- ¡Hannah! - me llamó Simon pero yo no paré de andar hasta que él me agarró del brazo y me paró, se colocó frente a mí y se quitó su abrigo para colocarlo sobre mis hombros -. ¿Podemos, por favor, hablar? Llevo más de dos meses buscándote, déjame abrazarte.
Lo miré a punto de dejar que mis lágrimas salieran y sentí como sus brazos me rodeaban. Se sentía el cielo cada vez que Simon besaba mi pelo, había soñado tanto con volver a sentir sus besos que me parecía un poco irreal.
- ¿Vas a tener un hijo mío?
Él me miró a los ojos y todo lo que pude hacer fue asentir y sentir como mis labios se derretían al sentir los suyos sobre los míos.
El hombre al que amaba y el padre de mi hijo había regresado a mi vida.
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Lo siento por la espera, hermosos.
Espero que este capítulo os guste.
No os olvidéis de comentar y votar, please.
XOXOXOXOXO
KAT :)
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El Hijo De Mi Jefe [SL1]
RomanceHannah Lundgren era la típica chica tímida. No era nada especial ni destacaba en ninguna situación. Siempre era la última para todos y en todo, pero sólo en apariencia. Ella en verdad podía destacar. Simplemente le gustaba estar en la sombra y no se...