Girl On Fire | Justin Bieber

Capítulo 3

-¡Sophie! –Llamo Justin a la empleada cuando llegamos a la enorme casa Bieber.

-Buenas noches Sr. Justin –Sophie se inclino. 

-¿Cómo has estado viejita? 

-Bien, muchas gracias señor. Buenas noches jovencita Jazzy. 

-Hola Sophie –se acerco dándole un beso en la mejilla. 

-_____________ -me sonrío. –Hace mucho no te veía por aquí. 

-No seas exagerada viejita –dijo Jazzy –solo fue una semana. 

-Si, lo que pasa es que estuvimos con exámenes. –me acerque para besarla en la mejilla. 

-Bueno ya esta. ¿Hay algo para cenar, vieja? Tenemos hambre. –pidió Justin. 

-Se los preparo enseguida. 

Sophie se alejo perdiéndose entre la gran casa. Justin se giro hacia nosotras. 

-Vayan a darse un baño y luego bajan a cenar. –Nos dio la espalda nuevamente. 

-Ajam. –asintió Jazzy corriendo hacia las escaleras. 

Simplemente yo me quede ahí como boba mientras observaba la ancha espalda de Justin. Se quito la chaqueta y luego la corbata. 

-¡_____________! –grito Jazzy desde arriba. Me sobresalte. Justin se giro hacia mí y me miro extrañado. 

-Lo siento estaba…pensando. –le dije nerviosa. 

-Claro… -alargo Justin. 

Lo mire una vez más y le sonreí. Me miro de pies a cabeza, inconcientemente. Luego me sonrió de lado. Me dirigí hacia las escaleras rápidamente. Nerviosa y excitada. 
No era la primera vez que Justin me miraba el cuerpo. Era hombre, tenia el derecho a mirar. Aparte yo tenía eso que a los hombres les gustaba observar. Sean jóvenes o mayores. Pero creo que Justin solo se atrevería a mirar. Yo era demasiado pequeña para él. 

+++

-Jazzy –susurre. –Jazzy no puedo dormir. 

-Deja de joder _____________ -me respondió adormilada mientras se daba media vuelta. 

Reí por lo bajo. Habíamos preferido hacer noche de chicas, donde nos pintamos las uñas de los pies y nos hicimos manicure. Vimos películas y estuvimos conectadas en facebook y twitter. Hablamos con Logan y estábamos tentadas de la risa. Pusimos la twitcam para hablar con Nathan y Max y sacarnos muchas fotos. Luego de eso, nos acostamos en la cama de Jazzy. No quise irme a la habitación de huéspedes. Pero ahora me arrepentía. Se me olvidaba que Jazzy era demasiado caliente para dormir. Además de que se daba vueltas y vueltas o te pegaba patadas y combos sin querer.

-Jazzy tengo calor. –susurre. –despierta coño. –me queje. 

-Tía, pero que pesada eres…Si quieres puedes irte a la habitación de al lado. 

-Okey. 

Me levante y salí de la habitación. Me dirigí a la habitación de huéspedes pero antes de entrar mire hacia el pasillo. Oh vamos, no seas cobarde ____________. Me di media vuelta y me encamine hacia la habitación de Justin. Pero solo a ver como dormía. Me daba pánico intentar otra cosa por mucho que me encantara. Además si quería meterme en la habitación de Justin despertarlo y decirle “Justin, follame. Te lo pido” primero tendría que hacer una jugada. Y hasta el momento no la había echo. 

Agite mi cabeza y sentí mi boca secarse al llegar a la puerta de su habitación que justamente se encontraba entreabierta. Tome el pomo de esta y la empuje delicadamente. La tenue luz de la luna se colaba entre las ventanas iluminando un costado de la ancha y provocativa espalda que tenía este semental. 
Me adentre al cuarto y me acerque a su cama. Estaba boca abajo y con la espalda descubierta. Su respiración era pausada. Me incline poniéndome de rodillas y contemple su cuerpo. Las sabanas le llegaban a la cadera. Madre mía que hombre. Y tenía treinta y seis. 

Recordé las palabras de Jazzy “Mi padre no podría despertarse ni aunque le pasara una manada de elefantes por encima” 
Acerque mi mano a su espalda y la toque con delicadeza. Se removió. Joder. ¿No era que nada lo despertaba? Me agache y me estire en el suelo. Mi corazón latía demasiado fuerte. Estoy segura que si se despertara oiría los latidos de mi corazón. Comencé a transpirar. Al no escuchar nada me levante lentamente. Estaba dormido. Pero ahora boca arriba. 

Mordí mi labio inferior. Mire su pecho, su abdomen trabajado. Esos tatuajes que lo hacían tan jodidamente irresistible. Umh. Cuanto me hubiera gustado lamer cada y uno de sus tattos. Y lo haría. Tarde o temprano lo haría. Mire su rostro. Con una leve capa de barba de un día. Su boca entre abierta, esos labios gruesos tan provocadores. Joder. Dios Mió. Si lo seguía observando terminaría corriéndome con tan solo verlo.
Inconcientemente toque su trabajado abdomen. Lo sobe suavemente. Toque cada tatuaje con delicadeza. Mientras miraba su rostro. Una leve sonrisa apareció en sus labios. Sonreí yo también. Que hermoso era cuando estaba durmiendo. Pero aún más cuando esos ojos tan hermosos me miraban. ¿Por qué él tenia que tener treinta y seis años? o ¿Por qué yo debía tener diecisiete años? Joder. Si yo tuviera al menos unos veinticinco o veintisiete las cosas sería tan diferentes. 

Baje mi mano hasta tenerla debajo de su ombligo, siguiendo el camino de su vello que se escondía por debajo del bóxer, deseando poder bajar más y tocar su tan preciado miembro. Mi otra mano se encontraba a punto de tocar su cabello. 
No aguante más y me incline hacia su rostro donde presione suavemente mis labios contra los de él. 

Y fue como si me prendiera en llamas y Justin se convertía en mi objeto sexual. Me aparte de sus labios mientras mordía los míos tratando de reprimir un gemido que necesitaba desesperadamente soltar. Baje mi mano desesperadamente tratando de encontrar su masculinidad. De pronto oigo un gemido salir de los dulces labios de Justin. Mire hacia arriba asustadísima. Para mi suerte estaba dormido. Pero comenzó a respirar agitadamente. 

-Oh si. –gimió dormido. -mmh más abajo nena. 

Reí. Él pensaba que era un sueño. Baje las sabanas para encontrarme con una enorme erección escondida entre sus bóxer. Lo sobe sobre este mientras solté un dulce gemido. 

-Tómala –gruño en sueños. ¡Santa mierda que hombre! Seguí sobandola por sobre el bóxer. –Más. Si. Oh. –gemía. 

Mire su rostro y sus ojos comenzaban a abrirse lentamente mientras seguía gimiendo. Pare de inmediato. Asustada. ¿Qué iba a hacer si el me pillaba in fraganti? Me acerque a él y lo tape nuevamente. 

-Sigue –exigió entre el sueño y la realidad. 

-Shh. Esto es un sueño. Un dulce sueño. Duerme precioso. 

-¿_____________? Joder pequeña ¿Eres tu? –trato de abrir sus ojos y despertar por completo. Mi pulso comenzó a acelerarse. Mierda. No podía descubrirme...