Capítulo 48

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Vacilé un segundo y luego pensé que haberle dicho fue uno de los errores más grandes que he hecho. Mordí mis labios con nerviosismo y seguí contemplando el rostro neutro de Axel. Cero expresión. Y comenzaba a pensar que no había escuchado nada de lo que le había dicho.

Sus bellísimos ojos azules resultaban difíciles de comprender y descifrar. El viento soplo con violencia, haciendo que mi falda de tablas de la escuela se elevara. Mis manos la afirmaron y jugaron con el borde. Esto me ponía nerviosa.

-Ustedes están juntos. -asintió murmurando.

No me miraba. Miraba hacia un punto cualquiera por sobre mi hombro. Sus labios se movían tratando de decir algo pero no lograba sacar la voz. ¿Qué? ¿Tan terrible era?

Apreté mis labios y asentí con la cabeza, mientras los mechones de mi cabello se movían de un lado hacia otro debido al viento.

- ¿Quiere decir que tienen una relación o algo así? ¿Son novios? ¿O...lo que sea? -sus ojos destellaban confusión y desesperación.

-Bueno...no somos novios. Al menos el no me lo ha pedido, pero...

- __________ ¡¿Te das cuenta de lo que estas diciendo?! -su grito me hizo pegar un brinco y verlo directamente a los ojos.

-Axel, esto...esto no es tan grave. Creo... -fruncí el ceño. Rectificándome a mi misma por lo que acababa de decir.

-Noo. -dijo y rió con amargura. -Se nota que eres una niñita todavía. No maduras, de lo contrario sabrías todo lo que implica el que tú y el bastardo de Justin estén juntos. -Se pasó las manos con desespero por su cabello corto y soltó una maldición. -Es que no puedo creerlo. Justin enredado con una jovencita. Es un asqueroso.

-Oye, un momento. Lo de nosotros no es por calentura si es lo que piensas. Nos queremos. -levanté la barbilla, orgullosa.

Se mordió el labio para no reír. Me dio cólera y quise pegarle un puñetazo. Sus labios se entreabrieron para tomar una necesaria bocanada de aire y luego la dejó ir. Se dio media vuelta. Dándome la espalda y acercándose a la orilla del acantilado. Supuse que ya no me recriminaría nada y me callé de una vez.

Necesitaba apoyo, no que me juzgaran.

Solté un gruñido cuando el viento sopló una vez más, y el aire helado estremeció mi cuerpo. Caminé hacia la puerta de copiloto del auto y tomé mi chaqueta para ponérmela. Al cerrar la puerta, me quedé un rato apoyada en ella. Mi frente sobre la parte de arriba del auto, con mis ojos cerrados, tratando de analizar todo lo que estaba pasando. Luego levanté la mirada. Miré hacia donde se encontraba Axel.

Solté un suspiro y acomodé mi cabello desordenado.

- ___________, ven aquí. -lo escuché decir.

Me estremecí ante sus palabras autoritarias. Lamí mis labios e insegura, me acerqué hacia donde estaba.

Me quedé ahí, a su lado. De pie y con el corazón latiendo a mil. Y no entendía el por qué de mi estado.

-Hey, con confianza. -musitó y golpeó el suelo con su mano. Indicándome que me sentara junto a él.

Asentí y me senté a su lado, con las piernas cruzadas, a lo indio. Acomodé mi falda para evitar que se viera alguna parte indebida. Miré hacia el frente, a la ciudad que comenzaba a iluminarse frente a nosotros mientras el atardecer se consumía en su totalidad, dando paso a la noche.

Miré a Axel de soslayo. Llevaba el ceño fruncido, pero aún así lucía un hermoso perfil.

- ¿Sabes? Te comprendo.

Girl On Fire  | Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora