Girl On Fire | Justin Bieber

Capítulo 17

Está bien, veamos. No podía ponerme en plan "celos" delante de él, porque no éramos nada. Fruncí mis labios mientras me miraba al espejo. Otra vez, vamos ________, piensa. Lo mejor era ir y hacer como si nada, como si nunca hubiera escuchado la voz de otra mujer junto con Justin. Aunque me doliera. Aunque esté actuando como una estúpida.

No me maquille, solo brillo labial. Amarre mi pelo en un moño desordenado e improvisado. Alocado, como yo.

La puerta de mi habitación se abrió y entro mamá con ropa limpia y doblada.

-¿A dónde vas esta vez?

-Al centro comercial. -dije echándome otra capa de brillo labial.

-No sé de dónde sacas dinero. -me miro desde el espejo.

-No tengo, me regalan cosas. Es distinto.

Voltee a verla, por más que la odiara a veces, me dolía verla tan apagada. Sus notables arrugas alrededor de sus ojos pardos. Ella era preciosa, pero cada vez envejecía más deprisa.

-Vuelve a casa pronto. Quizá en una de esas...no lo sé, veamos alguna peli. ¿Te parece?

¿Una peli? ¿Mi mamá? ¿Qué le pasaba? Siempre ha sido tan dura y estricta conmigo. Pero no negaré que al escuchar salir esas palabras de sus labios me agrado y me sentí niña otra vez.

-Si...bien -susurre anonadada. -Tengo que irme.

Camine con cautela hacia mi cama para tomar el celular, mientras procesaba aún las palabras de mi madre. Quizá se estaba dando cuenta que me estaba perdiendo. Y eso era realmente lo que sucedía en realidad. Ya no era lo mismo que antes. Ahora apenas hablábamos.

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Mordí mis labios e hice un sonido agudo al divisar a Justin esperándome en el mismo lugar en que me había citado. Se veía perfectamente hermoso y sexy. Llevaba una camisa a cuadros en tonos rojizos y debajo de ella una camiseta blanca. Vaqueros y abajo supras negras. ¿Dónde quedaba el hombre de traje y corbata? No lo sabía, y tampoco me entusiasmaba ir a buscarlo.

Me escondí tras una planta, sonriendo, cogí mi celular y marque su número. Lo mire desde aquí, Estaba sentado con los codos sobre las rodillas y las manos entrelazadas sosteniendo su barbilla. Movió ligeramente el pie, debía de estar aburrido.

El teléfono marco y esperé su reacción. Se sobresalto y una risa pequeña se escapo de mis labios. Tomo su celular y luego de inspeccionar de quien se trataba, lo llevo a su oído.

-_____________ ¿Dónde estás? -tape mi boca con la mano libre y sonreí abiertamente. Era divertido escuchar su voz a través del aparato y además verlo sentado allí.

-Hola, ya estoy aquí. Te estoy viendo.

-¿Dónde? -pregunto extrañado y levanto la mirada observando todo el lugar. -No te veo, ya no juegues. -murmuro como un niño.

-Vas muy guapo.

-______________... ¿acaso tienes complejos psicópatas? -rió.

-Ou, puede ser. -reí también.

-Ya, vale. Basta de juegos y ven a mí.

Se levanto y observo el lugar con detenimiento.

-Nena ¿Cómo vas?

-Con una blusa celeste de encaje...

-Mmh, me gusta, ya te quiero ver.

Reí y salí de detrás de la planta. Camine con sigilo por entre las personas. Él aún no me veía.