Girl On Fire | Justin Bieber

Capítulo 44

"Futuro incierto"

Temprano en la mañana me dirigí al cuarto de baño para ducharme. Luego a mi habitación para ponerme unos jeans oscuros, camiseta blanca sin mangas, chaqueta de cuero negra y botines. Deje mi cabello suelto y corrí escaleras abajo.

Pare en seco y gruñí en la entrada de la cocina al ver a mamá desayunando. Se suponía que no debía verme ya que se supone que estoy castigada.

-Hola -salude mientras refregaba mis manos sobre el jeans.

Ella levanto la vista y me observo de abajo hacia arriba.

-No vas a salir, ___________. Estas castigada.

Bufé mientras me dirigía a un mueble para buscar algo de comer.

-Hay café preparado, sírvete. -dijo mamá.

-No, no puedo. Estoy algo apurada.

Saque un paquete de galletitas rellenas.

-¿Es que tu no entiendes?

-Mamá necesito salir. Debo ir a casa de Carly para terminar un trabajo de la escuela. -mentí.

-Llámale y avísale que no puedes.

Maldición. ¿Qué le decía? ¿"No te preocupes madre, iré a comprarme un test de embarazo"? Oh, y la mejor parte; Mamá, creo que el señor Bieber me embarazó.

-Me lo agradecerás algún día. Créeme. -murmuré.

-¿De qué estás hablando?

-Mamá, enserio volveré pronto. Si me dejas ir prometo cambiar mu comportamiento.

Mamá se me quedo mirando. Le sonreí levemente aunque por dentro rodeaba los ojos. No lo sé, a veces la detestaba.

-No, y es mi última palabra.

Jodida. Le sonreí de manera sarcástica. Tome el paquetito de galletas y salí de la cocina sin importar lo que haya dicho.

-¡__________! Regresa aquí.

Di media vuelta para mirarla cuando ya me hallaba en la sala, a un lado de la puerta.

-Me vale mierda lo que me digas. Ni siquiera sé por qué te pregunté. -levanté mis brazos y me señale. -Soy libre y hago lo que quiero cuando quiero y como quiero. Ahora, adiós.

No dejé que hablara. Salí de casa antes de verla quebrarse en llanto. No entiendo por qué ella se preocupa por mí ahora, nunca estuvo en mi infancia ni cuando comencé la etapa de mi adolescencia. Nunca estuvo cuando realmente la necesité así que ahora que no venga a joderme.

Caminé por la acera a paso rápido. No había mucha gente por la calle, era temprano y además domingo. ¿Quien se levanta temprano un domingo? Solo una muchachita desesperada por saber si está embarazada.

El sil brillaba pero hacia frio. El auto de Justin se encontraba a unos metros más allá, tal como me lo había dicho ayer en el restaurant. Él no quería llamar la atención de mi madre ni de los vecinos bocones. Caminé rápido hacia el auto y abrí la puerta.

-Hola.

Justin me sonrió de manera nerviosa. Entré al auto y me acomodé. Giré mi rostro, Justin se acercó a mí y me beso en los labios.

-Hola, pequeña.

-Estoy nerviosa.

-Y yo asustado.

Prendió el motor mientras lo miraba con tristeza. Justin no quería que yo estuviera embarazada, podía notarlo. Sentirlo. Yo tampoco quería estarlo a esta edad y bajo las circunstancias, pero aun así seria hermoso llevar en mi vientre algo de él y mío. Nuestro. Un ser pequeño creado por nosotros. Y que Justin no lo quisiera me hacía sentir desgraciada, incluso muerta.