Capítulo 12

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Sentía que mi corazón iba a salirse de mi pecho. Mis labios anhelando su contacto. Mi boca sedienta por él. Y mi feminidad hambrienta por su miembro.
Justin me miraba fijamente a los ojos mientras su respiración se aceleraba. Su mirada demostraba pasión, deseo y mucho, mucho miedo.

-No puedo creer que me este pasando esto con una nena de diesciete años -susurro con la vista fija en mis labios.

Sonrei despacio al notar que presiono mas fuerte su tono de voz en "esto". Luego lami mis labios. Inhale el aroma dulce que desprendia de su boca. Su perfume me acogio y desee impregnarme para siempre de ese olor.

Me acerque a él, lentamente esta vez. Apoyandome en su fornido cuerpo.

-¿Que es "esto"? -logre articular atreves de mi apretada garganta.

Sin medir mis actos, acaricie suavemente su pecho. El aire paso atraves de sus dientes apretados, y su pecho se ensancho.

-Eres tan hermosa que me jode. -murmuro y trago saliva.

Los musculos de su mandivula se contrageron provocando una imagen provocativa. Ese simple gesto me hizo delirar hasta que mis impulsos provocaron que gimiera de frustracion y estrujara la tela de su camisa en mis manos sudorosas.

-Haga algo al respecto. -acerque provocativamente mis labios a los suyos, rozandolos. -Se lo ruego.

Con un leve movimiento hize que nuestros sexos se rozaran. Justin cerró los ojos fuertemente y soltó una maldición.

-Mierda. -espeto.

-Sí, mierda. -gemí sobre sus labios mientras me refregaba sobre su pantalón abultado. -Mierda, mierda.

Justin, desesperado, poso sus manos en mi trasero y me apego a su cuerpo de manera que acoplábamos con afinidad. Asombrada, alegre y excitada pose mis manos en sus fornidos brazos y los estruje entre mis dedos temblorosos.

Su mirada se conecto con la mía, de manera que todo mi corazón se apretó y sentí la sangre caliente correr más deprisa por mis venas. Todo alrededor se había dispersado, nada quedaba. Ni Jazzy en su habitación llorando. Antes de que Justin pudiera tomar represarías, moví deprisa mi rostro hacia el suyo y lo bese abruptamente.

Me quede helada y paralizada por una milésima de segundos. Su boca era el paraíso. Aceptando mi beso, introdujo su lengua en mi cavidad bucal, y, ansioso, busco mi lengua para tocarla. Cuando mi lengua rozo la suya, mis piernas flaquearon y sentí una punzada de placer en mi punto más intimo.

Estremeciéndome cada vez que nuestras lenguas se entrelazaban y acariciaban, mis manos apretaban los músculos de sus brazos. Gimiendo en el beso, Justin masajeo mi trasero entre sus grandes y masculinas manos.

-Pero que delicioso culo. -dijo entre besos.

-Es todo suyo. -susurre mordiendo mis labios.

-Me calienta tanto que me hables así.

Agarrando más intensamente mi trasero, me alzo para luego apoyarme en la encimera más cercana. Me sentó sobre ella, luego de haber corrido algunas verduras y frutas que había.

Lo había conseguido. Mi corazón latía rítmicamente. Y por dentro, gritaba de emoción.

-Tóqueme. -murmure contemplando su rostro ardiente.

Sus manos calientes viajaron desde mi cintura hasta mis pechos, donde se quedaron descansando mientras movía su rostro hacia la curva de mi cuello.

-¡Ah! -gemí entre dientes cuando apretó mis pechos entre sus manos.

Dirigió su deliciosa boca hacia mi cuello, donde con su lengua daba caricias torturadoras sobre mi piel sensible.

-Deliciosa. -murmuro sobre mi piel. -Pequeña deliciosa. Mira como me tienes, nena.

Baje la mirada mientras Justin seguía atacando mi cuello. Sus, ahora, abultados vaqueros escondían un miembro completamente erectado y duro. Mordí parte de mi labio inferior sin ser consecuente que podría lastimarme.

Justin elevo mi rostro para que lo mirara.

-No te muerdas tan fuerte. Podrías morder algo mejor. -dijo con voz ronca.

Mierda. Joder. Santo Justin.

Esas palabras tan sensuales enviaron corrientes de placer mucho más fuertes que las anteriores y sin notar las consecuencias, mi co*ño punzó de manera salvaje y sentí como mis bragas se mojaban aún más. Esa repentina punzada me hizo delirar y anhelar con todas mis fuerzas su polla dentro de mí.

Gemí y apreté mis labios, sintiendo como mi co*ño dolía al no obtener lo que tanto deseaba. Lo deseaba tanto que sentía que brotarían lágrimas de mis ojos.

Lancé un grito ahogado cuando sentí la mano de Justin tocar mi feminidad por sobre mi ropa interior ¿En qué momento deslizó la mano por debajo de mi vestido?

-Cielo santo, cuan mojada estas. -susurro Justin.

-Tóqueme, se lo ruego. -musite delirando mientras mis manos se apoyaban en la encimera, a un lado de mis muslos.

El padre de mi mejor amiga comenzó a acariciar mi co*ño por encima de mis bragas. Sus largos dedos no se atrevían a entrar en mí, por lo visto, solo masajeaba mi palpitante feminidad.

-Mmh...diablos. Más deprisa. -gemí mordiendo mis labios.

El sabor metálico se esparció por mi boca cuando rompí mis labios por la presión que ejercía.

-No lo hagas, -me ordeno Justin.

Al usar esas palabras tan autoritarias, hicieron que mis paredes vaginales se contrajeran buscando mi liberación.

-Oh, Señor Bieber.

-Lo sé, pequeña.

-Si, mmh...oh sí.

-Shht. -me callo y beso mis labios.

Me agite involuntariamente y mi orgasmo se ahogo en la boca de Justin. Mis jugos atravesaron mis bragas haciendo que se escurrieran por los dedos de Justin.

Con su otra mano, agarro fuertemente mi cabeza para presionar aún más nuestras bocas y como queriendo perforarnos para no soltarnos más. Nos alejamos, jadeantes, enrojecidos. Sentía mi boca dormida y también un dolor al haberme mordido anteriormente. Aún sentía el gusto metálico de la sangre, y por lo visto Justin igual.

-No te muerdas más. -musito jadeante.

Respire profundamente, tratando de localizar el aire perdido para recomponerme nuevamente y seguir con todo esto.

-¿Acaso quería usted que Jazzy nos escuchara? -dije sonriendo levemente y me acerque a él para besarlo nuevamente. Y es que esto solo era el comienzo de nuestra futura acalorada noche.

Girl On Fire  | Justin BieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora